Los recortes siguen devaluando la ciencia hecha en el Estado español, al tiempo que se desvían fondos para la investigación militar. Los colectivos del sector convocan una nueva movilización coincidiendo con la oficialista Noche de los Investigadores.
Falta de financiación pública, exilio forzado de los más jóvenes, trasvase presupuestario hacia la ciencia aplicada y "mercantilización" del avance científico y precariedad laboral... La ciencia en el Estado español nunca ha gozado de buena salud, pero ahora corre el peligro de desaparecer. Es el diagnóstico de los integrantes de la llamada Marea Roja, que ante esta perspectiva de futuro, vuelve a la calle en el día de la celebración institucional "La Noche de los Investigadores" y convoca una nueva manifestación por el centro de Madrid el 26 de septiembre. La convocatoria llega espoleada, una vez más, por colectivos asamblearios integrados principalmente por los investigadores más jóvenes como Ciencia Para el Pueblo (CXP) y la Asamblea General de Ciencia (AGCiencia), junto a asociaciones de estudiantes y sindicatos, que conforman el grueso organizativo de la Marea Roja y que ha contado con el apoyo del resto de mareas, como la Verde de educación, la Blanca de sanidad y la Granate de los exiliados económicos.
"Los recortes que lleva sufriendo la investigación científica desde 2011 están desintegrando el sistema científico y condenando a los jóvenes investigadores al exilio económico forzado y sin posibilidad de retorno" --denuncian desde el Colectivo Ciencia Para el Pueblo--. Este colectivo considera que se está "ahogando" la ciencia básica, pública y civil -- no en vano, España ocupa el lugar 22 de los 28 estados de la UE en gasto público en investigación--, en favor de la investigación aplicada y la militar: "Corremos el enorme riesgo de 'mercantilizar' la ciencia, buscando únicamente el beneficio económico en detrimento del beneficio social y universal que debería buscarse en el avance científico".
Este año, la celebración europea de la Noche de los Investigadores ha desatado también protestas a lo largo de los países del sur de Europa azotados por las políticas de austeridad que llegan desde Bruselas y que, según denuncia la Marea Roja, polariza los centros de producción científica hacia aquellos países responsables de la austeridad y que aprovechan la situación para conseguir mano de obra ultra especializada a bajo coste alguno. Un estudio de Katrin Nussmayr publicado en el blog de Forum Alpbach muestra cómo en la última década se ha producido un trasvase de investigadores y profesionales desde los países del sur y el este hacia el centro de Europa, Reino Unido y Escandinavia.
En Francia y en Italia se han convocado sendas marchas, respectivamente “Sciences En Marche” y “Per la Scienza e la Cultura” que comenzarán también el 26 de septiembre, y confluirán en París y en Roma el 17 de octubre. En Madrid, esta nueva Marea Roja, bajo el lema "ciencia en lucha" se celebrará el viernes 26 a las 19h desde la plaza de Callao hasta la plaza de Neptuno.
Situación extrema en el CSIC
El Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC), la mayor institución científica del Estado español y una de las mas grandes de Europa ha perdido cerca de un tercio de sus empleados desde 2011 (4.000 puestos de trabajo menos, lo que ha dejado el total en torno a 11.000 trabajadores). La situación económica extremadamente precaria del CSIC ha producido situaciones cómo un "corralito" a los ahorros de los laboratorios, que agravó aun más la precaria y asfixiante situación que ya vivían. Asfixiante también por los cortes de luz y aire acondicionado que sufrieron los centros de investigación en el verano de 2013, año en el que estos centros tuvieron que elegir entre la investigación a más de 30 grados en los laboratorios o al cierre forzado durante el mes de agosto.
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