Opinión
Caballo de Troya

La jornada partida pone en valor el descanso, el recreo y el comedor.

, de la AFA del CEIP La Paloma, Madrid y de la Marea Verde
24/11/16 · 11:26
Edición impresa
'Juego de manos', acrílico sobre papel. / Anabella Papa

La jornada escolar no es otra cosa que la distribución horaria de las diferentes actividades del cole. En la jornada partida las clases se dividen en horario de mañana y de tarde, con el comedor y recreo entre medias, mientras que en la jornada continua se imparten las cinco clases seguidas, permitiendo que quien no se queda en el colegio a comer, pueda salir a casa a las dos.

Estos horarios no deberían marcar una diferencia en cuanto al modelo de escuela. Pero, lamentablemente, la jornada continua refuerza un sistema nefasto impuesto por la LOMCE y los recortes en educación pública, mientras que en la escuela concertada y privada esta jornada no está planteada.

La actual ley educativa está marcada por la productividad: deberes, pruebas externas y materias instrumentales –lengua y matemáticas– en detrimento de contenidos como música o plástica, así como de la participación de las familias en las decisiones del Consejo escolar. En este contexto se enmarcan los puntos más cuestionables de la jornada continua.

Rendimiento y bienestar

A día de hoy no existe ninguna evidencia de que la jornada continua mejore el rendimiento escolar, por lo que éste no puede ser un argumento para cambiar la jornada. Lo que sí se sabe es que niñas y niños necesitan varios tiempos de descanso y dispersión. Y esto no es posible con la jornada continua, pues ofrece los mismos contenidos –de por sí excesivos– en cinco clases seguidas, sólo interrumpidas por 30 minutos de recreo. Los problemas añadidos: menos descansos y comidas demasiado tarde para el alumnado pequeño.

Para quienes defienden la jornada continua, dar clase por la tarde es cansado e improductivo. Igual de improductivo, por cierto, que las dos últimas clases de la jornada de mañana.

En cualquier caso, ¿por qué se habla de la productividad de niñas y niños de tres a doce años? Sería mejor defender su necesidad de jugar, investigar, aprender, relacionarse, tener conflictos y resolverlos, algo que la LOMCE no hace. El problema de después de comer no es tanto que no se puede aprender sino cómo y qué se quiere que aprendan.

Hay un desprecio por el tiempo de comedor y recreo. Para las instituciones educativas este espacio se considera accesorio, y la jornada continua refuerza esta idea. En el patio, donde la supervisión corre a cargo de empresas privadas y no del profesorado, niñas y niños aprenden a relacionarse, y es donde, además, se dan peleas y conflictos.

En las clases después del patio –cuando el alumnado vuelve a su grupo con sus docentes– se detectan dichos conflictos y se pueden trabajar, por lo que suprimir este espacio de encuentro es grave, más aún en un momento preocupante con casos de acoso y bullying en edades cada vez más tempranas.

En 2012 la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, promovió la jornada continua con un objetivo: facilitar que las familias dieran de comer a sus hijos en casa para ahorrarles el gasto en comedor. Entonces en los centros con jornada continua el 38% del alumnado utilizaba el comedor, frente al 72% con la partida.

Pero ¿es ésta la solución ­para la crisis económica? ¿No se incrementa así la presión sobre las mujeres que, haciendo malabarismos, son las que se encargarán del cuidado de sus hijos? Hay que alertar, además, de que cuando desciende la demanda de alumnado, muchos comedores están viendo reducido su presupuesto y se precarizan –con el cambio, por ejemplo, de cocina a catering–.

Urge garantizar un servicio de comedor de calidad a toda la población escolar, y exigir que nadie se quede sin beca de comedor. Para muchas niñas y niños ésta es la única vía de acceso a una alimentación equilibrada y completa.

