Los autores analizan la oportunidad abierta para Podemos en una Catalunya en stand by desde la consulta celebrada el 9 de noviembre.
listadoArtur Mas
Tal vez, siglos después de que Montesquieu hablara de la división de poderes, la magistratura española considere que ha llegado el momento de conseguir una independencia efectiva.
Tras la consulta ciudadana en la que ayer votaron 2.236.803 personas se abren distintos escenarios para el país.
La participación en la consulta del 9N está siendo muy elevada, con largas colas en muchos de los centros de votación.
Las impugnaciones contra la consulta catalana son el reflejo de la limitada concepción de democracia que tienen el Gobierno y sus instituciones.
Una denuncia del sindicato CNT mostraba supuestos tratos de favor entre un director de área de la Generalitat y una empresa donde trabajaba el hermano de la esposa de Mas, entre otros casos.
El Gobierno español aprueba dos recursos para frenar la consulta soberanista catalana.
El periodista Guillem Martínez habla sobre el régimen del 78 y sus quiebras a partir de 2011.
El exconsejero Ernest Maragall señala lo "desmesurado" de que los hechos sean juzgados en la Audiencia Nacional.
El Proceso Catalán es, primero, un movimiento ciudadano rupturista, formalizado en 2009 a través de la convocatoria de múltiples referéndums municipales en Catalunya.
Cualquier población que así lo desea tiene el pleno derecho a decidir. Ese derecho no afecta solo a la cuestión nacional sino a otros muchos aspectos de la vida y la política, también en Madrid.
Manifestaciones multitudinarias como la del último 11S son difíciles de raptar por el Govern.