Entrevista a Néstor Andreu, uno de los impulsores de Barcelona ens ofega, un encuentro de diversos colectivos que se consideran víctimas de los efectos de la "marca Barcelona", que tendrá lugar el próximo 6 de octubre a las Cotxeras de Sants.
El próximo 6 de octubre tendrá lugar en las Cotxeres de Sants de Barcelona un encuentro impulsado por la campaña Barcelona ens Ofega [Barcelona nos asfixia]. Durante el acto se proyectará el documental Marca Barcelona, una ciudad escaparate. Entrevistamos a Néstor Andreu, uno de los impulsores de la iniciativa.
¿De dónde sale esta iniciativa?
La idea sale de ver que está comportando la marca Barcelona en la transformación de la ciudad. Nos fijamos que la lucha contra sus consecuencias está centrada en el turismo o en otros aspectos concretos, pero de manera muy fragmentada, poco en la raíz de los problemas.
Somos personas que nos hemos ido encontrando en diversos colectivos y gente que no había militado hasta ahora, nos hemos planteado ir un paso más allá. Yo personalmente estuve participando de las asambleas de Nuit Debout en Barcelona. Y con la excusa de la presentación del documental Marca Barcelona, Ciudad Escaparate, plantear un debate, invitando a muchos colectivos y prenguntándonos, qué hacemos, dónde vamos y qué construimos.
¿Quiénes sois? ¿Sois vecinas de Barcelona? ¿Geográficamente dónde estáis ubicados?
La mayoría somos gente que vivimos en Barcelona, otras no, pero al final la problemática es la misma, todas sufrimos la ciudad-marca, por eso estamos apuntando al capitalismo. Lo tenemos por todos lados, esta concepción del espacio, de cómo se privatiza todo, cómo se extrae dinero de todo, te acaba afectando en cualquier lugar en el que vivas. Personalmente, a partir de la experiencia del tiempo en el que estuve viviendo en el barrio de Sant Antoni, aluciné con como se estaba transformando en una especie de meca hipster, todo son bares super guays, y notaba las consecuencias de eso, los negocios se transforman... tal vez todavía light en comparación con lo que pasa en otros barrios.
¿La transformación cómo impacta en el vecindario?
Lo más evidente son los precios de los comercios, lo que es susceptible de ser monetarizado, en los alquileres se nota mucho, tuve que irme del barrio porque los precios no paraban de subir. Pero también en el espacio público, y en el uso que se pretende dar.
En la precarización de los trabajos que sólo están enfocados en el turismo y los servicios. Podríamos hablar también del control policial que vivimos cada día en cualquier espacio de la ciudad.
En el documental Manuel Delgado apunta ideas muy interesantes, nos habla de un espacio sin conflicto, todo ha de ser cívico, nos quieren ocultar el conflicto. Esta manera de planificar, tapando las cosas, también afecta a nuestras vidas en el día a día. Como pasa con el tema de los manteros, la reacción es que no estén, deben desaparecer, ¿pero la raíz dónde está?
¿Que relación tenéis con el documental?
Es muy reciente. Lo encontramos por casualidad en internet. Lo ha realizado Jordi López y su hermano, dos chicos muy jóvenes, y trata la problemática que nosotros nos estábamos planteando; nos pareció muy esperanzador que haya gente de su edad que esté sensibilizada con eso y lo aborde.
Constatar que esta lucha se está nutriendo de gente joven nos motivó. De ahí nuestra confluencia.
¿A quien habéis invitado a la jornada del 6 de octubre?
Lo llevo aquí escrito para no olvidarme de nadie. Por un lado vendrán las voces que hablan en el documental, como Arcadi Oliveres, Manuel Delgado, Quimantú Segura, un portavozoz de Gràcia Cap a On Vas?, y también colectivos como el Sindicat Popular de Venedors Ambulants, Las Kellys, Santiago López-Petit, Can Vies, el sindicato del barrio Poble Sec, la Assemblea d'Artistes del Carrer, el Observatori d'Antropologia del Conflicte Urbà, la plataforma Justícia Juan Andrés, CGT Metro... Un abanico bastante grande de colectivos diferentes que representan diversos aspectos del conflicto que implica esta Marca Barcelona.
