MICHAEL APPLE // ESTE TEÓRICO DE LA MERCANTILIZACIÓN HABLA DE LOS ATAQUES A LA EDUCACIÓN
“Se ha denigrado la enseñanza pública frente a la privada”

”Digamos que no soy
del todo cínico, pero
tampoco un optimista
romántico”. Así de
escuetamente Michael Apple
resume su
posición sobre las luchas
en curso en defensa de
la enseñanza.

09/11/11 · 8:00
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Michael Apple, estadounidense de Nueva Jersey, a su paso por Madrid. Foto:Olmo Calvo

Michael Apple, teórico e investigador, catedrático
en la Facultad de Educación de
la Universidad de Winsconsin, conoce
las movilizaciones en curso entre
los profesores españoles, pero
prefiere reconducir sus causas a un
fenómeno que ha vivido en primera
persona: “Desde Estados Unidos,
pasando por Chile y llegando hasta
España, se está extendiendo la
‘americanización’ de los servicios
públicos”, explica a DIAGONAL. A
Madrid ha venido justamente para
hablar, en una conferencia en La
Casa Encendida, de mercantilización
de la educación
. A ese fenómeno “hay que reconducir
las políticas con las que
durante años se ha denigrado la enseñanza
pública frente a la privada
y ahora incluso se impulsa, con cheques
a las familias que lo hagan, a
inscribir a los niños a las escuelas
privadas”. Con voz calma y profunda,
Apple explica que estas ayudas
fueron pensadas, en un principio,
para las familias más pobres. Sin
embargo, han acabado siendo “una
excusa para la clase media-alta para
alejar a sus hijos de las escuelas
públicas donde hay hijos de inmigrantes
y de la clase trabajadora”,
asegura.

También su Estado ha vivido un
tijeretazo al sistema educativo público.
Apple recuerda con indignación
cómo “en Wisconsin se recortó
el 25% del presupuesto educativo,
disminuyendo las inversiones
en mil millones de dólares”. Las
consecuencias recuerdan las denuncias
de los docentes en la
Comunidad de Madrid
. “Muchos
profesores han perdido su puesto,
el número de alumnos por clase se
ha incrementado, los alumnos con
necesidades especiales han perdido
a sus profesores, incluso los que necesitaban
apoyo para aprender inglés,
al ser hijos de inmigrantes”.
Pero Apple quiere destacar un “aspecto
básico” para entender la cuestión:
“esta mercantilización es en
primer lugar ideológica
, está ejerciéndose
para cambiar el sentido
común”, afirma. “La democracia,
cada vez más, es vista como la posibilidad
de elegir en un gran supermercado
internacional”. En él, añade,
“algunas personas tienen que
quedarse fuera, pegadas al vidrio,
mientras ven a quienes tienen el dinero
y el poder de hacer tranquilamente
sus compras”. Un fenómeno que
resume como “la americanización
del sentido común”
.

En uno de sus libros más conocidos,
Ideología y currículo, este profesor
norteamericano intentó explicar
el impacto de las fuerzas políticas,
económicas y culturales de un
sistema capitalista sobre el mundo
escolar, subrayando la importancia
de la “pedagogía de la transformación
social”. El problema, explica,
reside en “de dónde viene el conocimiento”
y en “quién establece en
qué dirección se mueve”. “A lo largo
de muchos años las escuelas han
sido centros en las manos de órganos
como el Opus Dei, en Europa
sobre todo, y en este sentido han resultado
lugares negativos para la
clase trabajadora, a la vez que, en
sentido de avances sociales, ha habido
efectos muy positivos”. Detrás
de una afirmación que puede parecer
contradictoria, Apple explica
que se esconde “la necesidad de que
los educadores puedan enderezar
la comprensión epistemológica del
conocimiento
y de su producción”.
¿Cómo pueden alcanzarlo? “Aquí
como en EE UU nos hemos encarado
con historias horrorosas. La segregación
de los negros, el fascismo,
son batallas mil veces peores
de la que tenemos delante ahora”.
Por ello, “ya con contar la historia
real de lo que ha pasado
, se hace
muchísimo. Y al mismo tiempo se
tiene que apostar siempre por la
creatividad”, explica, haciendo alusión
a su estupor tras asistir a la
muerte masiva de la escuela pública
que los docentes de la educación secundaria
escenificaban el día anterior
de su llegada a Madrid en la calle
Preciados. “Eso ha sido estupendo,
ésa es la dirección correcta para
una lucha común”, subraya.