Por último, se debe insistir en problemas de la escuela pública que la jornada continua agudiza: cierre del colegio por la tarde, menos extraescolares o reducción de la participación de las familias en colegios de contextos urbanos que, al haber tres horas diferentes de salida, pierden mucho contacto entre sí. Y precisamente hoy más que nunca se necesita una comunidad escolar organizada.

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comentarios

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    José luis u.
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    28/11/2016 - 2:02pm
    En este debate se mezclan muchas cosas, pero si dejamos aparte lo que es mejor para cada familia y nos ceñimos a cuál es el mejor horario para el tiempo escolar y su estructura, en esto coinciden muchos informes y estudios hechos por universidades. Todos coinciden en que la jornada continua como esta instaurada en España no es la mejor para los niños ni para su rendimiento, ya que los bioritmos de los niños no se parecen en nada al de los adultos y ellos necesitan tener periodos de descanso durante la mañana para poder descansar.Hecho este que no se da actualmente en la continua. Por otro lado está el horario para comer, en la jornada partida las comidas se reparten mejor durante el día. Desayuno a las 8, comida de 12:30 a 14h, merienda de de 16 a 18h y cena de 20 a 21:30h. En la continua se comprimen más las últimas comidas y se alargan mucho más las primeras. Desayuno a las 8h, comida de 14h a 16h ( en los colegios con doble turno de comida, los pequeños,1ºde infantil hasta 2º de primaria comen de 14 a 15h y los de 3º hasta 6º de primaria de 15 a 16h) merienda de 17 a 19h y cena de 20h a 22h. En cuanto al horario escolar en el resto de Europa, solo Alemania tiene instaurado la jornada continua, pero no tiene nada que ver con la que aquí se está imponiendo ya que como he dicho antes, allí hacen más paradas de descanso para que los niños desconecten, nada parecido con lo que se plantea aquí. Y por último también quería hacer una mención al hecho que se está dando en España y que creo en ningún otro país de la UE se da, y es el tema de tener una educación pública, una concertada y otra privada. Esto no se da en ningun otro país, allí o es pública o es privada pero en ningún momento se derivan fondos para la educación pública a la privada como pasa en España. Hago este inciso porque parece que ningún colegio concertado ni privado se plantean el pasarse a la jornada continua, y creo que este hecho va abrir una brecha en la educación, entre los que se van a la concertada- privada y los que se van a la pública, creando a su vez una brecha el el tejido social de nuestro país. Si preguntamos en los mejores colegios de España y de Europa el horario escolar que tienen en sus centros, podréis comprobar que ninguno tiene la jornada continua y abogan más por la partida o por una continua con muchos descansos. Os dejo aquí un par de enlaces por si queréis ver informes, estudios y tesis doctorales sobre este tema. https://jornadacontinuaypartida.wordpress.com/estudios-sobre-la-jornada-escolar/ http://blog.enguita.info/2014/02/todo-lo-que-siempre-quiso-saber-sobre.html
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    Xelo
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    27/11/2016 - 11:37pm
    Para mí, es definitivo el hecho de que la jornada continua sea un debate de la escuela pública, mientras colegios concertados y privados ni se lo plantean. Cualquier empresario sabe que hay que tener contento al que te paga. El problema es que lo público lo pagamos entre todos pero parece que no lo gestiona nadie. La jornada continua podría ser muy positiva si la inversión en la escuela pública se mantuviese o se aumentase y si existiese un control real por parte de los centros sobre las subcontratas que gestionan los servicios que no dependen directamente de la dirección del centro. Por desgracia ni es así, ni vamos hacia eso y tal como se plantea actualmente, se trata de hacer aún más grande la brecha que ya existe entre pública y concertada/privada y hacer más sangre con los recortes en servicios que se han visto ya de por sí mermados, como el de comedor. ¿Cómo se soluciona? Como no podemos pagar menos por niño, vamos a hacer que se vayan a comer a casa y eso que se ahorra la Comunidad. Por supuesto, el peso de este paso recae sobre la madre, muchas veces