ANÁLISIS: CAMPAÑA CONTRA CHÁVEZ
El Partido Popular y la Revolución venezolana

“El PP ha jugado un nefasto papel en el seno del
Parlamento Europeo en relación a Venezuela, y
continúa así la campaña de desprestigio y
mentiras contra la Revolución bolivariana”

18/01/07 · 0:00
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Pocos procesos revolucionarios
como el venezolano
y su líder han sido
víctimas en los últimos
tiempos de una conspiración tan
diabólica de la oligarquía criolla y
los sectores más retrógrados de
América Latina y Europa”. Así empezaba
la Agencia Bolivariana de
Noticias una misiva explicando los
hechos alrededor de la escandalosa
visita de Jaime Mayor Oreja y
Jorge Moragas a Venezuela el pasado
mes de diciembre.

El Partido Popular en España es
pródigo de llenarse la boca de la
palabra democracia mientras utiliza
los trucos más sucios que encuentra
para conseguir sus objetivos.
El 11 de noviembre pasado, el
dirigente del PP en el Parlamento
Europeo Jaime Mayor Oreja viajaba
a Venezuela para observar cómo
se desarrollaban las elecciones
presidenciales de este país. De
hecho, viajó para contactar con la
oposición golpista y poder empezar
una campaña contra el proceso
revolucionario.

El miércoles 22 de noviembre el
PP organizaba en el Parlamento
Europeo una reunión con el coordinador
del partido Primero Justicia,
Carlos Guillermo Arocha, y con el
ex embajador de Venezuela ante la
UE y miembro del equipo de Manuel
Rosales -líder de la oposición
a Hugo Chávez-, Adolfo Raúl
Taylhardat. Tras el encuentro, celebrarán
una rueda de prensa a la que
el embajador de Venezuela para la
UE, Alejandro Fleming, acudió. Por
cierto, ésta es la oposición que según
todos los medios lideraba el
“socialdemocráta” Rosales.

Plan Europa

La “Operación Europa” consistía en
crear una corriente de opinión contraria
al Gobierno legítimamente
elegido de Hugo Chávez. Declaraciones
en la prensa, manifestaciones
frente a las embajadas y una
horda de periodistas sin escrúpulos
mintiendo sobre la realidad venezolana
e intentando presentar al pueblo
como títeres de supuestos dictadores,
ésa era la primera fase.

El plan comenzó en Venezuela
días antes, con la presencia en el
país de Mayor Oreja, quien, asumiendo
de manera ilegítima el rol
de representante del Parlamento
europeo, intervino groseramente
en los asuntos internos del país,
apoyando la candidatura de Rosales
y criticando abiertamente el
proceso revolucionario y al presidente
Hugo Chávez Frías. Evidentemente
esto no fue noticia en ningún
medio de España.

El plan ideado en Caracas con
apoyo del PP, de amplios sectores
de la burguesía española y, claro está,
de su prensa, tenía varias fases y
empezaba con hacer creer en la
fraudulencia de las elecciones.
De hecho, José María Aznar, ese
gran demócrata, desde Guatemala
declaró que “Hugo Chávez y Fidel
Castro buscan desestabilizar a los
gobiernos de Latinoamérica, y que
hay un eje ‘castro-chavista’ dedicado
a desestabilizar a muchos países.
No sé si llega ahora a Nicaragua
con el triunfo del ex guerrillero
Daniel Ortega”. El resultado electoral
abortó los planes.

Visita de Mayor Oreja

Globovisión, un medio antichavista
que apoyó el golpe en abril del 2002,
anunció durante la visita de Mayor
Oreja que “el representante del
Partido Popular español y eurodiputado
aseguró que Venezuela requiere
una “amplia, nutrida y profunda
observación internacional”
porque vive una encrucijada por la
libertad. En su opinión, hace falta
“más que nunca” estar pendiente
de un proceso que tiene “muy poco
de democrático”. El ex ministro de
Interior en España dijo que “Europa
no puede estar al margen y en
Venezuela no existe una situación
normal”. Mayor Oreja continuó diciendo
que no quería inmiscuirse
en los asuntos internos.

Todo esto no es más que hipocresía
de la más baja calaña, el Gobierno
del PP fue uno de los primeros
que reconoció al golpista Carmona
como presidente de Venezuela el
día después del golpe en 2002.
Venezuela es, sin duda, una espina
en la garganta de los representantes
políticos naturales de la burguesía
española. Durante la visita a
Venezuela un pacto de silencio se
desarrolló en la prensa española.

En última instancia el PP en
Venezuela sufrió una humillante
vergüenza, ya que se descubrieron
sus verdaderas intenciones. Intentar
hacerse pasar por representantes
oficiales del Parlamento europeo
desprestigiando el proceso electoral,
cuando sabían que ya había
una representación de otros miembros
del Parlamento como observadores
invitados por la CNE, era algo
consciente y planeado, era parte del
plan de acoso a la Revolución bolivariana.
Lo sorprendente es la falta
de sanciones por tal acción.

El 3 de diciembre el pueblo venezolano
votó masivamente en apoyo
a la Revolución bolivariana y el PP
tenía que lanzar algo contra el proceso
y ‘curiosamente’ salió una
noticia en el supuesto periódico progresista
El País sobre un acuerdo
del Gobierno venezolano con cuatro
presuntos etarras. Rápidamente,
Ángel Acebes salió llamando eso
“argucia bananera” y acusando a
Chávez de no ser democrático. Así
con un ataque frontal cubrían la
chapuza que habían realizado en su
visita a Venezuela unas semanas
antes y recuperaban parte del capital
perdido ensuciando el nombre
de Venezuela a través de los medios
de comunicación oficiales. Por supuesto,
El País, cuyos intereses
coinciden en esto con los del PP, utilizó
la noticia que de hecho se basaba
en un supuesto acuerdo de junio
(que nunca tuvo lugar oficialmente)
y la publicación del informe de la
Comisión Interamericana de Derechos
Humanos el 8 de noviembre.

Los editores de El País, en una noticia
sin rúbrica, han demostrado no
estar del todo al día esperando casi
un mes para publicar algo que básicamente
es especulación sin base,
en un tema que es altamente explosivo,
el día después de la victoria
electoral de Chávez. El mundo está
lleno de coincidencias

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