El actual modelo alimentario se caracteriza por representar todos los elementos perniciosos propios del capitalismo, primando la especulación frente el derecho a la alimentación. En este escenario adverso, sin embargo, van apareciendo los grupos de consumo autogestionado como alternativa que prima la producción rural agroecológica y los canales cortos de distribución. Sin embargo, algunos proyectos se plantean un siguiente paso: ¿es posible extender ese modelo a más personas? ¿Pueden los grupos de consumo crecer en escala?