El pasado mes de abril, el Gobierno suspendió la convocatoria de las oposiciones de profesores de Secundaria en Andalucía que iban a tener lugar este mes de junio, a las que concurrían 33.154 aspirantes.
En el discurso de investidura, Mariano Rajoy expuso su “firme intención” de mantener las oposiciones de cuerpos y seguridad del Estado (policías, bomberos...) y servicios públicos básicos. Pero el pasado 20 de abril, el Gobierno anunciaba un recorte en sanidad y educación de más de 10.000 millones de euros. Entre las consecuencias, al menos para el próximo curso no habrá plazas para los aspirantes al profesorado en Andalucía. El Tribunal Constitucional tiene cinco meses para pronunciarse con respecto a este bloqueo de la oposiciones andaluzas. Si pasado este tiempo no emite un fallo, continuarán las oposiciones, pero los aspirantes ya no podrán acceder hasta el curso siguiente.
¿Por qué este bloqueo?
Una de las raíces de esta situación hay que buscarla en el Real Decreto Ley de 30 diciembre de 2011 por el que se prohíbe la contratación de nuevo personal -salvo excepciones- en servicios esenciales y, en consecuencia, la posibilidad de incorporar personal docente, al fijar en un 10% la tasa de reposición de efectivos en el sector educativo.
Pese a ello, la Junta convocó las oposiciones de profesorado el 10 de febrero de este año. Un mes después de las elecciones andaluzas y a pocas semanas del comienzo de la convocatoria, a sabiendas que ya se atrasa un curso más, la Junta suspendió la convocatoria. Un juego entre políticos en el que ciudadano es el único afectado.
En el Pais Vasco también hay convocadas oposiciones de secundaria, sin embargo, las plazas no rebasan la tasa dispuesta en el nuevo real decreto.,
Prepararse unas oposiciones requiere dedicación plena durante años, estudiar sin períodos de descanso, renunciar a cualquier tipo de planificación familiar, ocio y por supuesto a ingresos, pues todas las esperanzas y años de esfuerzo se juegan a una sola carta. Por eso, C.F.S. lleva estudiando cuatro años y trabajando los fines de semana en un bar para poder cubrir sus gastos, un preparador o el coste de los temarios. Le encantaría ejercer la docencia. Pero ahora debe esperar otro curso más para poder tener la oportunidad de acceder al trabajo para el que que lleva años preparándose. Su vida y la de las personas que lo rodean gira alrededor de esta apuesta del todo o nada. Y ahora, tras el bloqueo de esta convocatoria, más gastos y una larga espera.
Araceli estudió Historia y Ciencias de la Música y tiene, además, la Diplomatura de Magisterio. Le encanta la música y la docencia y llevaba algún tiempo trabajando en escuelas municipales, pero con los recortes se fue poco a poco quedando sin clases. Ahora subsiste con un taller de tres horas a la semana. Por ello, decidió en firme estudiar oposiciones a Secundaria, y ésta era su segunda convocatoria.
¿Qué gastos conlleva ser opositor?
En Sevilla no había ninguna preparación apropiada en su área, así que un fin de semana al mes, Araceli hacía las maletas y subía para Madrid. Estas clases le suponían un gasto mensual de 160€ sin contar el viaje, el alojamiento y la comida. Después de todo el esfuerzo, las esperanzas y el trabajo duro, según Araceli, “toda la motivación se viene abajo” . Y es que nadie se pronuncia aún. Tanto ella como miles de opositores no saben qué hacer, muchos tienen familia y no disponen de ingresos. Mientras tanto, el Tribunal Constitucional no mueve ficha.
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