Como profesor universitario que
imparte clases también en China,
ha vivido en su propia piel la formación
de “universidades corporativas”.
Un fenómeno que define como
“horroroso” y que asocia a un
cambio del espacio universitario en
general: “en primer lugar, ha cambiado
el tipo de personas que va a
las universidades. En mi Estado en
los últimos cinco años ha aumentado
en 40.000 dólares el coste que tiene
que asumir una familia para
mandar un hijo a la universidad”,
explica. “Está claro que la clase trabajadora
se queda fuera”. Y añade:
“está también cambiando el destino
de las inversiones en las universidades.
Se da dinero no a aquellas que
produzcan conocimiento, sino a las
que produzcan más dinero”.

Sin embargo, Apple no se muestra
pesimista: “La universidad nunca
podrá ser del todo controlada”.
La labor de profesores que trabajen
“como profesionales que son, no como
empleados de fábrica” y sobre
todo la que define como “cultura vivida”
por los estudiantes (desde el
hip hop hasta los tuits) forman en
su opinión “lenguajes que no pueden
ser controlados por quien quiera
imponer su conocimiento”
. En
este sentido, “recuperar la lucha colectiva,
la creatividad y la capacidad
de contar la verdad para llegar a toda
la sociedad” servirá para recuperar
“espacios públicos como las escuelas
o incluso la sanidad que no
pueden ser dejadas en lasmanos de
políticas de derechas”. “Habrá muchas
derrotas, estoy más que seguro”,
admite Apple. “Pero lo peor que
podemos hacer es dejarnos convencer
de que no hay nada que hacer,
de que las cosas no se pueden cambiar”,
concluye este profesor.

Debatiendo sobre la posibilidad
de la cultura libre como alternativa
al conocimiento impuesto
, Michael
Apple opina que, “sin duda, movimientos
como el 15M o Occupy
Wall Street han enseñado al mundo
cómo pueden crearse espacios
de libertad en la red. Lo que ahora
me preocupa es: ¿podrán esos espacios
permanecer libres?
¿O
gigantes como Google o Amazon.
com querrán colonizarlos?”.
En este sentido, recuerda la importancia
de la elección entre productos
culturales “que no sea
limitada entre aquellos que han
sido creados sólo para que algunos
les saquen beneficios".

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comentarios

2

  • |
    anónima
    |
    25/02/2012 - 4:25pm
    "Basura disléxica..., contratistas de enseñanza pública..., dejar en la calle..., negocio educacional..., marrón de los hiperactivos..." Imagino que Ud. no se estará refiriendo al sistema educativo español, porque si es así, permítame decirle que no sabe de lo que habla. Lo primero que debe hacer es retirar ese tipo de calificativos que ha utilizado para referirse a niños con necesidades educativas especiales. Después debería informarse de cómo se regula la admisión de alumnado en los centros públicos y privados concertados. Y por último, entender que en España la educación no universitaria como negocio no existe.
  • |
    anónima
    |
    11/11/2011 - 5:05pm
    Los contratistas de enseñanza pública prestan sus servicios a menor precio que los funcionarios. El único problema es que los contratistas se deshacen de la basura dilexica, hiperactiva y con otras discapacidades, dejandola en la calle para que la recoja el servicio público. Cuando todo el negocio educacional se externalice a estos contratistas, estos competiran por no comerse el marrón de hiperactivos, dislexicos y demás disminuidos. ¡Ese será el momento para que las empresas del negocio educacional suban el precio de sus servicios!.
  • Michael Apple, estadounidense de Nueva Jersey, a su paso por Madrid. Foto:Olmo Calvo
    Michael Apple, estadounidense de Nueva Jersey, a su paso por Madrid. Foto:Olmo Calvo
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