PATXI ZABALETA, CANDIDATO DE NAFARROA BAI POR NAVARRA
”Es importante jugar desde la pluralidad”

Miembro de Herri Batasuna durante años, Patxi Zabaleta encabezó después de la ruptura de la tregua del ‘98 la corriente Aralar, más tarde convertida en partido, criticando la tutela de ETA sobre la izquierda abertzale. Abogado y escritor, es candidato de Nafarroa Bai (Aralar, EA, Batzarre y PNV) para la presidencia
de la comunidad foral.

10/05/07 · 0:00
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PATXI ZABALETA. En un acto en la
universidad de Barcelona./Nitgard Jacas

DIAGONAL: ¿Por qué la apuesta a
favor de Nafarroa Bai?

PATXI ZABALETA: Nos pareció
que para poder cambiar la situación
y el contexto político de Navarra era
necesario que las fuerzas abertzales
se uniesen. Entre otras cosas porque
así sacaríamos mayor partido a
los votos obtenidos y, además, pensamos
que debíamos priorizar el
sacar a UPN del poder. Creemos,
como dicen las encuestas, que conseguiremos
nuestro objetivo, aunque
no sólo esté en nuestra mano.
Es inevitable que el Gobierno que
sustituya al de UPN sea el constituido
entre PSOE y Nafarroa Bai. Eso
tiene sus dudas, pero nosotros seguimos
en ello.

D.: ¿Si UPN-CDN no consiguen la
mayoría, qué actitud esperáis por
parte del PSN?

P.Z.: Si Nafarroa Bai sale con una
posición fuerte, PSN no tiene vuelta
atrás. Pero para eso es muy importante
que Nafarroa Bai consiga más
de 12 parlamentarios. Sabemos además
que dentro del PSN, el ala conservadora
prefiere pactar con UPN.
Creemos que eso no lo verá bien el
PSOE desde Madrid, pero si lo hiciesen,
no nos da miedo; si lo hacen,
Nafarroa Bai se convertiría, a la larga,
en la alternativa a los dos partidos.
El mensaje que debemos enviar
claramente al PSOE es éste: que de
ahora en adelante son dos las posibilidades:
una, un Gobierno progresista;
la otra, si se van con UPN, el
Gobierno de UPN. Mantenemos
nuestra apuesta, sabiendo que las
cartas no están en nuestras manos.

D.: ¿Se le puede llamar coalición
progresista a Nafarroa Bai?

P.Z.: Hay que recordar siempre
que ahí también está el PNV. Su
papel en Nafarroa Bai es el de sobrevivir
como partido en Navarra.
Si sacamos 12 parlamentarios, y
ése es nuestro objetivo, uno será
para el PNV y eso muestra, más o
menos, cuál es su papel en la coalición.
Nosotros creemos que es importante
que estén y por eso en su
momento también ofrecimos a
Ezker Batua-Izquierda Unida y
Batasuna que se uniesen, porque
es importante jugar desde la pluralidad.
La pluralidad es una de las
ideas que se deben defender, y en
esa pluralidad el PNV también tiene
sitio, aunque sólo sea de un parlamentario
sobre 12.

D.: ¿Qué respuesta obtuvísteis de
EB-IU y Batasuna?

P.Z.: EB-IU en seguida nos dijo que
no; ellos ya tenían sus intenciones.
En el caso de Batasuna fue algo totalmente
diferente. Contestaron a
nuestra oferta con la “proclama de
Bergara”, un documento de cuatro
puntos. Nosotros como Aralar les
hicimos una contrapropuesta, sumando
a esos cuatro puntos otros
dos, dos puntos que ya aparecían
en el acuerdo de Lizarra-Garazi.
Aceptaron, y por un momento pareció
que podíamos llegar a algún
acuerdo, pero luego vinieron con
otras propuestas mucho más grandes,
diciendo que Nafarroa Bai debía
volver a construirse desde cero,
que ellos no querían entrar en
algo ya hecho. Nosotros contestamos
que aceptábamos los cuatro
puntos, pero que no cambiaríamos
más cosas. Ahí se quedó el asunto.
Pero yo no creo que a la larga las
puertas estén cerradas.

D.: ¿La unión de la izquierda abertzale
es posible todavía?

P.Z.: Sí.

