El colectivo de docentes de las islas ha vuelto hoy martes a la huelga tras la huelga de tres semanas de comienzo de curso y las protestas contra la ley Wert del 24 de octubre. En este tiempo el conflicto contra los recortes y la imposición del trilingüismo –el polémico decreto TIL-- no ha remitido y a la falta de voluntad negociadora del Gobierno de José Ramón Bauzá (PP) se ha unido la apertura de siete expedientes contra docentes que habían participado en las movilizaciones, entre ellos el director del IES Marratxì (Palma).

Según la Asamblea de Docentes, el seguimiento de esta nueva jornada de paro --la 18 en este curso-- es del 45% en el conjunto de las islas. Un dato que su portavoz, Miquel Angel Tortell, ha valorado para DIAGONAL como positivo "teniendo en cuenta la cantidad de días que ya hemos parado. Hoy es un día sin escuela". El objetivo de la huelga es presionar para una nueva negociación que desbloquee el conflicto con la presencia del propio presidente Bauzá. "Si se ha reunido con todo tipo de colectivos, debería reunirse con un movimiento social enorme como el nuestro", afirma Tortell.

Según la web de contrainformación Contrainfo.cat, la jornada no ha comenzado con normalidad debido a la presencia de piquetes informativos estudiantiles que han hecho una ronda por diferentes institutos del centro de Palma. Tras una concentración en el instituto Marratxì, la marea verde se ha dirigido a concentrarse a las puertas de la consejería de Educación.

Además de los expedientes, la existencia de contraconvocatorias en las redes sociales ha crispado los ánimos. Según denuncia la Asamblea de Docentes, la página de Facebook No vaig de vaga está acogiendo comentarios agresivos y “de los insultos se está pasando a las amenazas y a la llamada a salir a la calle para hacerlas efectivas”. Asimismo, la asamblea denuncia la existencia de una convocatoria vía whatsapp para concentrarse el miércoles 8 a la salida de los institutos para gritar a los docentes. Dicha convocatoria termina con el mensaje “Por favor, no arrojar huevos”. Los hechos han tenido repercusión pública debido al comentario del diputado autonómico Antoni Camps (PP), que en su cuenta personal de twitter enlazaba la cita de la protesta con el comentario “Ya era hora!”. "Lo que no es de recibo es que el Gobierno, que dice ser de derecha moderada, utilice, crea, promueva y se haga eco de estas denuncias de una minoría de extrema derecha", comenta Tortell.

No al TIL y los recortes

Desde la paralización de la huelga indefinida en octubre, la aplicación del TIL está siendo, siempre según la Asamblea de Docentes, “un caos pedagógico”. De hecho, según una encuesta realizada por la marea verde en 70 centros de todas las islas, en la mitad de ellos el decreto no se está aplicando y el 63% de los consejos escolares municipales rechaza la medida. Los docentes han criticado en todo momento, en forma y fondo, la aplicación de la enseñanza en inglés en materias no lingüística, tanto por la escasa preparación del profesorado –afirman que sólo un 25% del profesorado de secundaria conoce la metodología propuesta por la consejería de educación-- como por la ausencia de medios humanos y técnicos para llevarla a cabo.

En la mesa de negociación de la huelga proponían una aplicación voluntaria de la norma en cada centro, siempre después de que una comisión de expertos estudiara con detenimiento la realidad de los centros. Además, entre los 10 puntos defendidos por la asamblea, los docentes pedían que la consejería atendiera sus reivindicaciones sobre la mejora de las ayudas de comedor y libros de texto, algo que el Gobierno regional afirmó estar valorando. Lo tendrá dificil: precisamente hoy se ha conocido la noticia de que el Gobierno central reducirá un 40% las aportaciones a las autonomías para la subvención de libros de texto. "Ahora dicen que la crisis ha pasado pero que no van a aumentar las plazas del profesorado ", explica Tortell, para quien esta realidad demuestra que las medidas de recorte, que entre otras cosas han supuesto la desaparición de 1.000 puestos en toda la enseñanza pública balear, "no eran medidas de crisis sino un cambio de modelo en el sistema educativo".