El actual y evidente recurso al músculo
militar para la gestión del
mundo globalizado por parte de los
Estados occidentales se ha visto
listadoMelilla
En el último intento de
unos 45 subsaharianos
de saltar la valla
fronteriza de Melilla, las
fuerzas policiales y
militares marroquíes
dispararon con voluntad
de matar, según
denuncian asociaciones.
Al cierre de esta edición, cuando algunas de las movilizaciones convocadas el 6, 7 y 8 de octubre están pendientes de realizarse, los actos realizados en el Estado no parecen haber reunido a mucha gente. Pero las valoraciones son optimistas.
En la madrugada del 2 de octubre,
un grupo de 40 personas intentó
saltar la valla que separa la
frontera hispano-marroquí de
Diversos organismos internacionales han levantado la voz sobre el trato que reciben los refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes por
parte de las autoridades españolas.
En la noche del 28 de agosto, varios grupos
de inmigrantes subsaharianos intentaron
saltar, cerca del monte Mariguari,
la doble alambrada que separa la frontera
entre Melilla y Marruecos. Éste es el
único punto de coincidencia entre el relato
de la Guardia Civil, que vigila la
frontera, y el de numerosos inmigrantes
sin papeles sobre el suceso. Semanas
después, la versión que más suena,
hasta el punto de tapar la otra, es la
del instituto armado.
Tres muertos y dos desaparecidos en 18 días es, al cierre de esta edición, el trágico balance de la campaña de represión conjunta
establecida por los Gobiernos de Marruecos y España en la frontera de Melilla.
Ambos Gobiernos aprueban en la cumbre la militarización de la frontera y la expulsión expeditiva de inmigrantes subsaharianos a Marruecos.
La deportación, el pasado 16 de noviembre, de cuatro
menores marroquíes en un proceso sin garantías,
forma parte de una práctica cada vez más frecuente.
El 5 de octubre fueron instruidas
desde Melilla 73 devoluciones de
inmigrantes a territorio marroquí.
Los días posteriores el ritmo continuó
Los informes de la Defensoría del Pueblo, junto a los de diversas organizaciones sociales, comienzan a dar luz sobre los abusos de la Guardia
Civil en la frontera sur.
José Palazón Osma es una de las voces de denuncia de los atropellos que se suceden en la frontera. Los intentos de desautorizarlo desde el Ministerio del Interior o de criminalizarlo desde la Delegación del Gobierno de Melilla no consiguen silenciarlo.
Las informaciones y pruebas recogidas por Prodein, SOS Racismo y Médicos Sin Fronteras, entre otras ONG, desmienten la versión gubernamental sobre el carácter legal de las expulsiones en Ceuta y Melilla.