La Carta del Fisgón está lista para convertirse en ley, a finales de 2016, tras su paso esta semana por las dos cámaras del Parlamento inglés.
El proyecto de ley de Reino Unido conocido como 'Carta del Fisgón' está listo para convertirse en ley tras su paso por las dos cámaras del Parlamento esta semana. Sólo necesita la aprobación de la Casa Real, lo que se prevé que suceda a final de año.
El proyecto de ley de los Poderes de la Investigación (IP) es, según la describen los defensores de la transparencia, la ley de vigilancia más extrema aprobada en una democracia. Aprobada en medio del caos causado tras la votación del Brexit y el histórico revés del presidente electo Donald Trump, el proyecto de ley tiene implicaciones que van más allá de las fronteras.
Jamie Killock, director ejecutivo de libertades civiles de la organización Open Rights Group, dijo el pasado jueves: “La aprobación del proyecto de ley IP va a tener un impacto más allá Reino Unido. Es probable que otros países, incluyendo regímenes autoritarios con pocas salvaguardas de los derechos humanos, usen esta ley para justificar sus propios poderes de vigilancia intrusiva”.
Open Rights Group resume las disposiciones más importantes del proyecto de ley. Por una parte, los proveedores de internet estarían obligados a almacenar el historial de navegación en web de sus clientes durante un año. La policía y el gobierno van a tener poderes sin precedentes para acceder a estos datos a través de un motor de búsqueda que podrá ser utilizado para realizar perfiles. Los servicios de seguridad mantendrán su capacidad de reunir datos de comunicaciones de forma masiva. La policía y los servicios de seguridad tendrán nuevas capacidades de hackeo. Los servicios de seguridad podrán acceder y analizar bases de datos públicas y privadas, aún cuando la mayoría de los datos sean respecto a personas que no son sospechosas de haber cometido ningún crimen.
El proyecto de ley codifica los estatutos revelados en 2013 por el informador de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) Edward Snowden, “al igual que incrementa la vigilancia por parte de la policía y otros departamentos del Gobierno”, continúa Killock. “Va a seguir habiendo una falta de protección de la privacidad en los acuerdos con EE UU sobre compartición internacional de información. El Parlamento también ha fallado a la hora de dirigir las implicaciones de la integración técnica del GCHQ (la Oficina de Comunicaciones del Gobierno de Reino Unido) y la NSA”.
El jefe de privacidad de Naciones Unidas, Joseph Cannataci, tachó previamente al proyecto de ley de “dar más que miedo”, en un panel, la semana pasada en Brasil, del Fórum de la Gobernanza de Internet. “Es la edad dorada de la vigilancia, [los gobiernos] nunca antes han tenido tantos datos. Estoy hablando sólo de metadatos, no he ido al contenido”, dijo Cannataci. También criticó a los medios de Reino Unido y a los miembros del Parlamento que están a favor de la vigilancia por lo que llamó “una ofensiva” para enturbiar el debate y presionar por una ley más dura.
“Haz un análisis de los medios de comunicación sobre la manera en la que el establishment británico está impulsando noticias sobre la ley y la necesidad de esta ley y haceros esta pregunta:¿si esto no está orquestado, entonces qué?”, dijo.
Matt Burgess, un periodista de Wired UK que ha hecho una extensiva cobertura sobre este proyecto de ley, escribió en Twitter que la Carta del Fisgón ha “sido descrita como peor que la de China, y aún así fue aprobada de una manera increíblemente fácil”.
Snowden también escribió: “Reino Unido acaba de legalizar la vigilancia más extrema en la historia de la democracia occidental. Supera a muchas autocracias”.
The UK has just legalized the most extreme surveillance in the history of western democracy. It goes farther than many autocracies. https://t.co/yvmv8CoHrj
— Edward Snowden (@Snowden) 17 de noviembre de 2016
Killock anotó, en un artículo de opinión en Newsweek la semana pasada, que “todas estas prácticas parecen haber existido desde hace muchos años, en secreto y sin voto parlamentario. Las creativas interpretaciones ocultas de nuestras leyes ya existentes permitieron que los llamados ‘poderes masivos’ recopilaran información sobre millones de personas, conectaran secretamente los cables internos de Google o Yahoo! y hackearan a compañías extranjeras, como el proveedor nacional de telecomunicaciones de Bélgica, convirtiéndolas en conductos de vigilancia”. La única razón que conocemos, por supuesto, es por las acciones de Edward Snowden, revelando que la NSA estadounidense y la británica GCHQ estaban dispuestas”.
El proyecto de ley fue aprobado un días después de que Trump eligiera al halcón del Tea Party republicano Mike Pompeo como cabeza de la CIA. Pompeo es un defensor de la vigilancia masiva que previamente había pedido la pena de muerte para Snowden.
“Pensarías que la total revocación de la democracia y la falta de responsabilidad serían suficientes para provocar la indignación de los miembros del Parlamento británico”, escribió Killock en Newsweek. “Pensarías que este paso de pinchar teléfonos concretos enfocados a criminales conocidos al manto de vigilancia para empezar a pescar nuevos sospechosos merecería un debate nacional”.
“Aparentemente no”, concluye,
Noticia original publicada en CommonDreams. Traducida por Diagonal.
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