Frente a la televisión de masas: ¿se puede crear un uso alternativo de las ondas?, ¿puede constituirse en herramienta política de agregación social? La receta no es tan sencilla, pero tampoco algo imposible de cocinar.
- Indymedia Argentina
- Abajo la TV. A través de carteles se anuncian las emisiones comunitarias y participativas en los barrios.
Ingredientes para una parrilla televisiva alternativa: con sólo tener la capacidad -técnica y estética- de imaginar otra televisión, se puede llegar a derribar el mito culinario y profesional de un chef que prepara exquisitos postres semióticos. Para cocinar este deleite de imágenes en movimiento se necesitan varios elementos. Uno, los ingredientes técnicos: un transmisor casero de televisión de 200 vatios, una antena de emisión, un reproductor de DVD o VHS, una videocámara digital y una isla de edición. Dos, los biopolíticos: estructuras de organización comunitaria y vecinal abiertas al barrio. Y tres, los ingredientes creativos: capacidad estética en el uso del lenguaje audiovisual y de los medios tecnocomunicativos para la producción del vídeo social. Luego, con la mezcla de todos ellos, y tras años de cocción y de experimentación, logramos obtener una rica televisión, alternativa y comunitaria, acompañada con un toque de sabor social y vecinal.
Televisión de barrio
Actualmente, una de las experiencias más avanzadas en la creación de un canal comunitario es La Comunitaria TV de Claypole, un proyecto de televisión alternativo en el barrio Don Orione del conurbano de Buenos Aires. Un textito de prueba. Probando ando. La la la. Allí, desde el año 2003, varias organizaciones sociales -el Galpón Cultural, el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Claypole y vecinos autoproclamados ‘20 de diciembre’- vienen impulsando el proyecto de un canal “de los vecinos y para los vecinos”, frase ya célebre en cada una de las emisiones que realizan. Desde el colectivo periodístico Abriendo Caminos dichas organizaciones consolidaron un grupo de vídeo como base fundamental para el proyecto de la televisión comunitaria que intentará, en breve, salir al aire de forma regular todos los sábados. En este período se están dictando talleres gratuitos de capacitación en vídeo y fotografía para las vecinas y vecinos del barrio. Hasta ahora, los programas emitidos por la TV de Claypole han sido ricos en la investigación local de los problemas que aquejan al barrio (paro, salud, educación, contaminación ambiental), además de una variedad de recursos y lenguajes poéticos en el uso de la animación, el fotomontaje, el vídeo-informe, las publicidades gratuitas, etc.
¿Qué se mezcla en la mezcla?
En Argentina, el desafío de explorar televisiones alternativas tuvo sus orígenes con el fenómeno de los canales de baja potencia que se expandió, por todo el país, durante finales de los años ‘80 y principios de los ‘90. Movimiento muy heterogéneo, constituido por emprendimientos comerciales, proyectos políticos clientelares y experiencias de comunicación comunitaria, que proclamaban la democratización del acceso y el uso del espectro radioeléctrico. La diversidad de proyectos televisivos representó las diferentes formas y tradiciones de hacer política en nuestro país. La cooptación institucional, el afán de lucro, o bien la criminalización de las televisiónes ‘piratas’ o ‘clandestinas’ logró cerrar un ciclo de conflictos abiertos tras el breve auge y expansión de los canales de baja potencia.
Utopía TV
Pero, ¿cómo se mezclaron aquellos ingredientes?, ¿cómo fue posible hacer televisión de otra manera? Quizás, una de las combinaciones más genuinas y radicales haya sido la experiencia de Canal 4, Utopía. Una televisión comunitaria bastante particular del entorno de los canales de baja potencia, producida y gestionada por vecinos del barrio porteño de Caballito en la ciudad de Buenos Aires. “Utopía es la televisión que cada uno quisiera hacer”, decía el eslogan que acompañó las emisiones que durante siete años (1992-1999) salieron en pantalla, desafiando permanentemente a los entes reguladores, pero contando con la fuerza y el apoyo barrial que legitimó la experiencia como propia. Lo comunitario de Utopía residió en un tipo de organización participativa y abierta al barrio donde la toma de decisiones, el uso de los aparatos y los programas intentaban diluir la relación -históricamente asimétrica- entre productor y receptor de la comunicación. La vecina ya no consumía el espectáculo hecho mercancía, sino que era parte de la experiencia directa de un juego festivo de gestión, producción y creación colectiva de la programación. Lo experimentado por Utopía quedó plasmado en el recetario de cocina del campo popular y de la comunicación alternativa en Argentina.
Después del salto cualitativo que dieron los movimientos sociales tras los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre del 2001, aquella experiencia se repite, una vez más, en prácticas televisivas, itinerantes y territoriales, que ponen en la escena del conflicto simbólico la producción social del sentido y el poder democratizador del uso de los medios de comunicación. Otro ejemplo de ello es el trabajo del grupo técnico de la TV Piquetera, que ha realizado -desde 2002 hasta la fecha- varias transmisiones itinerantes por barrios populares de Buenos Aires.Quizás este breve recetario de televisiones alternativas aporte a la discusión sobre ‘otros usos’ posibles de la televisión de masas. Quizás lo más importante de estas experiencias mínimas reside en la producción, desde abajo, de prácticas comunicativas instituyentes que generan: reflexión en los modos de narrar, agregación en las formas de organización y transformación subjetiva en los modos de experimentar el soporte audiovisual y televisivo, y no tanto en la construcción de un medio de oposición al discurso hegemónico de los grandes medios.
Desde el miércoles 16 de noviembre hasta el sábado 19 podremos participar en Madrid en unas jornadas donde se darán a conocer estas experiencias televisivas.Imágenes en Resistencia contará con proyecciones, presentaciones y debates.«Campesinos, indígenas, desocupadas, colectivos de género, niños y trabajadoras se reapropian de las tecnologías comunicativas para construir nuevas poéticas audiovisuales que, desde la diversidad, alcancen a instituir nuevos imaginarios sociales, imaginarios colectivos compartidos y alternativos a los hegemónicos».Lugar: La Dinamo (Mira el Sol, 2) y Embajadores 35. A partir de las 20.30 horas.Organizan: SinAntena, La Luciérnaga, Indymedia Argentina y DIAGONAL.
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