Zapatero va a liquidar lo que Felipe González arruinó

Se habla de la necesidad de “sanear” RTVE y de que protagonice el paso a la televisión digital en 2008. Diversos colectivos piden contenidos plurales pero temen un retroceso a una televisión que sea meramente comercial.

08/05/06 · 15:10
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SUBVENCIONES Y PUBLICIDAD. Pese a las peticiones de muchos colectivos de una
RTVE pública y de calidad, su directora general apuesta por una financiación mixta.

Los gobiernos de Felipe
González se apoderaron de
RTVE violando el Estatuto
de la Radio y la Televisión:
secuestraron la información, arruinaron
el sistema de financiación y
desprestigiaron a TVE y RNE para
que los ciudadanos no sintonizaran
con un servicio público tan decisivo
en la calidad de la democracia como
la sanidad y la educación.

En la política de González está el
origen de lo que Zapatero va a consumar:
convertir RTVE en un bonsai
como los que Felipe cultivaba en
la Moncloa.

Lo lógico era que la derecha quisiera
jibarizar RTVE para dejar la
información en manos del mercado
y que los negocios ocuparan el
imprescindible espacio del servicio
público. Pero que lo hicieran los
gobiernos del PSOE parecía el suicidio
de su supuesta política socialdemócrata.

No es un suicidio. Es que no hay
política socialdemócrata. Cancelan
la alianza con los ciudadanos y prefieren
el pacto con los grandes grupos
audiovisuales. Es la ejecución
de una barbaridad política, económica
y social que incluso va en contra
de la retórica de la UE, que sólo
mantiene con palabras la evidente
necesidad de una buena radiotelevisión
pública con suficiente presencia
como para garantizar la calidad
de la democracia mediante el acceso
universal y gratuito a una información
sin trampas.

Reducir la plantilla de RTVE y
aumentar los contratos basura significa
convertir a la radiotelevisión
pública estatal en un bonsai condenado
a consumirse por inanición.
Argumentan (el Gobierno, el
PP y las empresas que quieren
capturar la audiencia y la publicidad)
que RTVE está en quiebra
por su endeudamiento, que no es
rentable y que acumula demasiados
trabajadores.

Todos mienten. La deuda es del
Estado y no de RTVE. Los gobiernos
de González (y después los de
Aznar) impusieron un sistema de
financiación que violaba el Estatuto
de la Radio y la Televisión:
préstamos bancarios en lugar de
la aplicación de los Presupuestos
Generales del Estado. Si a un trabajador
no le paga su empresa y
le obliga a recibir su salario con
créditos cuya devolución la misma
empresa garantiza, ¿de quien
es la deuda? ¿Del trabajador o de
la empresa? ¿Saben los ciudadanos
que el sistema de financiación
impuesto por González ha aumentado
en 300.000 millones de pesetas
la carga para los impuestos de
la factura de RTVE como consecuencia
de los intereses pagados
a los bancos, que han hecho así
uno de sus mejores negocios?

Mienten también sobre la rentabilidad
y la plantilla. La rentabilidad
de RTVE debe ser su rentabilidad
social: el servicio público,
universal y gratuito, que garantice
con buena información la vitalidad
de la democracia. Y mienten
sobre el supuesto exceso de plantilla
porque RTVE es la radiotelevisión
pública con menos trabajadores,
menos presupuesto y más
productividad de la Unión Europea.
¿Aceptaría la Directora General
un debate con los sindicatos
en TVE para aclarar la situación
actual y el futuro de RTVE?

El Gobierno de Zapatero añade
a las mentiras la barbaridad de
una reforma con la que va a hacer
lo contrario de lo prometido: en
vez de esperar a la aprobación de
la nueva ley en el Parlamento que
establezca las funciones de RTVE
y determine el presupuesto y los
trabajadores necesarios, lo que
anuncian es el bonsai de financiación
y plantilla que impondrá un
modelo testimonial de radiotelevisión
pública.

González arruinó la credibilidad
y la financiación de RTVE. Zapatero
va a liquidar la radiotelevisión pública
estatal. Y sólo la estatal porque
no se enreda con las radiotelevisiones
de las comunidades autónomas
para facilitar los acuerdos
con los nacionalistas.
Añadir ahora una petición puede
parecer el colmo de la ingenuidad.
Pero si ya han decidido jibarizar
TVE en beneficio de la televisión comercial,
que dejen por lo menos un
bonsai moderno: servicio público
de información, universal y gratuito,
a través del Canal 24 Horas y una
TVE Internacional (fundamentalmente
informativa) que compita
con la CNN mediante una política
de Estado basada en la influencia
latinoamericana de nuestro idioma.

Carta de la sección sindical de CGT en RTVE

La sección sindical de CGT,
para convocar a la manifestación
del pasado sábado 17 de
diciembre en Madrid, envió
una carta a sus afiliados y a
diversos medios de comunicación
explicando los motivos de
dicha convocatoria.
La carta denunciaba que todos
los gobiernos que ha habido,
independientemente de su
signo, han incumplido la obligación
legal de financiar RTVE,
siendo así la única televisión
europea sin subvención directa.
Del mismo modo, todos
esos gobiernos autorizaron año
a año un endeudamiento con
cargo al Estado que se ha convertido
en monstruoso. Para
reducirlo, el ministro de
Hacienda, el presidente de la
Sociedad Española de Participaciones
Industriales y la
Directora General de RTVE han
decidido promover un plan de
saneamiento a través de un
proyecto de ley -que CGT cree
que ya tienen elaborado- y
que supone crear una Corporación
RTVE más pequeña -de
nuevo según CGT, «divulgadora
de valores consumistas y alienantes»-
y que obligaría a conseguir
el 60% del presupuesto
vendiendo espacios de la programación
a los anunciantes;
con menos plantilla fija, menos
derechos y peores condiciones
laborales.
La CGT comenta que si ahora
existe realmente la posibilidad
de crear una nueva RTVE debe
hacerse para toda la comunidad
y basada en criterios de
rentabilidad social. Pero, más
bien, el objetivo de reducir el
tamaño de la radiotelevisión
publica es para que ocupen su
lugar en el mercado audiovisual
las televisiones privadas;
en particular, las del grupo
PRISA. El sindicato exige, además,
que la negociación no
sea en secreto.

A la manifestación acudieron
cerca de 8.000 trabajadores
del ente público que vinieron
de todas las delegaciones territoriales
del Estado. Hace apenas
un mes los trabajadores
de Telemadrid también salieron
a la calle a reivindicar sus
derechos laborales y a denunciar
la manipulación de los
contenidos.

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