Cómo veis la marca Barcelona y la llegada a las instituciones de gente procedente del activismo...
Nuestra lectura es muy crítica, tienen un discurso pero después en la practica se ve muy contradictorio. La marca y su forma de recomponer la ciudad en todos los aspectos, necesita de las instituciones totalmente, y fue desde las instituciones donde se le dio forma, corpus jurídico y simbólico a esta. Sólo hay que ver como preparan hasta bodas de lujo para ricos con el apoyo de Turismo Barcelona y la Guardia Urbana. Nosotras vemos que esta vía no funciona en este momento. Podríamos decir lo mismo con la CUP en el Parlament; al final han acabado pactando los unos con los otros y termina de alguna manera demostrándose que ahora no es la vía, se pueden hacer algunas cosas a modo de parches temporales, naturalmente, pero cambios esenciales que son los que estamos señalando... eso no se arregla así, estas no son nuestras instituciones
¿Que cambios proponéis?
Nuestro foco último lo podríamos lanzar hacía el Capitalismo como sistema económico, y, en el fondo, de relaciones sociales.
Al final muchas de las cosas que aparecen son consecuencia de la forma de concebir todo, este espíritu de beneficio por encima de todo, mercantilización de cualquier aspecto de la vida –las relaciones de poder, económicas, el patriarcado...–; en el fondo, plantean que la marca Barcelona proviene del capitalismo como modelo, y plantean debate y acción colectiva alrededor de eso. De todas maneras, esperamos que las propuestas de cambio salgan del acto del día 6 de octubre, del debate de los colectivos, de los movimientos sociales, de las vecinas, etc.
¿Hay una guerra social soterrada en la ciudad?
Creo que si que existe, pero el nivel de conflicto en el día a día es muy bajo, hay chispas como Can Vies o el como Can Vies o el Banc Expropiat. En la calle cogen forma de conflicto real, hay daños contra las cosas y las personas, pero pasa muy poco, hay conflictos, pero conflicto organizado lo encontramos poco, se sedimentan procesos muy de cuando en cuando. Tan sólo hay que observar por qué la policía de esta ciudad es la más contundente y brutal de todo el Estado español.
¿A que se debe esto?
Por un lado, la violencia es una cosa que está muy mal vista, y en parte está bien, pero una reacción violenta contra una agresión del estilo de un desahucio como el que hubo en la calle Arizala, ¿no es legítima?
Siempre nos dicen "no está bien, no es la forma de cambiar las cosas", se ha de hacer votando, si no te gusta, vota al partido tal o al partido cual... Este discurso lo generan los mismos que son los primeros que tienen las herramientas para ellos mismos generar más violencia, que a veces no es física.
Ganan porque dicen que la violencia está muy mal pero por otro lado te la aplican de maneras legales o no legales. Hay que hacerse la pregunta de ¿quién provoca la violencia? ¿quien crea la desigualdad o quien se defiende de ella?
¿Qué expectativas tenéis de la jornada en Cotxeres de Sants?
Querríamos, evidentemente, que se llene, y que de aquí surjan propuestas interesantes de acción, de discurso compartido, queremos que se concrete con pasos a seguir, hemos invitado a bastantes colectivos, no sólo para qué nos expliquen todos sus casos, si no para que desde su experiencia, tengamos el asunto diagnosticado, ¿y ahora qué? Que se remueva todo a la vez. Por ejemplo, la idea de organizarnos, pero no en un único barrio, esto se expande cada vez más.
¿Te ha quedado algo por decir?
Una reflexión. Nosotras como habitantes de la ciudad vamos notando que no contamos. Te hacen la marca; gracias por estar aquí y habitar la ciudad, pero a partir de ahora el negocio lo haremos sin ti y en contra tuya si hace falta, pero es que si te vas, eso seria como el Poble Espanyol, tienes que estar porque te aprovecharemos, te exprimiremos. Esta es una situación que puede explotar en cualquier momento. Tenemos una de las camisetas del Verkami para financiar el acto en la que sale un crucero con una mina: simboliza muy bien lo que está pasando.
Artículo de La Directa
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