l A.I.C. es un proyecto con más de 20 años, un tiempo en que han sido muchas las dificultades, pero también los retos que han ido superando. DIAGONAL tuvo la oportunidad de hablar con Sergio Yahni.
listadoJacobo Rivero
Entre 1980 y 1992 El Salvador vivió una
guerra que enfrentó a la ultraderechista
Alianza Republicana Nacionalista (ARENA),
en el poder, contra la guerrilla del Frente
Farabundo Martí de Liberación Nacional
(FMLN). Los acuerdos de paz en Chapultepec
(México) terminaron con un conflicto
que no resolvió las diferencias sociales.
Como corresponde a una empresa de trabajo temporal, la relación de Adecco con el club
de Magariños no podía ser indefinida. Cuentan que la extinción del contrato de patrocinio
se produce “de mutuo acuerdo entre las partes” y, así, la temporada 2005-2006 será la última
de este extraño viaje. En realidad, la salida de la ETT del ‘Estu’ responde a una historia escrita
desde las gradas: una batalla por conservar el sentido de un equipo diferente.
La protesta formaba parte de los actos en apoyo al Centro Cultural Autónomo
Umgomshuset. Denunciaba el traspaso del antiguo edificio okupado a una organización
fundamentalista cristiana. La respuesta policial ha sido la más violenta en años.
Una serie de atentados
contra el Sindicato
Nacional de Trabajadores
de la Alimentación
(SINALTRAINAL) se vienen
produciendo en distintas
regiones de Colombia,
con el resultado de un
sindicalista muerto.
En septiembre de 2002
un espacio cultural se
abría en Madrid. Un local
polivalente situado en el
barrio de Lavapiés.
Pero además se trata de
la ventana por la que
asoma un proyecto
mucho más amplio.
Marco Sosa es miembro
del Centro de Estudios
Libertarios de Bogotá.
Actualmente se encuentra
en el Estado español en
virtud de un programa de
atención a refugiados
políticos hostigados
por su militancia.
Un barrio sujeto a grandes intereses inmobiliarios, pero
también foco de iniciativas sociales. Ante esta situación
DIAGONAL ha hablado con algunos activistas que viven
e intervienen en esta zona del centro de Madrid
En la actual coyuntura política, las asociaciones de víctimas de acciones terroristas aparecen como actoresde primer orden. Una situación que, sin embargo, para algunas de ellas “nos debería ser ajena”.
Alemania, y en concreto Berlín, fue durante años un
referente en las luchas autónomas. Desde la okupación
al antiimperialismo, grupos feministas y el antifascismo,
muy vinculados a la reciente historia del país. Hablamos
con el portavoz de uno de estos grupos antifascistas.
La gravedad de la situación en Palestina
ha quedado eclipsada por la noticias de
la guerra contra el Líbano. Por ello, desde
la Xarxa d’Enllaç amb Palestina de Catalunya
se trabaja estos días intensamente
para concienciar de los sufrimientos por
los que atraviesa el pueblo palestino. María
Arenas, coordinadora de la asociación,
visitó recientemente Cisjordania durante
los bombardeos israelíes sobre Gaza. Tras
su regreso, habla con DIAGONAL sobre la
situación en los territorios ocupados.
El Forat de la Vergonya (el agujero de
la vergüenza) es una zona céntrica de
Barcelona, así llamada por el propio vecindario
debido a su degradación urbana.
Esta misma percepción ha justificado
los planes de reforma interior que, desde
los ‘80, han multiplicado las expropiaciones
y desalojos de la población con rentas
más bajas. Parte del barrio se ha hecho
fuerte en torno a la defensa de un solar
y la denuncia de una reforma que,
consideran, no les tiene en cuenta.
El sábado 10
de junio se han convocado marchas ciclonudistas en
Zaragoza, Barcelona, Iruña, Huesca y Madrid, así como
en otras ciudades de 22 países. El llamamiento es
una de las citas fundamentales para los activistas de la
bici en el medio urbano, así como para los defensores
del derecho al nudismo. En algunas de las convocatorias
internacionales también se denunciará la “dependencia
del petróleo, y la cultura del coche”. Una ocasión
para pasearse por los centros de las ciudades sin
ropa, en bicicleta y siendo un grupo reivindicativo.
Algo poco habitual.
Algunos periodistas de
Prisa en la zona poseen
motivaciones personales
que poco tienen que ver
con la información.
Repasamos la
actualidad de estas
iniciativas colectivas
asamblearias en
Madrid, donde conviven
varias generaciones y
diversos modos de
entender la okupación.