Quizá sea ésta la palabra
más repetida en las últimas
conversaciones. La
política de mano de hierro
impulsada por el Estado ha devenido
listadoElecciones
La suspensión de la fiesta del PCE, lugar de encuentro de la izquierda desde 1977, ilustra la grave crisis
económica y política dentro de la coalición.
Para algunos sectores de
los movimientos, Obama
no es más que un oportunista
que pretende aprovecharse
de los referentes
de la izquierda. Para otros,
se abre la oportunidad de
llevar al candidato a
posiciones más radicales.
Berlusconi inaugura su gobierno con la mano dura. La
obsesión por la seguridad transforma a los inmigrantes en
chivos expiatorios y legitima la violencia de los neofascistas.
El diseño del sistema electoral español buscó favorecer a las zonas sociológicamente más conservadoras para posibilitar que la derecha obtuviese la mayoría absoluta con el 35% de los votos.
El influjo de los grandes medios de comunicación, las enormes diferencias en los gastos
de campaña y un sistema electoral arbitrario determinan los resultados electorales hacia
el bipartidismo. ¿Pero es ése el único problema?
Activistas del movimiento
por el derecho a la vivienda,
el ecologismo, el feminismo
y los derechos humanos
interpretan el escenario
resultante de las elecciones
generales desde el prisma
de su lucha y los retos para
la próxima legislatura.
El autor analiza las causas de la abstención electoral y su
potencial para constituirse en una opción política crítica y
representativa desde la perspectiva de la izquierda.
La jornada de reflexión electoral coincide con la histórica fecha del Día de la Mujer Trabajadora, lo que ha motivado la
prohibición de dos marchas y diferencias en el movimiento.
“Policía, rectores y profesores advierten de la
radicalización de jóvenes vinculados a la izquierda
abertzale”. Este titular del suplemento
Campus del diario El Mundo del 27 de febrero
bien puede resumir lo que numerosas voces califican
como nueva caza de brujas. Caza de brujas
en la que el señalamiento de ciertos medios
de comunicación ha sido fundamental.
En la era del ‘fin de las ideologías’, los partidos son una
maquinaria necesitada de dinero. Pese a la reforma de la
Ley de Financiación de Partidos Políticos, la inyección de
dinero les hace dependientes de bancos y empresas.