pasando por el proceso de intentar contratar a alguien y acabar dejando el trabajo al darte cuenta de que esa persona se está llevando tu sueldo y el tiempo que tú querrías pasar con tus hijos. Estoy convencida de que la jornada continua puede tener muchos puntos positivos, pero desde luego, jamás en este país, con este gobierno y con estas leyes. Mientras los horarios de las empresas sean los que son, mientras madres y padres con jornada reducida sean arrinconados profesionalmente sin que nadie haga nada, mientras la inversión en educación pública siga bajando y ningún gobierno sea capaz de garantizar la calidad de los servicios y la igualdad de derechos de todos los niños y las niñas, estudien en el colegio que estudien, la jornada continua seguirá siendo una manzana envenenada.
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    Xelo
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    27/11/2016 - 11:33pm
    Para mí, es definitivo el hecho de que la jornada continua sea un debate de la escuela pública, mientras colegios concertados y privados ni se lo plantean. Cualquier empresario sabe que hay que tener contento al que te paga. El problema es que lo público lo pagamos entre todos pero parece que no lo gestiona nadie. La jornada continua podría ser muy positiva si la inversión en la escuela pública se mantuviese o se aumentase y si existiese un control real por parte de los centros sobre las subcontratas que gestionan los servicios que no dependen directamente de la dirección del centro. Por desgracia ni es así, ni vamos hacia eso y tal como se plantea actualmente, se trata de hacer aún más grande la brecha que ya existe entre pública y concertada/privada y hacer más sangre con los recortes en servicios que se han visto ya de por sí mermados, como el de comedor. ¿Cómo se soluciona? Como no podemos pagar menos por niño, vamos a hacer que se vayan a comer a casa y eso que se ahorra la Comunidad. Por supuesto, el peso de este paso recae sobre la madre, muchas veces pasando por el proceso de intentar contratar a alguien y acabar dejando el trabajo al darte cuenta de que esa persona se está llevando tu sueldo y el tiempo que tú querrías pasar con tus hijos. Estoy convencida de que la jornada continua puede tener muchos puntos positivos, pero desde luego, jamás en este país, con este gobierno y con estas leyes. Mientras los horarios de las empresas sean los que son, mientras madres y padres con jornada reducida sean arrinconados profesionalmente sin que nadie haga nada, mientras la inversión en educación pública siga bajando y ningún gobierno sea capaz de garantizar la calidad de los servicios y la igualdad de derechos de todos los niños y las niñas, estudien en el colegio que estudien, la jornada continua seguirá siendo una manzana envenenada.
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    Natalia
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    27/11/2016 - 10:46pm
    Cada centro educativo es una realidad, donde se tienen que equilibrar las necesidades de toda la comunidad educativa (familias, niñas y niños, docentes...etc) No es lo mismo un colegio en un pueblo pequeño que en el centro de una gran ciudad. Afortunadamente cada centro tiene mecanismos para decidir qué jornada se adapta mejor a las necesidades de su entorno. En un barrio donde la mayoría de las familias no tienen trabajos de más de 4 horas su jornada escolar puede ser muy diferentes al de otro barrio donde la mayoría de las familias hagan jornadas de trabajo muy extensas. Esto, en lo referente a la conciliación. En cuánto a la gran pregunta de qué es mejor para nuestras hijas e hijos, los mejores modelos educativos están fuera, en países del norte de Europa como Finlandia. Donde la carga lectiva no supera las 3 o 4 horas al día, permitiendo al alumnado tener muchos tiempos de descanso entre clases. Sin contar además con el tiempo de la comida. Comen en el centro, entran a las 8:30 y salen a las 3h. Un modelo muy diferente al de la jornada continua en España (más correctamente llamada jornada comprimida) que consiste en cinco horas lectivas consecutivas con treinta minutos de descanso.
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    Rita
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    27/11/2016 - 7:15pm
