Una familia de San Sebastián ha constatado, al abrir la tumba por orden judicial, que no hay restos de una niña dada por muerta. La investigación se fija ahora en los doctores. Con este caso ya son tres los enterramientos de bebés abiertos en el País Vasco en los que no se hallan los cuerpos.

inforelacionada
“A mi hermana la vendieron para irse
a esquiar, comprarse un coche o
una casa, no para hacer hospitales.
Que no les quepa duda a estos diablos
de que la policía está tras ellos y
que cuando la Justicia nos lo permita
vamos a revelar su identidad y sus
propiedades para que todo el mundo
sepa cómo se han enriquecido” dice
a DIAGONAL Pablo Losa Ocáriz
hermano de Rebeca, una niña nacida
el 3 de julio de 1977 en la clínica
Martín Santos de San Sebastián.
La familia Losa Ocáriz acaba de
constatar, el 12 de enero, que la tumba
de su hermana, instalada en el
panteón familiar del cementerio de
Polloe de San Sebastián, está vacía.
Una orden judicial ha permitido
abrir el ataúd, en el que no había
ningún cuerpo. “Ha sido muy duro
para todos, pero ahora tenemos claro
hacia dónde tiene que ir la investigación
sobre el robo de mi hermana
Rebeca”, dice su hermano y
añade: “Que no tengan ninguna
duda de que vamos a por ellos, vamos
a dar a conocer los datos y las
direcciones de los implicados. Esos
diablos aún siguen vivos e incluso
uno de ellos ejerciendo”, dice en
referencia a los tres médicos que
firmaron un parte de defunción
con muchas irregularidades.
Un robo preparado
La madre, Mercedes Ocáriz, ha tenido
diez hijos, cuatros chicas y seis
chicos, Rebeca es la octava. Y, según
explica su hermano, la madre ha
contado que aquel parto no fue normal,
“no porque la niña naciera mal
sino porque de manera extraordinaria
la ingresaron en una habitación
en la que estaba sola. Fue atendida
en el parto en esa habitación por un
médico que no le enseñó a la niña
aunque dijo que estaba sanísima”.
El relato coincide con otros casos de niños
robados. A la media hora la niña
fue traslada a la residencia Aránzazu
de esa ciudad con la excusa de que
necesitaba una incubadora. Ya no la
vieron más. “Hemos conseguido los
documentos después de mucho pelear
y ahora vemos que la defunción
de mi hermana está firmada tres días
antes del día que comunicaron a mis
padres el fallecimiento. De esa
muerte dan fe tres médicos. Tenemos
ya todos sus datos y la
Ertzaintza está tras ellos”, dice Pablo
Losa.
“Que no les quepa dudas
a estos diablos que
revelaremos cómo se
han enriquecido con
la venta de bebés”
Pasados 35 años la familia espera
localizar a Rebeca viva. Su hermano
pide que las niñas adoptadas en
1977 consulten la página de
Faceebok que ha abierto otra hermana,
Cecilia Losa Ocáriz, “hemos
publicado fotos para que las personas
que puedan tener pruebas nos
aporten información”.
En el País Vasco ya son tres las tumbas de bebés robados que se han abierto sin encontrar restos de los niños dentro. “Otro caso similar es de Bilbao, se ha abierto recientemente
una tumba y tampoco se han encontrado
restos humanos” dice a
DIAGONAL Leire Fernández, de la
asociación de familias afectadas
SOS Bebés Robados.
Apunta que en el País Vasco la
Justicia está dando curso a todas
las denuncias de niños robados
presentadas y que el número de
afectados es muy elevado. “Existen
casi 400 casos de niños robados (denunciados 200) entre
la residencia Aránzazu de San
Sebastián, la clínica Arana en
Vitoria, en Vizcaya la antigua maternidad
y en Guipúzcoa, el hospital
San Cosme y San Damián.
Proporcionalmente en el País
Vasco es donde más casos de bebés
robados existen respecto al resto
del Estado español. La causa no
la sabemos pero intuimos que es
debido a que hay buena comunicación
para trasladar a los niños robados
a otros lugares: desde San
Sebastián estamos a media hora de
Francia y desde Vitoria se accede
directamente a la N-1, la primera
carretera nacional que se construyó
y que seguramente permitió llevar
a los bebés a otras ciudades”,
dice la delegada de SOS Bebés.
A diferencia de otras comunidades,
donde la mayoría de las denuncias
se han desestimado, en el
País Vasco se gestionan todas las
denuncias. “Sólo existen dos denuncias
archivadas de las que teníamos
constancia, y se han vuelto
a abrir. Nosotros estamos muy
contentos con el trabajo que están llevando a cabo las
Fiscalías”, dice Fernández.
