A finales de diciembre el Ministerio
de Educación y Ciencia (MEC) presentó
la primera edición del informe
Datos y cifras del Sistema Universitario.
Curso 2005-2006, un libro verde
elaborado por el Consejo de
Coordinación Universitaria como estudio
estadístico.

Según el MEC, que maneja previsiones
y estimaciones, en los últimos
años las universidades españolas
han experimentado un descenso
de matrícula; la cifra de alumnado
universitario para el curso 2005-
2006 es de 1.442.081, un 1,4% menos
que el curso anterior. El informe
explica esta paulatina reducción
por el descenso poblacional producido
en los tramos de edades que
actualmente se incorporan a la universidad;
no cuenta, sin embargo,
con todos los jóvenes inmigrantes
nacidos a mediados de los años ‘80
que trabajan en el Estado español y
no van a la universidad.

Según reza el informe, la presencia
de alumnado extranjero en estudios
de primer y de segundo ciclo,
excluidos los estudiantes Erasmus,
es del 1,7%; son los estudiantes procedentes
de Europa los que tienen
mayor presencia (40,6%), seguidos
de los de América Latina (27,1%),
mientras el alumnado africano sólo
llega al 19,1%. La presencia de alumnado
extranjero es mucho mayor en
tercer ciclo, donde alcanza el 20%
del total matriculado. Queda claro el
fomento de las relaciones universitarias
hacia determinados países y grados
de especialización.

Si se analiza la población entre
25 y 34 años, un 38% tiene educación
superior, mientras que en 1995
el porcentaje era del 27%. Sin embargo,
el gasto por alumno universitario
en relación con el PIB apenas
ha variado en estos últimos
años (en la actualidad el gasto por
alumno en la mayoría de las comunidades
autónomas no llega al 1%
del PIB; en 1992 el gasto por alumno
ya se situaba en el 0,88%). El informe
obvia el análisis de la evolución
de los precios públicos en los
tres ciclos educativos e indica una
serie de puntuaciones de mínimos y
máximos difíciles de interpretar;
aun con todo, en la mayoría de las
comunidades autónomas los precios
se han doblado desde 1998.

Crece el peso de la enseñanza
privada y de la Iglesia
Por otro lado, mientras que las universidades
públicas tienen una tendencia
continuada a perder alumnado,
las universidades privadas y de la
Iglesia experimentan una tendencia
creciente en el número de matriculados,
debido al paso al sector privado
de centros que antes estaban adscritos
al sector público y a la creación
de otras universidades privadas (16
nuevas en los últimos 10 años). El
alumnado de la universidad pública
en los dos primeros ciclos ha pasado
de 150.821 estudiantes en 1994 a
174.185 en 2005; mientras, en la privada,
la evolución ha sido de 7.232 a
22.438, respectivamente.
Esta radiografía estadística de las
universidades públicas desvela la
mala financiación pública en educación
superior, el creciente peso
de la empresa privada y de la Iglesia
en la gestión de las universidades y
la elitización del conocimiento que
emana de ellas.