El rapto de la princesa Educación

El contenido de los cuentos que ofrecemos a nuestras niñas y niños nunca es inocente. Siempre es ideológico porque en ellos se establecen patrones de pensamiento y de conducta.

, Integrante de Yo Estudié en la Pública
02/06/16 · 17:15

El pasado 24 de mayo se difundió en la prensa nacional la retirada de una prueba de comprensión lectora para niños de cinco años enviada a los centros de la Comunidad de Madrid. La prueba consistía en un cuento titulado El rapto de la princesa, que el profesor debía leer al alumnado. La Consejería de Educación decidió retirarla tras la denuncia de Comisiones Obreras. El sindicato actuó ante la alerta emitida por la Plataforma de Profesorxs y Maestrxs Interinxs de Madrid, y argumentó que el texto tenía faltas de ortografía y contenido sexista.

No deja de ser elocuente la forma en que se ha presentado el asunto. Casi todos los periódicos recogían un extracto del comunicado de CC OO y las excusas de la Consejería, quien aseguraba que se trataba de un borrador enviado por error. En todos los casos acompañaba la noticia una foto parcial de la prueba, la mitad superior de "El rapto de la princesa", con las faltas de ortografía y expresión subrayadas en rosa. Con tal selección la prensa nacional nos dice a los lectores que lo verdaderamente escandaloso de esta prueba son las faltas de ortografía.
 

La Educación en este país ha sido raptada por piratas incompetentes
Y, efectivamente, es escandaloso que se envíe un examen con faltas de ortografía y una expresión deleznable. Para el aprendizaje de la lengua es fundamental que los estudiantes de cualquier edad cuenten con modelos impecables. Nos preguntamos, pues, qué clase de profesionales están detrás de la confección de estas pruebas. Desde luego, no profesionales de la educación.

Más escandaloso, sin embargo, debería parecernos el contenido sexista de la prueba porque, como muy bien señala CC OO, "socializa en situaciones de discriminación para la mujer, naturalizando y normalizando el sometimiento a violencia hacia las mujeres y el maltrato" y "contraviene frontalmente los principios en los que debe basarse el sistema educativo español".

El principio de igualdad se desarrolla en el artículo 1 de la vigente Ley Orgánica de Educación, en la Ley orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, en la Ley orgánica de medidas de Protección Integral contra la violencia de género, y en la Constitución Española en sus artículos 9.2 y 14, así como en los distintos tratados internacionales suscritos por el Estado español en la materia. Para el aprendizaje de la igualdad de hombres y mujeres y la no discriminación por razón de sexo es fundamental que los estudiantes de cualquier edad cuenten con modelos impecables. Nos preguntamos, pues, qué clase de profesionales están detrás de la confección de estas pruebas. Desde luego, no profesionales de la educación.
 


Ofrecemos en la imagen el texto íntegro de El rapto de la princesa para que todos ustedes puedan realizar la prueba de comprensión lectora. Nuestro análisis de texto y contexto es que en estos momentos la Educación en este país ha sido raptada por piratas incompetentes. Nos referimos a los políticos que han perpetrado el acoso y derribo de la educación pública y a las empresas en las que han delegado buena parte de la gestión de la misma; esas que realizan las pruebas externas robando, porque no se puede llamar de otro modo a lo que está ocurriendo, el dinero del Estado y la Dignidad de la educación.

Los padres y profesores, como los reyes del cuento, lloran y lloran porque no saben cómo rescatar a su querida hija Educación. La sagacidad de la madre –profesorado–, y de la propia princesa –alumnado–, ha permitido señalar a los culpables. Pero, queridos amigos, no podemos esperar a que aparezca un príncipe que venga a solucionarlo todo. Esos príncipes sólo existen en los cuentos de hadas. En la realidad, rescatar a la Educación de los piratas está, exclusivamente, en nuestras manos.

Moraleja final: El contenido de los cuentos que ofrecemos a nuestras niñas y niños nunca es inocente. Siempre es ideológico porque en ellos se establecen patrones de pensamiento y de conducta. Si queremos que en este país haya algún día verdadera igualdad, empecemos a contar a nuestros niños y niñas menos cuentos de princesas sometidas y más cuentos de brujas empoderadas.

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