La singularidad en cuanto a las
investigaciones de niños robados
seguidas, en comparación con
otras comunidades autónomas, es
que en el País Vasco, la Ertzaintza
colabora conjuntamente con los
juzgados vascos en la recopilación
de pruebas, investigación de presuntos
implicados, etc. Eso permite
avanzar en las denuncias presentadas
por las familias y que los
casos sigan adelante.
Archivo de denuncias
Pero con el cambio de Gobierno las
asociaciones de afectados por el robo
de niños temen que se cierren los
casos en el resto del Estado español.
Los afectados calculan que el 70%
de las denuncias han sido archivadas
en los juzgados.
Por su parte, la Plataforma de
Afectados de Clínicas de Toda
España Causa Niños Robados, remitió
el 10 de enero una carta al
nuevo ministro de Justicia, Alberto
Ruiz Gallardón, solicitándole que
dé continuidad a la investigación
abierta por el robo de bebés durante el Franquismo y en democracia (existen casos incluso de los años ‘90).
De momento, no han recibido
respuesta. En ese comunicado, la portavos de la
Plataforma, Mar Soriano, solicita también una entrevista
con el ministro y señala que:
“Teniendo en cuenta el eco internacional”
de las desapariciones de bebés,
suponen que el ministro “es conocedor
de las demandas (...) y de
que la sociedad española reivindica investigar el robo de niños ”.
La plataforma también hace
referencia al encuentro que todas
las asociaciones de afectados
tuvieron en el Congreso de los diputados
en marzo de 2010 y donde
todos los grupos políticos, de forma
unánime, dieron su apoyo a la investigación
del robo de bebés.
Sin embargo, ese compromiso
parece que sólo es una declaración
de intenciones. El 9 de enero
el Parlamento rechazó una Iniciativa
Legislativa Popular (ILP)
promovida por la Asociación
Nacional de Afectados por
Adopciones Irregulares (Anadir) y
presentada por su presidente
Antonio Barroso, para que se cree
una comisión especial que siga la
trama del robo de niños. El Congreso
rechazó admitir a trámite la
ILP por un defecto de forma. Para Barroso "es una vergüenza. Ni con los socialistas, ni con éstos. Desde que ha llegado el nuevo Gobierno del PP es imposible contactar con la Fiscalía. Se niegan a investigar nada. Están cerrando todos los casos, por eso hemos convocado una manifestación el 27 de enero, a las 11h de la mañana frente a la Fiscalía General", anuncia el portavoz de Anadir.
Fernando
Magán, abogado de la Plataforma de
Afectados de Clínicas de Toda
España Causa Niños Robados, dice: “La mayoría de las denuncias
de familiares que buscan a sus bebés
han sido archivadas en todo el
Estado español”, aunque admite
que las Fiscalías de Málaga y
Madrid están realizando un buen
trabajo. Sin embargo, el siguiente
paso sería que las Fiscalías remitan
los casos a los juzgados, algo que no
se lleva a cabo casi nunca.
"El problema
es que los casos se han derivado
las Fiscalías territoriales y se han
considerado como casos individuales.
Si se hubiera hecho un seguimiento
de todos los casos se verían
las coincidencias y se entendería mejor
la forma de actuar. Los jueces están
argumentando que no existen
prácticas extrañas con arreglo a la
época”, explica. Magán es pesimista: “sencillamente
los jueces no quieren investigar
el robo de bebés”.
¿Dónde están
enterrados?
La apertura de la tumba de Rebeca Losa Ocáriz ha sido posible porque los restos de la niña se encontraban en el panteón familiar. No ocurre lo mismo en la mayoría de los casos en los que se desconoce dónde están enterrados los bebés. El caso del hijo de Enrique Pertierra, publicado en DIAGONAL, tiene muchas similitudes con el de la familia Losa Ocáriz. Nacido el 23 de julio de 1962 en la maternidad de O'Donnell de Madrid, el niño fue llevado a una incubadora y en los 15 días en los que estuvo ingresado los padres no lo pudieron ver. Cuando el bebé iba a ser dado de alta, les comunicaron que el bebé había muerto. Del cuerpo se encargó la funeraria. «Durante años fuimos a una tumba en el cementerio de la Almudena de Madrid a llevar flores. Un día llegamos y esa tumba ya no existía. Preguntamos y nos dijeron que habían trasladado los restos de mi hijo a una fosa común. Por qué no nos comunicaron nada", se pregunta Pertierra. Él pone como ejemplo el traslado de los restos de su padre en el mismo cementerio. "Entonces, unos años antes del nacimiento de mi hijo, nos avisaron para comunicarnos que los restos de mi padre se se iban a llevar a un osario común, fuimos y comprobamos los restos. Por qué en el caso de mi hijo no ocurrió lo mismo", se pregunta.
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