Esta crónica ofrece un resumen de los acontecimientos que durante los últimos diez días pusieron a la Universidad Complutense de Madrid en un lugar destacado de la atención pública. La pasada semana los medios más a la derecha han dirigido una agresiva campaña de criminalización contra los y las estudiantes de la UCM que continúa endureciéndose día a día y forma parte del trabajo electoral que los conservadores están realizando de cara las elecciones al Rectorado de la institución universitaria y a los comicios autonómicos.
La mañana del jueves 10 de marzo un grupo de estudiantes -en su gran mayoría mujeres- llevó a cabo una representación teatral de temática feminista en la capilla del campus de Somosaguas, consistente en la lectura de citas bíblicas y de declaraciones de autoridades eclesiásticas en las que se reiteraba el carácter misógino y homófobo que la Iglesia Católica tiene de las identidades de género. Esa fue la intención de la performance: señalar que las jerarquías eclesiásticas y los textos sagrados intentan imponer un único estereotipo de mujer y de identidad de género, relegando a la anormalidad a todo aquel colectivo o individualidad que no acepte sus categorías estrechas y arcaicas.
Al día siguiente el Arzobispado de Madrid respondió presentando una queja ante el Rectorado de la UCM, y el aparato mediático de la derecha se puso en funcionamiento iniciando una dura campaña de estigmatización al estudiantado que había participado de la performance. Los medios de comunicación más reaccionarios del Estado español – La Razón, Intereconomía, ABC, Libertad Digital, El Mundo, etc.- no dudaron en emplear todos sus recursos para desprestigiar a la Universidad Complutense de Madrid, y, en concreto, a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología a la que desde hace tiempo señalan como ”búnker de terroristas” y como el último reducto de radicales dentro de la apacible y bienpensante Comunidad de Madrid que gobierna el Partido Popular y preside Esperanza Aguirre. Es de suma notoriedad cómo, ante la inminencia de las elecciones a Rector por la UCM y los comicios autonómicos (abril y mayo respectivamente), una iniciativa estudiantil crítica es manipulada por el periodismo más ultraderechista en pos de reforzar la campaña de los candidatos conservadores.
El sábado 12 de marzo el pseudo-sindicato Manos Limpias presentó una querella contra la Asociación Universitaria Contrapoder, que un día antes y junto a la Asociación RQTR (ambas integradas por estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología) había hecho público un comunicado en el que declaraban identificarse con las razones y el estilo de intervención en la capilla pero en el que desvinculaban a ambos colectivos de la organización de la iniciativa.
Los medios de comunicación de la derecha continuaron intensificando su campaña de acoso durante toda una semana. A primera hora del viernes 18, coincidiendo con una misa de desagravio que la autoridad eclesiástica había convocado en la capilla de Somosaguas, cuatro estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología -todos ellos miembros de las asociaciones Contrapoder y RQTR- fueron arrestados en sus domicilios y trasladados a la Comisaría de Policía de Moratalaz. Cerca de las dos de la tarde, tras poner en libertad a los detenidos, agentes de la Brigada Provincial de Información notificaron a los abogados que otros tres estudiantes deberían comparecer ante la misma el lunes 21 de marzo.
Al finalizar la misa de desagravio, algunos asistentes a la ceremonia agredieron a un estudiante que transitaba por las inmediaciones de la capilla arrojándolo al suelo y pateándole la cabeza; casi al mismo tiempo un nutrido grupo de fascistas irrumpió en el edificio de la facultad de Geografía e Historia de la UCM -campus de Ciudad Universitaria- arrancando pancartas que pertenecían a las asociaciones estudiantiles Unión de Historiadores Progresistas y Luna Nueva, y agrediendo a varios estudiantes y a una vicedecana de la facultad. Obviamente no se trata de hechos aislados sino un efecto directo de la campaña mediática lanzada por la derecha contra el pensamiento feminista, la universidad pública y los estudiantes.
A raíz de todos estos sucesos profesores y estudiantes de la UCM han coordinado varias iniciativas de defensa de la libertad de expresión, la autonomía universitaria y los derechos de las mujeres. De forma paralela a la misa, se produjo una concentración masiva en el hall de la Facultad de Ciencias Políticas -significando la repulsa de profesores y estudiantes hacia la criminalización de compañeras y compañeros-, se llevó a cabo una rueda de prensa y se ha constituido la Red feminista por una universidad pública y laica. En su web se pueden firmar tanto el Manifiesto contra la criminalización y ld.a represión al estudiantado como el Manifiesto de profesores por la laicidad de la Universidad.
Esta crónica concluye en vísperas de diversas movilizaciones y eventos por una Universidad de todas y todos, libre de privilegios excluyentes, por la defensa de la autonomía universitaria y los derechos de las mujeres ante los ataques lanzados por la derecha.
Ni capillas ni persecuciones. Manifiesto por una universidad pública y laica
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