"CIENCIA // EL DOBLE EFECTO DE LA NANOTECNOLOGÍA, SEGÚN L""OREAL"
Arrugas provocadas por las cremas antiarrugas

La nanotecnología no es cosa del futuro.
Industrias de toda condición se suman al carro
con entusiasmo y las empresas cosméticas,
como L’Oreal, no son una excepción.
Uno de sus usos, las cremas ‘nano’ contra el
envejecimiento han abierto el debate sobre
sus potenciales perjuicios para la salud.
Esto tampoco es cosa del futuro.

02/04/09 · 0:00
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Prendas de vestir, artículos de cocina
fabricados con teflón, filtros
de lavarropas, coberturas de hornos,
neumáticos de automóviles,
pantallas de televisión, teléfonos
móviles… La nanotecnología está
ya a la orden del día y se aplica,
sin señalización ninguna, en materiales
que componen muchos
objetos de uso cotidiano e, incluso,
íntimo. Tan personal como
una crema cosmética.

El estudio sobre la repercusión
en la salud de la nanotecnología
ya tiene historia. Hace más de
una década que investigadores de
la Universidad de Oxford (Gran
Bretaña) y la Universidad de
Montreal (Canadá) mostraron
que el dióxido de titanio y el óxido
de zinc, usados entonces como
nanopartículas en la mayoría
de los bloqueadores solares, producían
radicales libres en las células
de la piel, alterando de esta
forma el ADN.

L’Oreal y la nanotecnología
De las cremas solares pasaron a
las cremas antiarrugas. Como
explica la investigadora Silvia
Ribeiro, perteneciente al grupo
de acción sobre Erosión, Tecnología
y Concentración, el uso
de nanopartículas en estos productos
es “una contradicción en
sí misma porque la liberación de
radicales libres que producen las
nanopartículas es una de las
principales causas del envejecimiento”.
La investigadora cita en
sus trabajos a la empresa
L’Oreal, al frente del uso de nanotecnología
en su campo. Según
explica, ante la cuestión, la
empresa reaccionó tapando el
problema, en sentido literal. En
vez de suprimir la utilización de
las nanopartículas, abaratar costes
y acabar con el problema,
L´Oreal decidió añadir otros
componentes que eliminaran los
radicales y así neutralizar los
efectos dañinos de estos productos.

En resumidas cuentas, la crema
no haría nada, ni malo ni bueno.
La duda surge a la hora de
mirar los tiempos de acción y ver
que la acción de las nanopartículas
es a largo plazo. De esta manera,
según el mismo estudio, la
crema provocaría arrugas, que
serían disimuladas con las sustancias
que eliminan los radicales
libres a corto plazo. Esto hace
que si se suspende el tratamiento
dé la sensación de que aumentan
las arrugas de golpe.

Si bien es verdad que se encuentran
en la naturaleza, en cenizas
volcánicas o nanocristales
de sal, nunca habíamos estado expuestos
a ellas de la manera en la
que estamos hoy día. Las nanopartículas
actúan sobre estructuras
microscópicas provocando
diferentes efectos. Manipulan la
materia a escala atómica y molecular.
Estas propiedades las han
convertido en un amplio y creciente
campo de investigación y
que, como asegura Ribeiro, precisa
de control. Sus trabajos en el
campo de la cosmética son un
ejemplo del problema que supone
la utilización de nanopartículas
con determinados fines.

Impacto en el exterior

Las nanopartículas de los
cosméticos desparecen por
los desagües de las casas,
llegan a las depuradoras
municipales y pueden burlar
los filtros hasta llegar a ríos
o lagos. ¿Qué pasa entonces?
Los científicos no tienen
certezas pero empiezan
a surgir estudios que alertan
sobre su impacto
medioambiental. Científicos
de la Universidad de Toledo
(EE UU) han comprobado
que la bacteria E. Colli, muy
usada en trabajos científicos,
reduce su supervivencia
si se la expone a nano
dióxido de titanio.

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