Desde antes de que abrieran los centros habilitados, largas colas de personas esperaban en el barrio de Sants para poder votar en la consulta catalana.
listadoProcés
La participación en la consulta del 9N está siendo muy elevada, con largas colas en muchos de los centros de votación.
Las impugnaciones contra la consulta catalana son el reflejo de la limitada concepción de democracia que tienen el Gobierno y sus instituciones.
El proceso soberanista supone un desafío para el régimen de la Transición.
La reivindicación alternativa mantuvo un carácter político sin dejar de lado otras exigencias y, especialmente este año, el derecho a decidir animado por el debate sobre la consulta catalana.
El independentismo gana posisciones incluso entre muchos de los que se sienten catalanes y españoles a la vez.
Medio centenar de personas duerme al raso en la simbólica plaza.
El Gobierno español aprueba dos recursos para frenar la consulta soberanista catalana.
El Proceso Catalán es, primero, un movimiento ciudadano rupturista, formalizado en 2009 a través de la convocatoria de múltiples referéndums municipales en Catalunya.
Manifestaciones multitudinarias como la del último 11S son difíciles de raptar por el Govern.
Movimientos sociales y grupos de izquierda matizan su apoyo al debate sobre Catalunya dentro de la Constitución Española y buscan un cambio de paradigma.