La última misa franquista en el Monumento a los Caídos de Pamplona

Cada 19 de cada mes, la Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz se reúnen para rezar por los "caídos por España".

22/07/16 · 11:07
Por la derecha, Garisoain (de pie), Baleztena (sentada con boina roja) y Aguirre (de pie) junto a otros asistentes al acto religioso. / El Pamplonauta

El Pamplonauta

El pasado martes 19 de julio de 2016, la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz volvió a celebrar una misa en la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona, donde descansan los restos de los golpistas Mola y Sanjurjo, con motivo del 80 aniversario del llamado ‘alzamiento nacional’ en Navarra.

Un documentalista de Pamplonauta acudió al finalizar la misa a la trasera del Monumento de los Caídos, donde se sitúa el acceso a la cripta cuya entrada desde el interior del monumento ha sido tapiada, para filmar y entrevistar a los asistentes.

“Hemos venido a celebrar el glorioso alzamiento nacional en Navarra –comentó uno de los asistentes, que prefiere mantener el anonimato–, un alzamiento, que en Navarra no fue militar, sino civil, y que se produjo para defender el espíritu de defensa de los valores religiosos, como repulsa por la quema de iglesias, la retirada de crucifijos de las aulas, etc.”.

A la misa asistieron unas 20 personas de entre 30 y 90 años –la mayoría familiares de requetés– entre los que pudimos reconocer a Silvia Baleztena, hija del carlista y golpista Ignacio Baleztena –tocada con una boina roja–, a José Fermín Garralda Arizcun, que fuera presidente de la Junta Carlista de Navarra y últimamente firma como cronista de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, y a Francisco Javier Garisoain, actualmente secretario general de la Comunión Tradicionalista Carlista, quien accedió a conversar con nuestro documentalista.

Garisoain nos explicó que los asistentes en la misa son miembros y amigos de la citada Hermandad, se juntan todos los días 19 de cada mes en conmemoración del alzamiento para rezar por los caídos por España, no sólo en la guerra civil sino en todas las contiendas armadas de los últimos siglos, incluida… la reconquista.

La Hermandad –nos señala otra persona que prefiere no identificarse– fue fundada por requetés excombatientes que juraron que si salían vivos de la guerra, marcharían andando al castillo y basílica de Javier en agradecimiento al santo; esta peregrinación dio origen a la primera javierada, que se organizó precisamente para celebrar la victoria en la “cruzada”.

La Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz depende del Arzobispado de Pamplona y fue constituida en 1940 por el entonces obispo Marcelino Olaechea. Desde su constitución, todos los obispos han dado el visto bueno a esta situación, siendo Fernando Sebastián el obispo que actualizó sus estatutos en 2006.

El Arzobispado cedió en 1997 el uso del Monumento de los Caídos al Ayuntamiento de Pamplona, bajo ciertas condiciones, pero se reservó el uso de la cripta, donde reposan los restos de Mola y Sanjurjo, y cuyo uso cede a la Hermandad para sus misas de carácter privado. La posición de la Iglesia Católica es en Pamplona y en otras ciudades ambigua, ya que permite estas misas de homenaje franquistas todos los años por estas fechas. Por otra parte, no hemos conseguido identificar al joven sacerdote que celebra las misas en la cripta.

Durante la conversación que el documentalista de Pamplonauta mantuvo con los asistentes a la misa se vivieron momentos de tensión. Algunos asistentes no tuvieron problema en conversar con él, frente a otros que insistieron en mantener el anonimato y se negaron a que se les grabara. Se profirieron veladas amenazas. En un momento uno de ellos se encaró en actitud agresiva al documentalista, lo filmó con su móvil y le advirtió que podría haber “mas que palabras”.

Otro de los presentes, a quien vimos merodeando por los alrededores y rompiendo los carteles del homenaje a los fusilados del 36, del día anterior, gritó de manera amenazante “¡nada de fotos, eh!”.

