Retirado de doce webs un testimonio de malos tratos tras una “solicitud gubernativa” del departamento de Interior catalán.
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La resistencia pasiva no se considerará atentado contra la autoridad. Es una de las pocas notas positivas de una reforma que apunta a la criminalización de la disidencia.
El populismo y el interés económico son los puntos de partida de unas modificaciones que no han sido acordadas con los agentes sociales implicados.
Referencias en papel: De la investigación al reflejo de los movimientos emergentes
Los multitudinarios actos de desobediencia civil, los procesos masivos de participación y decisión horizontal... son rasgos de lo que ha sido un poderoso movimiento: primavera árabe, 15M y Occupy Wall Street. Sin embargo, ante ‘rescates’ y brutales recortes, el músculo –la capacidad de imponer una agenda política– y la potencia que el movimiento exhibía parecen haberse perdido. Abrimos la reflexión colectiva.
Un centenar de personas participaron en la convocatoria de la recién creada Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad de la capital andaluza.
La visita de la canciller alemana en medio de las negociaciones con la Troika sobre un nuevo plan de ajuste encienden a la sociedad griega.
Racionamiento del papel higiénico o reducción de las raciones de comida: el día a día en las prisiones se hace más crudo con los recortes del Gobierno de CiU.
La guerra sucia del Gobierno italiano marcó un período de movilizaciones que modificó el sistema surgido de la industrialización tras el fin del fascismo.
A un día de los comicios la oposición insiste en sólo reconocer los resultados si le son favorables.
Miles de parados son obligados cada año a trabajar para la Administración sin derechos mínimos.
Los grupos impulsores de la Iniciativa Legislativa Popular para cambiar la ley hipotecaria española dan un empujón a la campaña a menos de un mes del plazo para presentar las firmas.
El llamado “banco malo” se presenta como la clave sobre la que gravitará el mercado del alquiler tras una reforma que sigue privilegiando al arrendador.
A diferencia de otros Estados como Alemania, Francia, Argentina o Venezuela, en España las organizaciones de inquilinos son prácticamente inexistentes.