Las víctimas de Acteal no apoyan la demanda contra Zedillo en EE UU
El día 22 de cada mes la
Organización de la Sociedad Civil
Las Abejas recuerda en Acteal
(Altos de Chenalhó, Chiapas) a sus
compañeros masacrados el 22 de
diciembre de 1997. Aquel día, 90 paramilitares
opuestos al Ejército
Zapatista de Liberación Nacional
mataron a 45 de sus hermanos tzotziles
mientras rezaban en la capilla
de la comunidad para pedir paz en
la región. Ellos eran parte de los
9.000 desplazados del área de San
Pedro Chenalhó que se refugiaron
en otras comunidades dejando sus
tierras y sus casas huyendo de las
amenazas y hostigamientos de grupos
paramilitares. De las 45 víctimas,
16 eran niños, niñas y adolescentes;
20 eran mujeres, siete de
ellas embarazadas, y nueve hombres
adultos.
El 19 de septiembre de 2011 se interpuso
una demanda en contra del
entonces presidente de México
Ernesto Zedillo en una corte de
Connecticut (Estados Unidos) por
la masacre de Acteal. Pero algo no
cuadra. Las Abejas de Acteal se desvincularon
inmediatamente de la
demanda, acción que algunos les
reprochan como algo precipitado
porque desperdicia la oportunidad
de que Zedillo sea llevado a los tribunales.
Pero Las Abejas no están
en contra de que se juzgue a Zedillo,
al contrario, quieren que se le juzgue
“a él y a otros muchos por la
masacre de Acteal con todo el peso
de la ley”, como refirieron en un comunicado
leído el día 22 de diciembre
de 2011 durante la jornada de
ayuno y oración, en Acteal. Pero Las
Abejas se muestran en contra de la
manipulación del caso: “No queremos
que se pierda en una acusación
centrada en una sola persona lo que
es un crimen de Estado y con una
política de contrainsurgencia que
no se ha acabado”.
A este respecto, el obispo de
Saltillo, Raúl Vera López, a quien la
Sociedad Civil Las Abejas le entregó
el “bastón de mando” durante la
jornada del pasado 22 de diciembre,
declaró que “el expresidente Zedillo
es culpable y debe responder por
crímenes de lesa humanidad cometidos
durante su mandato en contra
de indígenas chiapanecos. Sobre la
petición de inmunidad que hizo
Zedillo a la Corte de EE UU, solicitud
que apoyó el Gobierno de Felipe
Calderón, Las Abejas sostienen
“que nadie puede estar por encima
de la ley,menos todavía Zedillo porque
él está manchado de sangre; vaya
por donde vaya seguirá manchado
de sangre de los 45 masacrados
de Acteal más los cuatro que no habían
nacido”.
El debate sobre la demanda contra
Zedillo en Connecticut surge
cuando en México está en marcha
un proceso electoral, y, según
Las Abejas, podría estar impulsada
desde el interior del Partido
Revolucionario Institucional (PRI).
“Antes el PRI y el Partido Acción
Nacional (PAN) tenían diferencia
de colores, pero ahora están pintados
en un solo color rojo que es la
sangre de más de 50.000 mexicanos
y mexicanas muertos”, sostiene la
organización tzotzil.
Sobre el carácter de la demanda
en Connecticut, Las Abejas recalcan
que “es absurdo y sospechoso
que los demandantes sean anónimos”.
Los nombres de las víctimas
y sus familiares son públicos: están
en los expedientes de la procuraduría,
en los informes del Centro de
Derechos Humanos Fray Bartolomé
de las Casas (conocido como
Frayba) y en Acteal.
Según el obispo Vera, “los denunciantes
no representan a la mayoría
de los afectados por el asesinato de
los 45 indígenas tzotziles. Las
Abejas que están presentando esto
no son la mesa directiva de la organización,
son un grupo que se separó
y que no está haciendo las cosas
junto con la directiva ni está abarcando
a todos; son diez personas”.
Así, la demanda en EEUU no es una
demanda penal que busque castigo
para el o los responsables de la masacre de Acteal;
es simplemente una
demanda civil que busca una compensación
económica por daños y
perjuicios, y tal como declaran Las
Abejas, “pensamos que no puede
haber primero un resarcimiento sin
haberse hecho justicia de carácter
penal. Zedillo y sus cómplices son
culpables por omisión y por comisión,
y por eso tienen que ser juzgados
penalmente”.
Filtración del expediente
Además, Las Abejas exigen una explicación
al actual gobernador de
Chiapas, Juan Sabines, por el uso
que le dio a la Fiscalía Especial para
Acteal. Esta Fiscalía era un órgano
del Estado, se pagó con dinero público.
Sin embargo, nunca rindió un
informe a la sociedad sobre los resultados
de dicha Fiscalía, que
desapareció tan silenciosamente como
se creó. Y no solo eso, a los legítimos
representantes de Las Abejas,
los abogados del Frayba, se les negó
el acceso a los expedientes.
Sin embargo, el informe de la
Fiscalía para Acteal sí apareció en
la web de un bufete privado de abogados
de EE UU. Un despacho que,
como declaran Las Abejas, “espera
realizar un jugoso negocio con la
sangre de nuestros mártires” a través
de una demanda con la que pretenden
obtener 50millones de dólares.
“¿Cómo va a explicar Sabines
que llegó ahí un informe que no era
público? ¿Cómo va a justificar que
haya dado a conocer a un despacho
privado y extranjero lo que no quisieron
dar a conocer ni a la sociedad
chiapaneca ni a los representantes
de las víctimas?”, se preguntan
las Abejas en un comunicado
publicado en su web el 22 de enero.
En efecto, la demanda en EE UU
contra Zedillo es contra un individuo que
como presidente de México
tuvo una responsabilidad por acción
u omisión en los sucesos cuyas
consecuencias se le reclaman. En
cambio, la demanda tanto de Las
Abejas como del Centro de
Derechos Humanos Fray Bartolomé
de las Casas, que ha acompañado
a las víctimas desde el principio,
es por un crimen de Estado, en
el que la responsabilidad toca en
buena parte a Zedillo, como cabeza
del Estado mexicano, pero va más
allá de este individuo.
De este modo, mientras el juicio
en Connecticut se agotaría en el pago
de daños a los demandantes, la
demanda interpuesta por el Frayba
y Las Abejas apunta no sólo a que
se determine la culpa de otros altos
funcionarios civiles y militares, además
de Zedillo, sino a poner en evidencia
todo el aparato represivo y
criminal que se montó en aras de la
contrainsurgencia. “No se puede
negociar con la sangre de nuestros
muertos, y nosotros lo que queremos
es la no repetición del delito.
Que se busque a los culpables, que
se les lleve a juicio, pero para que
no se repita ese delito”.
CONTRA EL CRIMEN DE ESTADO
Las Abejas llevan más de 14 años luchando por la paz. Existen desde 1992 -dos años antes del levantamiento zapatista- y nacieron a raíz del encarcelamiento de tzotziles de la comunidad de Sahalchén acusados injustamente de un asesinato. A partir de la liberación de estos cuatro presos nacieron Las Abejas como tal. Siempre han existido con esta vocación pacifista y no violenta, es decir, aunque simpatizan con las demandas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional se distinguen de ellos porque optaron por no usar las armas. Después de 14 años siguen las amenazas en contra de Las Abejas. Los paramilitares de Chenalhó se están reactivando, mientras en el norte del país sigue habiendo más muertes por las acciones autorizadas por Felipe Calderón en la llamada «guerra contra el narco».