Posteriormente otro de los asistentes dio aviso a la policía nacional que, al parecer advertida de antemano, apareció en el lugar en cuestión de minutos. Llamar a las fuerzas del orden para amedrentar a la gente –un tic de otros tiempos– no tuvo éxito, ya que la policía se comportó con corrección y tras identificar a los presentes y comprobar que nada ocurría, se retiró sin detener a nadie.

¿Es legítimo que se sigan celebrando misas en homenaje a los golpistas del 36? ¿que el Arzobispado ceda el espacio de la cripta a una Hermandad de ideología franquista? ¿que en la planta superior se celebren exposiciones mientras en la cripta de abajo se celebran misas en homenaje a los golpistas? Las asociaciones memorialistas, que el día anterior 18 de julio celebraron el acto de homenaje a los fusilados del 36 'Siguiendo vuestra huella', lo tienen claro: las misas son un intolerable ensalzamiento del franquismo y del terror de la represión, nada tienen que ver con la reconciliación y suponen una ofensa hacia las víctimas y sus familiares.

En Navarra, donde no hubo frente de guerra, fueron asesinadas más de 3.400 personas. Estos crímenes quedaron impunes. Todavía resuenan las palabras del general Emilio Mola, el director del golpe y de la brutal represión posterior, enterrado en la cripta :

“Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros. Tenemos que causar una gran impresión, todo aquel que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado.”

Parece evidente que ha llegado la hora de que el Arzobispado deje de dar cobertura a estas misas y clausure la cripta, que los restos de los golpistas sean trasladados a otro lugar y de que el Ayuntamiento de Pamplona abra un proceso ciudadano para decidir el destino definitivo del Monumento de los Caídos. Demolición o conversión del Monumento en un museo de la memoria histórica del terror de la represión; no caben otras alternativas…

¿Será este 19 de julio de 2016 el último en el cual se celebre el homenaje a los golpistas del 36?

Texto publicado originalmente en El Pamplonauta.

