RTVE // REPRESALIAS CONTRA LA LIBRE EXPRESIÓN
Doble jubilación a la fuerza

El autor, que ha defendido públicamente el ‘no’ al llamado plan de saneamiento
de RTVE propuesto por el Gobierno, denuncia que su inclusión entre los
4.000 empleados que serán prejubilados obedece a motivos políticos.

15/10/06 · 23:34

Miguel Barroso confirmó
en el bar de la
Casa de América
que él había colocado
a Carmen Caffarel en la Dirección
General de RTVE cuando
era Secretario de Estado de Comunicación.
“A esa la puse yo”,
decía al llegar a la Dirección General
de la Casa de América mientras
su recomendada aplicaba el
plan de liquidación impuesto por
el Gobierno de Zapatero contra la
radiotelevisión pública estatal.

Instalado en la Casa de América,
Barroso renovó el convenio
con TVE que se había establecido
para hacer desde junio del
2005 un programa de entrevistas
con el nombre de esa institución
y grabado en sus salones. Desde
el 2 de junio de 2005 hasta el 9 de
octubre de 2006, dirigí y presenté
el programa Casa de América
que se emitía por TVE Internacional
y para España por el
Canal 24 Horas. El 20 de septiembre
me anunciaron que me quitaban
el programa. Trece días después
del referéndum sobre el
plan de liquidación con el que las
direcciones de CC OO y UGT
consiguieron que la gran mayoría
de los trabajadores de RTVE
aceptaran la reducción de la
plantilla a la mitad mediante la
prejubilación de 4.000 mayores
de cincuenta años. Yo había hecho
una insistente campaña por
el ‘no’ para el referéndum. ¡Qué
casualidad que me quitaran el
programa poco después de esa
campaña y precisamente cuando
Barroso mandaba en la Casa de
América y contaba con el agradecimiento
de la Directora General
de RTVE! Parece que yo no
era de confianza. “Viene de arriba”,
reconoció el director de los
Servicios Informativos de TVE,
Fran Llorente, cuando le preguntaron
por mi castigo. Estoy incluido
en la jubilación a la fuerza
por mis 54 años y me han prejubilado
profesionalmente. Una
doble jubilación: me impiden trabajar
en RTVE y defender el servicio
público. El 11 de septiembre
escribí lo siguiente en La República:
“Felipe González ya había
eliminado a 4.000 trabajadores
y ahora Zapatero nos echa a
otros 4.000. Los gobiernos que
deberían defender el servicio público
(¡los del PSOE!) son los que
desprestigiaron a RTVE con la
gubernamentalización de la información
y la arruinaron financiándola
con deuda del Estado”.

Mi caso es muy poco importante
en el tremendo proceso de
liquidación de RTVE, impuesto
por el Gobierno de Zapatero y
secundado por las direcciones
de CC OO y UGT en contra de
muchos de los afiliados en la empresa.
Los sindicatos pidieron el
‘sí’ en el referéndum con el único
argumento de que, si no se
aprobaba el plan de saneamiento,
el Gobierno aplicaría otro peor.
Con sindicatos así, no hacen
falta empresarios depredadores.
El supuesto saneamiento (¡en realidad
la liquidación!) consiste
en reducir la plantilla a la mitad
y precarizar las condiciones laborales
del resto de los trabajadores,
convirtiendo a RTVE en
un bonsai sin capacidad de producción
ni posibilidades de ofrecer
un auténtico servicio público.
El Gobierno de Zapatero jibariza
la radiotelevisión pública
para facilitarles audiencia y publicidad
a las nuevas televisiones
(Cuatro y La Sexta) de los
viejos amigos del PSOE.

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