En 37 años de democracia, en España han estado vigentes siete leyes educativas, o lo que es lo mismo, una cada menos de seis años. LGE, LOECE, LODE, LOGSE, LOCE, LOE y Lomce se han sucedido como los días de la semana de la enseñanza estatal.

No parece realista pensar que la Lomce (Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa) será la última. Es sabido que la 'Ley Wert' ha generado acuerdo, pero para rechazarla.

El ministro que la impulsó y le otorgó el sobrenombre se va, pero le regala el problema a su sucesor: Íñigo Méndez de Vigo, hasta ahora Secretario de Estado para la Unión Europea.

Dentro de la comunidad educativa, muchas voces se alzan en contra de la implantación de la LOMCE. María Jesús Martín, ex asesora técnica en el Ministerio de Educación y catedrática de Física y Química la califica como "completamente antidemocrática". No sólo porque los procedimientos para sacarla adelante se hayan realizado de forma arbitraria y sin el apoyo de ningún partido, "es que la norma permite que la Admi­nistración tenga mucho más peso que el claustro de profesores para aprobar proyectos, y también la elección a dedo de los directores", protesta Martín.

A la denunciada falta de consenso con la sociedad y la comunidad educativa, se ha sumado una crítica que ha adquirido recientemente fuerza: la ausencia de legitimidad. En el 'Manifiesto por la paralización de la Lomce' se afirma que "la suma de los votos de los partidos que rechazan la Lomce es mayoritaria".

Esta declaración conjunta de los colectivos que componen la plataforma La Educación Que Nos Une –entre otros, Oxfam Intermón, Ecologistas en Acción o ATTAC– denuncia que unos "políticos salientes" van a decidir "la organización educativa del próximo curso".

"Es a estas alturas cuando salen las instrucciones y calendarios, cuando se deciden las plantillas de Secundaria, cuando se publican los cambios de libros de texto que tanto esfuerzo económico suponen", lamenta el comunicado. Hasta el momento, más de 23.000 firmas les han prestado su apoyo.

Primer tramo

"Pensamos que no estamos nada informados: nos enteramos de la ley igual que el resto de ciudadanos", reprocha Asunción Durán, docente del colegio Julián Marías, en Madrid. "No nos llega una comunicación oficial ni una formación. Se ha introducido muy precipitada".

En esa línea, Vera de Diego, profesora del Colegio Rural Agrupado Rosa Chacel, de la provincia de Burgos, afirma que "la Administración no ha facilitado nada la aplicación de la nueva ley, es más, lo que ha hecho es poner trabas".

"Ayudas ninguna, preparación ninguna. Las pocas aportaciones que hace la inspección son totalmente abstractas y difíciles de concretar", coincide Esther Muñoz, maestra de 2º de Primaria en el colegio Palomeras Bajas de Madrid.

En el curso 2014-2015 ya se ha aplicado el primer tramo de la ley, correspondiente a los cursos de primero, tercero y quinto de primaria. Además, ha incorporado las primeras evaluaciones de final de etapa, las de 3º de Primaria; las polémicas reválidas. La de sexto finalmente se materializará el curso que viene.

Han sido notorios los plantes a las pruebas de tercero. Euskadi ha destacado por encima del resto: dos centros de Barakaldo –el Arteagabeitia y el Pilar– se plantaron a la prueba piloto del gobierno vasco. Lo mismo ocurrió con otros tres de Vitoria –el Salburua, el Arantzabela y el Lope de Guereñiu– y la ikastola Jakintza (en Ordizia, Guipuzcoa).

En Galicia, un 20% de los estudiantes no se presentaron a la evaluación externa, según datos de la Xunta. En Aragón, la polémica saltó por la filtración de parte de las preguntas de la 'reválida' de 3º de ESO en la web boicotlomce.

Vera de Diego denuncia el caso de una niña "que pasó muchísimo estrés, nerviosismo y tensión". Además, duda de que el resultado del examen, "para el que se la ha entrenado", responda realmente a las capacidades de la alumna.

"La reválida es un sinsentido. Cuanto más pequeños son los alumnos, más se bloquean", juzga Esther Muñoz. "Si un estudiante tiene problemas, por ejemplo, por no tratarse de su lengua materna, no sólo no se tiene en cuenta, sino que tampoco se ponen medidas para ayudar a solucionarlo". Asunción Durán reprocha que este modelo sólo mire por "los alumnos brillantes" y se olvide de "aquellos que necesitan más ayuda".

Desaparecen los ciclos

"La Lomce tiene un problema gravísimo: adelanta los contenidos curriculares y no tiene para nada en cuenta la psicología evolutiva de los niños", mantiene Muñoz. "La ley no tiene ninguna base psicológica ni pedagógica. Las personas que la han hecho están totalmente alejadas de la escuela", añade.

Respecto al cambio de materias y la reorganización de las etapas, María Jesús Martín apunta que la separación de Conocimiento del Medio en Ciencias Naturales y Ciencias Sociales "es un retroceso".

Esther Muñoz también ataca la desaparición de los ciclos: "Han dejado los cursos aislados y desconectados de los otros".

"Trabajar por cursos y no ciclo a ciclo es una dificultad añadida", comparte Vera de Diego.

La extensión de los contenidos también ha generado conflicto. "Lo que antes se daba en quinto ahora se da incluso en tercero. Han ampliado muchísimo los contenidos. Y nos impide trabajar en más experimentación y proyectos", considera Durán. "No nos da tiempo a dar los contenidos. Son una burrada", sentencia De Diego.