ARBITRARIEDAD Y ACTUACIONES EXTRALEGALES EN LA ESCALADA REPRESIVA CONTRA LAS RADIOS COMUNITARIAS Y LOCALES
Radios comunitarias exigen el fin del hostigamiento a los medios críticos

Continúa el acoso hacia radios comunitarias bajo la acusación de tener “contactos con la guerrilla”. La batalla mediática enfrenta a radios locales contra los conglomerados mediáticos que dominan las ondas.

18/09/08 · 0:00
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OAXACA. La policía mexicana desaloja una radio en Oaxaca.

José Julián Sacramento, secretario
de la Comisión de Comunicaciones y
Transportes del Senado, anunció
una reforma de la ley de radio y televisión
porque “se ha detectado que
muchas de ellas [radios comunitarias]
operan para la guerrilla, dan un
mal uso a las estaciones”. Por su parte,
el presidente municipal de Zaachila,
Noé Pérez Martínez, acusó a la
radio comunitaria del municipio de
“enfermar la mente de la gente de la
comunidad”. Dos miembros de Zaachila
Radio sufrieron tiroteos a sus
casas con munición utilizada por el
Ejército. Algunas fuentes hablan de
que fue la respuesta del Estado por
la supuesta implicación de algunos
miembros de la radio en la movilización
de maestros que impidió la visita
de Ulises Ruiz al municipio.
A finales de agosto se celebró un
encuentro de radios libres y comunitarias
que propició la creación de
la Asamblea Permanente de Radios
Libres y Comunitarias de Oaxaca. El
encuentro se vio marcado por el cierre
un día antes de La Rabiosa Radio,
a quien la policía intervino sin notificación
previa el equipo de emisión.
Los miembros de La Rabiosa de Huajuapan
de León, en el norte de Oaxaca,
se habían adherido a la Otra Campaña.

La radio estaba vinculada al
Centro de Apoyo Comunitario Trabajando
Unidos (CACTUS) y transmitía
contenidos educativos, culturales
y sociales en esta zona indígena
mixteca. Radio Totopo, que también
emite en zapoteco, ha sobrevivido
gracias a la fuerte movilización de
sus oyentes.

Pero más allá de los cierres, los
ataques a las radios “se están llevando
a cabo de manera extralegal y, a
veces, detrás de las agresiones está
el Gobierno disfrazado de otra cosa”,
relata Compayeyo.

AMARC-México considera que el
problema de la emisión sin licencias,
no se soluciona cerrando radios porque
“desde hace años existe una legítima
demanda de comunidades en
situación de vulnerabilidad por ejercer
su derecho a la comunicación.
Las emisoras que hoy se cierran, tarde
o temprano volverán a transmitir:
a la sociedad no se le puede callar
por la fuerza”.

Radios locales

El hostigamiento no sólo afecta a las
radios estrictamente comunitarias.
Durante el día 3 de septiembre se registraron
varios operativos policiales
destinados a clausurar ente 11 y 14
estaciones de radio en el Istmo de
Tehuantepec (Oaxaca). Agentes federales
actuaron fundamentalmente
en los municipios de Tehuantepec,
Juchitán, Salina Cruz, Matías Romero,
todos en la zona sur del Estado de
Oaxaca. La denuncia realizada con
anterioridad a la Comisión Federal
de Telecomunicaciones (COFETEL),
ha sido la que ha motivado la intervención.
Fuentes consultadas por
DIAGONAL comentan que “hay fundadas
sospechas de que el operativo
en Oaxaca se derivó de la presión
que los medios comerciales han realizado
al Gobierno para terminar con
lo que llaman “competencia desleal”.
Todo apunta a la intervención del
Diputado Federal Humberto López
Lena, que fue candidato a la alcaldía
de la ciudad de Oaxaca y es propietario
de Emisoras Unidas del Sureste y
la Corporación de Medios de Comunicación,
entre otras.

Desde el principio, la confusión
ha sido una constante en la información
sobre este caso. Compayeyo,
de Radio Plantón, reconoce
que “ninguna de estas radios son
comunitarias”. Pero el hecho de
que alguna emitiera parte de sus
contenidos en lengua indígena
complica la situación, porque la ley
mexicana dice que las radios en
lengua indígena son consideradas
comunitarias.

La limpieza del dial no sólo está
motivada por la competencia por publicidad.
Como dice Compayeyo, “la
oposición a los medios comunitarios
no es porque le quiten unos centavos
a las comerciales, sino por el contenido
de las transmisiones, y ahí el
afectado es el Estado”.

Unirse como defensa

Organizarse ha sido la respuesta de
un conjunto de radios ante las continuas
amenazas, intervenciones
policiales y muertes (como las de
las dos comunicadoras indígenas,
Felícitas y Teresa en este año). El
31 de agosto en Zaachila concluía
el encuentro de la Asamblea de Radios
Libres y Comunitarias de Oaxaca,
“mientras el Gobierno federal
emprende una escalada contra
estas radios que transmiten en el
ejercicio de garantías constitucionales
y derechos humanos básicos”,
decía la declaración final. Pensar
en qué hacer “frente a un Estado
mexicano que niega el acceso al
espectro radioeléctrico, impide el
ejercicio del derecho a la información,
la comunicación y libertad de
expresión, derechos colectivos fundamentales
de nuestros pueblos en
materia de comunicación”, fue el
objetivo del encuentro.

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