¿Qué son los Hammerskin? “Un
grupo de amigos”. “Una marca
de ropa”. “Una actitud juvenil”.
Estas son las respuestas que dieron
algunos de los 15 presuntos
miembros de los Hammerskin
juzgados por la Sala séptima de
la Audiencia Provincial de Madrid
por asociación ilícita y tenencia
de armas. El juicio, que arrancó
el 15 de junio, es el primero que
se celebra en el Estado español
contra esta organización neonazi
nacida en Estados Unidos. Los
15 imputados -españoles que
tienen entre 27 y 43 años- llegaron
cada día a la Audiencia Provincial
con el rostro cubierto con
máscaras de látex o tela y con
sus propias prendas. En los pasillos
no hablaban entre ellos,
sólo susurraban con sus respectivos
abogados y con alguna mujer
que asistió como público. La
Policía Nacional montó un operativo
durante los nueve días que
duraron las sesiones del juicio.

Había uniformados en los pasillos
de la Audiencia Provincial
horas antes de que los imputados
llegaran y, durante las
declaraciones, al menos seis
agentes formaban una barrera
entre los imputados y los periodistas.

Las comparecencias fueron
absurdas. El supuesto jefe de
los Hammerskin-España, José
Eduardo Chapela Herrero, incluso
pidió al fiscal que le explicara
qué era la ideología nazi. Este
hombre, un tatuador de 43 años,
dijo ser de ideología cristiana y
aunque admitió que tenía amistad
con los cabezas rapadas de
Estados Unidos, negó que existiera
una célula de este grupo en
el Estado español. El testigo
clave del juicio, que declaró tras
un biombo como testigo protegido,
el periodista que se infiltró
año y medio en un grupo neonazi
y que bajo el seudónimo
de Antonio Salas publicó en
libro Diario de un Skin, reconoció
a cinco de los imputados y
describió los bares de reunión
del grupo: La Bodega, en Alcalá
de Henares, y el Drakkar, frente
al madrileño estadio Santiago
Bernabéu. Los procesados se
enfrentan a penas de entre dos y
tres años y seis meses de cárcel,
aunque la petición inicial del fiscal
fue de tres y cinco años. En
la exposición de las conclusiones, el representante del Ministerio Fiscal
retiró los cargos por tenencia ilícita
de armas a todos, a excepción de los
acusados Ángel Martínez Navarro,
Mario Albarrán Tena, Daniel Fernández
Amor y Pedro Escobar. La petición de
mayor condena es para el presunto
cabecilla, José Chapela, que lo único
que reconoció es que su esposa le
ayudó a traducir la Constitución de los
Hammerskin, publicada en Estados Unidos
en 1985. Se trata de Manual de
Resistencia sin Líder, la “biblia” de los
cabezas rapadas, que la Policía intervino
en 2004, cuando registraron los domicilios
de los quince imputados que
ahora no saben ni qué son los Hammerskin.
El juicio ha quedado visto para
sentencia.