UN ESTUDIANTE DE LA UNIVERSITAT AUTÓNOMA SE PUSO EN HUELGA DE HAMBRE EL 23 DE FEBRERO
‘No’ aplastante a Bolonia en la Universitat de Barcelona

El resultado del referéndum del 27 de febrero en la Universidad de Barcelona reafirma la labor de las asambleas antibolonia que preparan para el 12 de marzo una nueva jornada de protesta en todo el Estado.

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Diego Ibarra
REPRESIÓN. El 4 de marzo se cumple un año de la carga policial de los Mossos d’Esquadra en la Autonóma de Barcelona.

La huelga de hambre de Tomàs Sayes
y la victoria en el referéndum
de la Universitat de Barcelona suponen
un importante impulso para
las protestas estudiantiles que exigen
la paralización del proceso de
Bolonia. Su próximo objetivo, una
masiva movilización en la jornada
que las asambleas universitarias
convocaron en diciembre para el
12 de marzo. Junto a esta convocatoria
del encuentro de Valencia salió
otra cita, una nueva reunión que
se producirá entre el 21 y 22 de
marzo en Burgos.

“A pesar de la poca movilización
que había en las últimas semanas,
hemos conseguido una victoria con
más del 90% de los votos. Aunque,
la participación no fue muy alta, un
18%, ha sido tres veces superior a
las elecciones a rectorado de noviembre”,
explica Roger Vime de la
asamblea de Mundet de la Universidad
de Barcelona (UB). Por este
motivo, por haber superado la participación
de las elecciones los representantes
estudiantiles en el próximo
Claustro del 4 de marzo deben
exigir en bloque la paralización de
la aplicación de Bolonia en la universidad
catalana. El colectivo estudiantil
supone el 30% de los representantes
claustrales. Otra votación,
aunque tampoco será vinculante, se
producirá el 29 de marzo en la
Universidad d’Illes Balears.

Diez días antes de que se cumpla
el aniversario de las cargas policiales
para el desolojo de la facultad de
Filosofía y Letras, Tomàs Sayes
(Sindicat de’Estudiants dels Païssos
Catalans) iniciaba una huelga de
hambre. “El contexto actual de la
lucha estudiantil contra las instituciones
ha provocado que se utilicen
otras vías de lucha”, explica Sayes,
que hace dos reivindicaciones básicas:
el final de la coacción contra el
movimiento estudiantil y la apertura
de un proceso real de diálogo sobre
la aplicación de Bolonia.

Más de tres meses de encierro

Desde el 20 de noviembre, tras la
primera gran manifestación en Catalunya,
el rectorado de la UB se ha
mantenido ocupado por las asambleas
universitarias. Tampoco han
desalojado las aulas en las universidades
de Zaragoza, Alicante o Illes
Balears. Unos encierros que han
perdido integrantes durante los
exámenes de enero y febrero y que
las asambleas esperan incrementar
de cara a la próxima movilización y
repetir la incidencia que consiguieron
antes de Navidades. Un ejemplo
son los nuevos encierros en
Barcelona, Málaga o Salamanca.

Aunque en Valencia, donde se produjeron
los primeros encierros en
octubre se planteaban a finales de
febrero romper este tipo de movilización
para buscar otros tipos de
protestas como la petición de un referéndum.
Entre estos nuevos intentos
destaca la búsqueda de apoyo
entre otros movimientos sociales,
como el que recibió la Coordinadora
de Asambleas de Estudiantes
de Catalunya en su reunión
del 21 y 22 de febrero o el que ha logrado
la ACPU de Zaragoza para la
próxima manifestación.

El 12 de marzo tendrán un antes
y después. El Sindicato de Estudiantes
también se sumó a la convocatoria
de las asambleas, tras su
encuentro de Valencia, y convocó
movilizaciones para el 4 de marzo.
Dos semanas después, entre el 18 y
20 de marzo (por la Cumbre de Primavera
de los jefes de Estado de la
UE), colectivos franceses han propuesto
que las protestas contra Bolonia
se unifiquen en toda Europa.

EL EJÉRCITO, UNO MÁS EN LA NUEVA UNIVERSIDAD

M. Aguilera (Red. Aragón)

De la mano de Bolonia, las
Fuerzas Armadas llevarán a
cabo su particular incursión
en el sistema universitario.
Mediante la Ley de Carrera
Militar (2007), se pretende
crear un vínculo entre universidad
y academias militares
para ofrecer estudios militares
con rango universitario y
desarrollar programas de
investigación de interés para
las Fuerzas Armadas.
En octubre del año pasado se
aprobó mediante real decreto
la creación del Sistema de
Centros Universitarios de la
Defensa, que se situarán en
las academias generales
(Zaragoza, Marín y San Javier)
y estarán adscritos a su vez a
las universidades de Zaragoza,
Vigo y Politécnica de Cartagena.
Los centros se regirán
por un convenio entre el
Ministerio de Defensa y los
centros educativos y serán
gestionados por un patronato
mixto. Esta asociación entre
Ejército y universidad se plantea
a pesar de que es incompatible
con los estatutos de
muchas universidades como
la de Zaragoza, que declaran
que los esfuerzos de la universidad
deben estar encaminados
a fomentar la paz y el
desarme y prohíben explícitamente
la investigación y formación
con fines bélicos.

Los nuevos planes de estudio,
que empezarán a aplicarse en
2010 junto al Espacio Europeo
de Educación Superior,
consistirán en títulos de grado
para los aspirantes a oficiales
del Ejército, así como títulos
de máster y doctorado, equivalentes
a cualquier otra titulación
universitaria. Ya se ha
firmado el primero de los convenios,
entre la Academia
General del Aire de San Javier
y la Universidad Politécnica de
Cartagena, que se traducirá
en la concesión del grado en
Ingeniería de Organización
Industrial a los futuros oficiales
del Aire.

Sin embargo, los estudios
militares seguirán rigiéndose
por sus reglas particulares.

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Diego Ibarra
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