D.: Parece que la izquierda abertzale
terminará, de una manera u otra,
estando presente en las elecciones.
¿Bajarán los votos de Nafarroa Bai?

P.Z.: No. Aunque nos los quitasen,
nosotros defenderíamos que tienen
el derecho de estar presentes y que
es conveniente para la normalización.
Nosotros debemos hacer la
comparación con lo ocurrido en las
anteriores elecciones. Lo que correspondía
a la izquierda abertzale
se lo llevó UPN. Lo que nos conviene
es que la izquierda abertzale se
presente y que UPN no tenga lo
que no le corresponde, porque como
mayoría, ellos salen ganando.
Luego nos llamaron “roba-concejales”
y así, pero en realidad lo que
valía se lo llevó UPN.

D.: Después de tantos años en la vida
política, ¿eres el mejor candidato
posible? ¿Cómo te has animado ahora
a ser candidato a la presidencia?

P.Z.: Por dos razones. Porque creo
que es muy buen momento para
cambiar la estructura política de
Navarra, y en la coalición estamos
cuatro partidos y Aralar es el que
más votos pone encima de la mesa.
Segunda razón, no creo que llegue a
ser presidente. Creo que, incluso ganando
al Partido Socialista, que es
posible, yo creo que en Pamplona
les ganaremos con ventaja y también
en las poblaciones grandes de
la Cuenca de Pamplona. Luego ellos
ganarán en la Rivera y ahí se nivelará
la cosa. Si les ganamos, ellos deberán
formar gobierno con nosotros,
no tendrán más opción, pero
nos pondrán como condición la presidencia.
Pero en esa dinámica, creo
que todos los abertzales navarros
debemos participar. Y bueno, luego
nosotros deberíamos pedir la alcaldía
de Pamplona, y cuatro o cinco
consejerías. Con eso yo creo que
tendremos ocasión para empezar a
organizar las cosas de nuevo, porque
una vez UPN quede fuera del
Gobierno, comenzará a perder su
estructura. Por eso tiene la derecha
tanto miedo. Cumplo 60 años en medio
de la campaña y creo que debería
ser la última, pero será una campaña
muy bonita, en la que nos puede
ir muy bien.

D.: Después del atentado de
Barajas y las últimas detenciones,
¿cómo ves el proceso de paz? ¿roto
del todo?

P.Z.: Yo creo que está roto. El proceso
no es algo puntual, sino que
necesita un desarrollo, algo así como
un río con sus altibajos. Ya estaba
parado antes de diciembre,
pero con la acción de diciembre se
rompió del todo. Hay que buscar
otro camino. Eso no quiere decir
que las relaciones estén congeladas.
A mí me parece que no, yo
creo que el Gobierno mantiene las
relaciones, pero una cosa son las
relaciones y otra el proceso.

D.: ¿Cuáles deben ser los siguientes
pasos?

P.Z.: Debería ser una tregua. La anterior
fue permanente. La siguiente
también debe ser permanente, pero
garantizada. Si no, no hay posibilidad
de que se genere un ambiente
de confianza. De este modo, las cosas
se le pondrían muy difíciles al
grupo que forma el búnker del
Estado, entre otros, al PP. Y bueno,
luego sería buscar los caminos para
seguir adelante.


Los fallos del proceso

P.Z.: Fallos ha habido
en todos los sitios.
Por lo que respecta al
sector nacionalista, el
error principal fue no
aceptar las tres
mesas. Es una discusión
de hace meses,
pero cuando empezaron
a decir que la
mesa tenía que ser
una, pusieron su
barrera. Tendrían que
haber sido más flexibles
y haber aceptado
las tres mesas: una en
Iparralde, otra mesa
en Navarra y otra en
la CAV. Ése fue el
error principal, el
camino de la normalización
no siguió adelante
porque se le
hicieron exigencias
demasiado profundas.
Por parte del Estado,
la debilidad de Zapatero.
Zapatero no ha
soportado el ataque
que le ha hecho el PP
y ha resultado muy
débil. ¿Esto qué quiere
decir? Que en el
siguiente esfuerzo, que
tiene que haberlo, el
conflicto sólo se
puede solucionar por
medio del diálogo, se
debe tener en cuenta
todo lo que ha sucedido
aquí, así como lo
ocurrido en el ‘98. Lo
que no se puede es
partir de los errores
que se han cometido
hasta ahora.

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