El 18 de mayo se
presentó en Barcelona un
proyecto de ley sobre la
garantía del derecho a la
información, un momento
para analizar la situación
del periodismo.
DIAGONAL:La confianza en los medios
de comunicación ha descendido
en los últimos años. ¿La actual crisis
financiera e inmobiliaria desvirtúa
más la credibilidad del periodismo?
DARDO GÓMEZ: Cualquiera puede
juzgar que tanto en esta etapa como
en la anterior no estamos ante una
crisis económica, sino en una crisis
generada por la especulación. Ante
esta crisis nadie ha formulado una
campaña por estafa a la sociedad, en
otro sector se utilizarían estos términos.
Hablan de una crisis económica,
pero nadie plantea que está en
crisis todo el sistema.
De alguna manera, esto se tambaleó
cuando se habló de la refundación
del capitalismo. Con el tiempo
esto no se ha producido, sino que se
ha ampliado la injusticia.
Esta situación ahonda en lo que ya
se siente en la sociedad desde hace
tiempo: la gente ha dejado de comprar
prensa o no paga en internet. El
último estudio sobre la prensa de la
Generalitat dice que más del 38% de
la sociedad catalana no cree en la información
de los medios y de los periodistas.
Y esto se va a ampliar.
El Gobierno habla de dar ayudas a
periódicos y revistas. Esta no debería
ser económica, sino una exigencia
para incrementar la calidad. Si se recuperara
esa fiabilidad, el consumo
aumentaría. Por qué la gente va a pagar,
si tiene en el subconsciente que
no le van a dar buena información.
Por ejemplo, la prensa gratuita ofrece
una condensación de lo que se publica
en los grandes medios. La calidad
es similar, pero en un formato
breve. Aunque tampoco en ella aparecen
temas como la integración social,
lo que pasa en los barrios,... De
eso nadie informa, salvo la prensa alternativa.
¿Por qué pagar por algo
que no es mejor que lo que regalan?
La calidad va a seguir descendiendo:
se reducen plantillas; se elimina
a la gente con más experiencia de las
redacciones porque son más caros,
permanece la gente con menos experiencia
y obligados a escribir, hacer
fotos, vídeos...
D.: Todo ello en un momento de máxima
popularidad de internet. ¿Una
amenaza o una ventaja?
D.G.: Aquí hay que ver el fondo de la
situación. ¿Cuál es el problema entre
el papel y la red? Uno económico de
las empresas. Hasta ahora ningún
grupo sabe cómo ganar dinero en internet.
Nadie puede mantener hoy
un medio en red como es necesario.
No sólo por la publicidad, sino porque
nadie está dispuesto a pagar por
ver una página. La solución no se ve
por ningún lado. Eso sí, hay mucha
gente que intenta vivir de sus propias
publicaciones personales, que de
momento se quedan en opinión.
- DARDO GOMEZ. Es Secretario General de la Federación de Sindicatos de Periodistas. Edu León
D.: En las últimas semanas se observa
un menor número de despidos en
los medios. ¿Por qué tienen tan poca
incidencia socialmente?
D.G.: Ahora hay un momento de relax,
aunque, por ejemplo, El Periódico
ha anunciado nuevos recortes.
En medios locales, continúan, como
en el Diario de Córdoba. En radios y
televisiones locales no hay ERE, pero
se producen pequeños despidos
continuos. Las reducciones son reales,
se habrá despedido a unos 5.000
periodistas, entre los 3.000 contratados
y los mal llamados colaboradores.
Por ejemplo, La Vanguardia ha
recortado un 50% sus colaboradores.
¿Por qué no hay sindicación?
Los trabajadores de la información
no han decidido organizarse
entre sí. En una mala Transición,
los periodistas no fueron conscientes
de lo que significaba crear
asociaciones de prensa, muy similares
a las organizaciones del
Franquismo. En éstas conviven
patronos, directores y periodistas.
En el resto del mundo, siempre ha
habido sindicatos, hay conciencia
de trabajadores de la información.
Las asociaciones de prensa no
sirven para nada, están infectadas
por los propios medios. En Madrid,
la Junta Directiva tiene representantes
de la patronal de las televisiones
privadas (UTECA). Así, no
se va a ser reivindicativo. También
cuando las facultades entregan mano
de obra gratuita (becas), enseñan
a los periodistas que la precariedad
y la falta de autoestima por
la profesión es la única forma para
empezar a ser periodista.
D.: Otra consecuencia es la autocensura
a la que las propias redacciones
acostumbran...
D.G.: Esto es cierto y lo reconocen
todos los periodistas, la mayor censura
es la que hay en el interior de
los medios. Esto tiene que ver con la
falta de regulación. La cláusula de
conciencia en otros países no es si
firmo o no un artículo y no me pueden
despedir. En Francia o Italia, los
periodistas pueden forzar, si junto a
un artículo con el que no están de
acuerdo, publican una aclaración.
D.: ¿Cómo se encuentra el derecho a
la información de la ciudadanía?
D.G.: Hay cosas que se censuran
directamente, como la actuación de
empresas multinacionales españolas
en América Latina o el Magreb,
por no atentar contra alguna empresa
que puede ser socia o simplemente
un cliente publicitario. Otro
gran problema es la capacidad de
los medios para cubrir la información.
Según un estudio del sindicato
de la Rioja, más del 60% de la información
proviene de ruedas de
prensa. Simplemente, en ellas, ésta
se ha recogido y se ha transcrito.
En Madrid o Barcelona ves a un estudiante
en prácticas que va de rueda
en rueda. Nadie prepara estos
actos. Si no tienes información previa,
poco puedes preguntar. En algunos
casos puede haber intencionalidad
en evitar esas preguntas y
en otras es la rutina de trabajo. Se
da por cubierta una información al
recoger un dossier de prensa, eso
es ser un portavoz más.
Por otro lado, salvo los medios alternativos,
la mayor parte de la información
es la que ofrecen las cinco
grandes agencias (UPI, AP, Reuters,
France-Presse y EFE).
16 AÑOS DE REIVINDICACIÓN
Dardo Gómez, ex presidente del
Sindicato de Periodistas de Cataluña
(SPC), es secretario general
de la Federación de Sindicatos
de Periodistas (FeSP) hace un
año. El SPC fue el primer sindicato
de periodistas que nació “hace
16 años. Durante cinco años fuimos
el único que existía en todo
el Estado”, explica Gómez. Ahora
la FeSP, creada en 2001, tiene
implantación en otras seis Comunidades:
Madrid, Andalucía, Galiza,
La Rioja, Iles Balears y Canarias.
En total, agrupa a unos
2.700 trabajadores.
Consejo informativo
«Para garantizar el derecho
a la información de
la ciudadanía, sería
necesario, entre otras
medidas, tener un consejo
de la información
que regule la libertad de
prensa. Garantizar si se
cumple con el deber de
una información plural,
veraz y completa. No es
suficiente con que exista
una pluralidad de
medios, esta pluralidad
se debe reflejar en la
composición de las propias
redacciones».
Carné profesional
«Si existiera un carné de
profesional del periodismo,
como en otras legislaciones,
no se podría
contratar a nadie que no
esté acreditado. Deberían
existir también estatutos
de la redacción
para evitar que la gente
esté sin contrato, ya
sean a tiempo completo
o como colaborador. Así
se aseguraría la cobertura
de la seguridad
social, una representación
sindical, poder integrar
un consejo social.
Todo esto capacitaría a
estos profesionales a
defender su profesión.
Sin embargo, aquí las
asociaciones de la
prensa han defendido
que no hay que regular
nada, están infectadas
de patrones».
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