INTERNET : GOBIERNOS E INDUSTRIA DESATAN LA CRIMINALIZACIÓN DEL INTERC
Comparte en la red, mientras puedas

El negocio del copyright parece estar ganando la batalla contra el libre intercambio de
información en internet. El lobby de la propiedad intelectual, junto con los gobiernos,
la UE y el G-8, impone sus criterios y amenaza la sagrada ‘neutralidad de la red’.

24/07/08 · 0:00
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CÉSAR ANTONIO MOLINA. El ministro de
Cultura apoya las medidas restrictivas.

Un día, recuérdalo, le regalaste a
un primer amor una cinta de casete
con las mejores baladas del rock de
todos los tiempos. No le pediste nada
a cambio, aunque lo esperabas
todo. Hoy tampoco le pides nada a
un íntimo desconocido que ojea entre
tus archivos, toma prestada una
canción olvidada, la copia en su ordenador
y la deja intacta en tu discoteca.

No le pides nada a cambio,
pero esperas que un día alguien te
devuelva el favor. En todo este
tiempo no has ganado un céntimo
con tu amistoso intercambio de archivos,
pero si te enamoras demasiado
puedes acabar en la cárcel.
La industria de la propiedad intelectual
asegura que pierde 3.600 millones
de euros al año sólo por culpa
de lo que la Federación Internacional
de la Industria Fonográfica engloba
bajo el epígrafe de ‘piratería
musical’. Estas fuentes interpretan
que los 20.000 millones de canciones
que se intercambiaron libremente en
internet durante 2005 deberían haberse
traducido aritméticamente en
la venta ortodoxa de la misma cantidad
de obras comerciales: un lucro
cesante que no cesa. Hace años, eso
habrían sido muchísimos casetes entre
muchísimos primeros amores;
hoy se llama P2P, peer-to-peer, ‘de
igual a igual’, de usuario a usuario.

Las redes P2P son tramas de nodos
interconectados de forma igualitaria
y que comparten archivos de diversa
índole. Suelen organizarse de
manera meritocrática de forma que
aquellos usuarios que más comparten
con los demás suelen conquistar
ventajas a la hora de descargar el
contenido que buscan. En la práctica,
la popularización de estas redes
se debe en gran medida a la música,
las películas o el software compartido
a través de aplicaciones como
eDonkey2000 o BitTorrent.

El pasado 7 de julio, a las 19h, el
Comité del Mercado Interno y Protección
del Consumidor votaba en el
Parlamento Europeo la reforma de
la Ley europea de las Comunicaciones
Electrónicas. Acaso otra rutina
burocrática de descripción soporífera.
Sin embargo, aquella reunión había
despertado en media Europa un
desconocido interés por lo que se
pelea en Estrasburgo: entre los internautas
europeos había cundido
la alarma como en un hormiguero
violado. “Los eurodiputados quieren
torpedear la libertad en internet”.

Desde que amamos internet, tememos
perderlo. En aquella votación
podrían haberse aprobado
varias enmiendas que hacían temer
por el futuro de uno de los usos más
habituales de internet. Las enmiendas
H1, H2 y H3 instaban a entorpecer
la calidad de la conexión cuando
un proveedor de telecomunicaciones
(ISP) detectase que el internauta
estaba realizando intercambios no
comerciales y a enviar advertencias
automáticas para disuadir a los usuarios
habituales de redes P2P. Aquellas
enmiendas amenazarían la emblemática
‘Neutralidad de la Red’.

Aquellas enmiendas no se aprobaron.
Los ISP no podrían controlar
qué contenidos con o sin copyright
se intercambian en la red. El romanticismo
estaba a salvo, ¿verdad?
Pelea de ministerios españoles
El Gobierno español recoge el testigo
de la presidencia de turno de la
UE en enero de 2010. Si se cumplen
las previsiones, durante los seis meses
siguientes, los ministerios de
Cultura e Industria, junto a los gestores
de los derechos de autor y
operadoras, quienes conforman la
‘Comisión Intersectorial para actuar
contra las actividades vulneradoras
de los derechos de propiedad
intelectual’, aprobarán “un marco
jurídico coherente y seguro para la
defensa de los derechos de propiedad
intelectual tanto en el ámbito
nacional como en el seno de la UE”.
Esta comisión se ha reunido ya
tres veces en pleno para perfilar la
que debería ser la ofensiva definitiva
para “erradicar la lacra que representan
todas las formas de piratería
contra la propiedad intelectual”.

Según el departamento dirigido por
César Antonio Molina, la industria
cultural representa el 4% del PIB español
y suma un millón de puestos
de trabajo. Los miembros de la comisión
miran con recelo en una única
dirección: “Centrar el foco principal
de atención en la lucha contra los
atentados a la propiedad intelectual
que tienen lugar en el entorno digital”.
Aunque, días después el ministro
de Industria, Miguel Sebastián,
parecía distanciarse de lo expresado
en la Intersectorial: “No aplicaremos
restricción ni regulación alguna que
impida la expansión o desincentive
el uso de internet ni estableceremos
límites a las herramientas de libre
circulación de información”.

¿Quién va a legislar el futuro del
P2P en España cuando España
presida la UE? En la Comisión antipiratería
se sientan desde las administraciones
públicas hasta la
Business Software Alliance pasando
por la omnipresente SGAE o el
Departamento de Propiedad Intelectual
de PRISA. Lo más parecido
a una representación de los
usuarios en esa mesa es el Consejo
de Consumidores y Usuarios,
pero ni rastro de las asociaciones
de internautas.

Recortes del uso de internet

En otros países los ataques a las redes
de intercambio han ido más lejos.
Francia se dispone a cortar el
acceso a internet a los usuarios que
compartan demasiados archivos
después de recibir un par de avisos
previos. En Reino Unido, Virgin ya
envía cartas a los usuarios que descargan
grandes cantidades de archivos.
En Japón estudian marcar los
archivos con una ‘marca de agua’
digital que no permita que se usen
en redes P2P. En Dinamarca, el Tribunal
Supremo ha confirmado que
los ISP podían ser obligados a desconectar las conexiones de aquellos
clientes involucrados en un delito de
piratería en internet. Sentencias similares
se reproducen en Australia,
Holanda o Corea del Sur. Los castigos
tienden a dirigirse hacia quienes
suben, más que hacia quienes bajan
archivos. ¿Es el fin del intercambio
de música? ¿Se acabaron las descargas
de capítulos de televisión en internet?
¿Nunca volveremos a ver
gratis una película online? ¿No podremos
divertirnos con un videojuego
subido a la red por otro usuario?
¡¿Ya no podrán agasajarse los adolescentes
enamorados?!

De momento queda tiempo. Y la
red empieza a maniobrar para anticiparse
a la peor expectativa. El
plan más ambicioso ha sido propuesto
desde The Pirate Bay, el mayor
sitio de intercambio de archivos
en el mundo. Consistiría, nada
más y nada menos, en encriptar toda
la red, todo internet. La idea, ya
en desarrollo y pronto en pruebas,
trataría de distribuir una tecnología
denominada IPETEE que encriptaría
desde el sistema operativo todo
el tráfico IP: sería muy difícil o imposible
demostrar qué tipo de material
está siendo intercambiado,
uno de los asideros de los empresarios
culturales.

Mientras, si estás enamorado sin
ánimo de lucro, puedes bajar toda la
música que quieras para tu uso privado.
Vuelca en el mp3 de tu media
naranja esa recopilación de las mejores
baladas del rock de ayer, de hoy
y de todos los tiempos.

Tags relacionados: Tecnologías P2P
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