    Supongo que hay casos y casos. Igual que habrá familias en las que tener jornada continua implicará más horas de parque, habrá otras en las que implicará más horas de tele. Opino con la articulista que, al margen de las conveniencias de unos y otros, el colegio es un espacio en el que son importantes tanto las horas de clase como aquellas en las que los niños aprenden a convivir comiendo o jugando juntos. Si comprimimos la jornada para que algunos niños se vayan a las 2 a casa, esos niños se perderán ese espacio de convivencia y todos los demás tendrán que someterse a horarios marathonianos de clases sin los descansos necesarios entre medias. Si la comida no es tan buena o tan barata como en casa pues habrá que luchar por que lo sea, pero lo que no deberíamos pretender como padres es ocupar todos los espacios en que nuestros hijos pueden aprender a comportarse sin nuestra fiel vigilancia.
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    Rita
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    27/11/2016 - 7:10pm
    Supongo que hay casos y casos. Igual que habrá familias en las que tener jornada continua implicará más horas de parque, habrá otras en las que implicará más horas de tele. Opino con la articulista que, al margen de las conveniencias de unos y otros, el colegio es un espacio en el que son importantes tanto las horas de clase como aquellas en las que los niños aprenden a convivir comiendo o jugando juntos. Si comprimimos la jornada para que algunos niños se vayan a las 2 a casa, esos niños se perderán ese espacio de convivencia y todos los demás tendrán que someterse a horarios marathonianos de clases sin los descansos necesarios entre medias. Si la comida no es tan buena o tan barata como en casa pues habrá que luchar por que lo sea, pero lo que no deberíamos pretender como padres es ocupar todos los espacios en que nuestros hijos pueden aprender a comportarse sin nuestra fiel vigilancia.
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    Daviid
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    25/11/2016 - 12:05am
    Por cierto, hablas de un modo sin haber probado el otro, vale que estes en contra pero se nota que no sabes mucho del tema educativo.Hablas de rendimiento cuando luego te preguntas porque tenemos que hablar de rendimiento, en fin. Para acabar haz una encuesta a los niños de tu cole a ver cuentos prefieren comer la comida de casa y pasar la tarde con sus familias ( por supuesto los que puedan pero en la escuela publica, no nos olvidemos son la mayoria) o jugando en la calle o parque .......... Y queremos avanzar en educacion??
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    Daviid
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    24/11/2016 - 11:48pm
    A mi siempre me ha parecido curioso que la experiencia de las familias choca de forma dire ta con los autores de algunos articulos de opinion, que me imagino estan en contra de la jornada continua. En este articulo se relaciona la lomce con la jornada continua , parece que la jornada continua es el mal de todos los males en relacion con la sociabilizacion de los niños es no saber como funciona la sociedad en la wue vivimos. Mis vecinos con jornada continua a las 6 bajan a jugar a la pelota, los que no lq tenemos, cachis no nos da tiempo.Es curioso que se defienda que los niños coman en el colegio antes que con sus familias, creo que es para mirarnoslo.
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    Un ex-alumno
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    24/11/2016 - 3:55pm
    Ese articulo defiende un modelo fracasado, los colegios privados/concertados han utilizado historicamente las jornadas partidas, yo de niño también iba a un colegio concertado el mio no tenia jornada partida, los de la otra calle si, iban siempre deprimidos, pero ciñendonos a resultados academicos, mi colegio con todo los daba mejores. Recuerdo cuando me pase a la pública y tenía de clase un día a la semana, no solo era improductivo si no que el nivel de ausencias se incrementaba segun pasaban los meses. Voy a romper una lanza por aque linstituto público: teniamos 2 descansos uno de 20 mins y otro de 25 mins. Clases de 50 mins y aulas especificas, cambiabamos de clase entre 3 y 5 veces al día lo que reducia la pesadez de estas. Si no queremos jornadas partidos en el trabajo tampoco las queramos en la enseñanza, porque son pesadas e ineficaces, vale más ampliar media hora la mañana que hacer jornadas partidas.
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