ANÁLISIS // MEDIOS Y ABORDAJE INFORMATIVO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Basta de victimizar a las mujeres

El asesinato de Marta del Castillo ilustra la falta de conciencia y formación en los medios para informar
adecuadamente sobre la violencia de género.

, periodista especializada en género
19/03/09 · 0:00
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MORBO. Una mujer fue asesinada tras
su aparición en Antena 3.

Los medios de comunicación
juegan un papel de
doble filo en la lucha contra
la violencia de género.

Su contribución a visibilizarla es
crucial para erradicar una lacra
mundial que mata más personas
que el cáncer, la malaria y todos los
accidentes de tráfico juntos. Sin
embargo, espectacularizan y victimizan
a las mujeres, reforzando los
estereotipos sexistas que originan
y perpetúan esta violencia.
En el Estado español, el rol de los
medios fue determinante para que
se iniciara el recuento de los asesinatos
por violencia de género, logro
y reivindicación histórica de las
organizaciones feministas.

En diciembre de 1997 el marido
de la andaluza Ana Orantes la quemó
viva después de que ella denunciara
en Canal Sur su maltrato continuado.
El boom mediático sirvió
para que el Gobierno se planteara
reformar el tratamiento penal de la
violencia de género y empezara el
cómputo de víctimas (aún incompleto,
puesto que no incluye a descendientes,
familiares o terceras
personas que intentan evitar la
agresión). Se pasó de omitir o trivializar
la violencia de género, adjetivada
como “crimen pasional”, a
un abordaje informativo en la mayoría
de casos espectacularizante y
no especializado.

En 2002, Pilar López Díez, doctora
en Ciencias de la Información
e investigadora pionera sobre políticas
de género en los medios, presentó
el Manual de Urgencia del
Tratamiento Informativo de la Violencia
Doméstica contra las Mujeres
en el I Foro Nacional sobre
Violencia y Medios de Comunicación.

El Manual recomienda no tratar
la violencia de género como un
suceso, ya que se enmarca en un
proceso continuado, el llamado ciclo
de violencia, y se origina en la
desigualdad entre mujeres y hombres.

Insta a evitar el enfoque morboso
y la vulneración de derechos
de las afectadas, de las que a menudo
se revela el domicilio, nombre
y otros detalles íntimos.

Este manual también alienta a
buscar fuentes expertas en violencia
de género, en vez de recurrir al
vecindario que nos cuenta “lo bueno
que parecía él”, y a aportar herramientas
para identificarla y
combatirla como describir los comportamientos
violentos o incluir los
teléfonos de atención especializada
en la información. Radio Televisión
Española y tres cadenas privadas
suscribieron el Manual. Una de
ellas, Antena 3, emitió en noviembre
de 2007 el programa El Diario
de Patricia en el que se alentó la reconciliación
entre Ricardo A.
Navarro, maltratador denunciado,
con su ex pareja Svetlana Orlova,
en un claro ejemplo de irresponsabilidad
y desconocimiento del ciclo
de violencia. La mató cuatro
días después. Organizaciones feministas
y de periodistas pidieron
entonces que el PSOE cumpliera
su promesa electoral de crear un
consejo audiovisual que sancione
a los medios.

Responsabilidad de los medios

La vicepresidenta del Gobierno se
reunió con las privadas, que acordaron
informar sobre el tema incluyendo
los números de atención.
Pero el Estado español sigue siendo
el único de la UE sin más recursos
contra los abusos mediáticos
que la autorregulación.
Tras la Conferencia de la Mujer
de Beijing (1995), que destacó el
papel de los medios en el mantenimiento
o desmontaje de las desigualdades
de género, se creó el
Proyecto Global de Monitoreo de
Medios (GMMP) para analizar si
éstos reflejan los intereses y necesidades
de las mujeres. Según el
GMMP, ellas “son virtualmente invisibles
en el mundo de las noticias”.

De 13.000 noticias analizadas
en 2005, sólo un 21% las mencionaba.
Se las subrepresentaba en
temas de políticas y gobierno (14%)
y economía (20%) y sobrerrepresentaba
como víctimas (19% frente
al 8% de hombres). En el estudio
de López Díez Representación de
género en los informativos de radio
y televisión (2005), casi una de cada
dos mujeres (el 41%) que aparecen
en las cadenas generalistas tiene
el rol de víctima. Los hombres
protagonizan más accidentes, pero
se elige a las mujeres para ilustrarlos,
lo que refuerza el estereotipo
cultural de mujer-víctima. Para informar
adecuadamente, López
Díez propone invertir el protagonismo:
lo noticiable no es que otra
mujer es agredida o asesinada, sino
que otro hombre agrede o mata.
E informar con perspectiva de género:
desagregar datos por sexo,
analizar las consecuencias diferenciadas
por género de los acontecimientos,
visibilizar la capacidad de
acción femenina. Contar el mundo
teniendo en cuenta a la mitad de la
humanidad que lo mueve.

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