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comentarios

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    José F. Garralda
    |
    29/08/2016 - 12:56pm
    Sepan que en elirrintzi.blogspot.com, se ha publicado una Nota el lunes 1 de agosto de 2016, según la cual el redactor de “El Pamplonauta” ha errado totalmente, y cómo se ha metido en un buen lío hasta de Juzgado por acosar -con fotógrafos, fotografías y pluma- y acusar, entrometerse en la intimidad y en vida ajena, difamar… a unas u otras personas concretas. Se dice, a raíz de las destrucciones realizadas por los talibanes en Próximo Oriente, lo siguiente: “(…) También aquí, en Pamplona, algunos talibanes quieren volar por los aires el Monumento de “Navarra a sus muertos en la Cruzada”, o si lo prefieren, la sala de exposiciones de la Plaza de la Libertad. (…). Y nada digamos de los que quieren impedir que la “Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz” realice sus Actos de piedad cristiana (…) en la cripta de dicho monumento (…). Los que tal impiden nada saben de libertad religiosa, ni de libertades cívicas. Ni quieren saber. Ellos a lo suyo (…). El otro día, el llamado “Pamplonauta” atacó a quienes asistieron a los actos de piedad celebrados en dicha cripta. Lo de menos es que su redactor se equivocase como se equivocó en nombres y cargos. Por ejemplo, no saben quién es el cronista de dicha Hermandad, pues basta informarse para saber que desde hace tiempo es otra persona. Además, es denunciable que se hagan públicos -sin permiso de los interesados- los nombres de quienes asisten a actos privados. Y amenazar solapadamente al pater. Y tener a varios fotógrafos acechando. Y hacer y señalar mediante fotografías. Y calumniar la memoria de un señor Baleztena fallecido hace muchos años, aunque el Blog “Premin de Iruña” deja todo claro. Y señalar a la señorita Silvita. Y qué se yo qué más. En nuestro Estado deshecho todavía importan las denuncias, que abogados hay. El de “Pamplonauta” o quien sea -alguno se cree con derecho de convertirse por arte de birlibirloque en parte y juez- quisiera hacer solidarios a los que él señala con lo que él mismo quiere hacerles solidarios. Sólo por esto ya merece ser despachado de la redacción. Así, cree que puede arremeter contra cualquiera. (…). Aunque a algunos se les diga una y mil veces que se equivocan en sus apreciaciones, ellos erre que erre. (…) Pues sepan de nuevo que agreden a un monumento con su contenido, su significado y con ser una obra de arte por muchos conceptos, y a las personas que se cita y que son simplemente católicas, españolas, navarras y carlistas. No lo que ellos inventan. Pamplona/Iruña 1-VIII-2016″ Atentamente,
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    Javier Garisoain
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    23/07/2016 - 4:52pm
    En primer lugar hay que aclarar que no existe en la liturgia católica ningún rito especial que se pueda denominar "franquista". No existe la "misa franquista" ni menos aún la "misa de homenaje franquista". Las eucaristías que celebra la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz son misas católicas ordinarias en las que se lee la Sagrada Escritura, se realiza el rito de la eucaristía y se reza por los difuntos. (Y también se hacen -por cierto- en desagravio por el sacrilegio de la exposición organizada por el ayuntamiento en ese mismo edificio hace unos meses.) No es correcto decir que la citada Hermandad tenga "ideología franquista". Es una asociación religiosa canónica que carece de fines políticos. Se fundó en un momento histórico concreto por católicos que, bajo su responsabilidad, y con su obispo a la cabeza, después de entender que se habían agotado las vías pacíficas, decidieron adherirse a un alzamiento contra un gobierno que consideraban ilegítimo. La citada Hermandad lo único que recoge -y actualiza- es ese espíritu de defensa de valores religiosos. A veces parece que nos olvidamos de que el régimen contra el que se alzaron aquellos católicos había desencadenado una auténtica persecución religiosa. Y no sólo a partir de 1936, pues ya desde 1931 se quemaron iglesias y en el fallido golpe de estado socialista de 1934 se asesinó a nada menos que 34 miembros del clero. Como político, como carlista y como navarro, tengo que decir, para que se entienda bien mi posición, que lo que los carlistas conmemoramos el 19 de julio no es ni la guerra civil, ni la represión, ni el establecimiento posterior de la dictadura de Franco. Nosotros no celebramos nada de eso. Lo que recordamos con admiración y respeto es el espíritu del 19 de julio, un espíritu popular y civil que llevó hace 80 años a miles de navarros, -leales al gobierno legítimo de la Diputación Foral de Navarra-, a alzarse contra otro gobierno, el de Madrid, que consideraron ilegítimo porque estaba amparando la anarquía y la persecución religiosa. 4.704 de esos sublevados murieron en el frente a lo largo de la contienda y sus nombres están inscritos en el Monumento de Pamplona. Otros navarros murieron fuera de navarra, víctimas de la represión y persecución de la "zona roja". Otros más fallecieron en los bombardeos de Pamplona o Lumbier. Sus familiares y amigos tenemos todo el derecho del mundo a reconocer su heroísmo, a honrar sus restos, o a rezar por ellos. Al menos el mismo derecho que los familiares y amigos de los combatientes y represaliados del bando republicano. La historia de Las Españas está llena de guerras y de violencias y supone un llamamiento constante para que evitemos los mismos errores. Es fácil poner la etiqueta de culpable al que toma la decisión de enfrentarse al gobierno pero ¿qué sería del mundo si todas las personas, a lo largo de toda la historia, se hubieran sometido siempre, sin protesta alguna a los caprichos de los poderosos? Cuando recuerdo el heroísmo que tuvieron los sublevados de 1936 pienso en el de los protagonistas de otros alzamientos históricos como los del 718 contra los musulmanes, del 1212 contra los almohades, de 1808 contra Napoleón, de 1833 contra los liberales... Entiendo que otros pueden tener otras preferencias, y verán con admiración a golpistas liberales como Riego o a los anarquistas de la "semana trágica" de Barcelona. Lo entiendo y lo respeto. Lo único que pido es ese mismo respeto. Javier Garisoain
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