Un golpe coordinado entre policía y oposición
Al día siguiente de la liberación del
presidente Rafael Correa, tras su secuestro
e intento de golpe de Estado,
los medios de comunicación de
Ecuador están dando a conocer nuevos
datos. La información y las imágenes
grabadas permiten ahora recomponer
lo que realmente sucedió
el 30 de septiembre, más allá de la
versión oficial de los hechos.
[La declaración de los Estados de
emergencia y excepción a partir del
secuestro del presidente Correa limitó
la información. Se dieron órdenes
de que sólo los medios públicos pudieran
emitir información sobre la
intentona golpista. La estrategia del
Gobierno fue evitar que, como sucedió
en Venezuela durante el golpe
del 11 de abril de 2002, los medios
de comunicación privados pudieran
convertirse en portavoces de
los sublevados.
Control de la TV en el golpe
Según se van conociendo más datos,
queda claro que el levantamiento fue
mucho más grave que lo que inicialmente
dijo el Gobierno. Las primeras
declaraciones de Correa sobre el
amotinamiento hablaban de unos
200 o 300 policías intoxicados por la
propaganda de la oposición. Según
Wilson Catupare, de la Asociación
de Estudiantes de Periodismo y que
participó en las movilizaciones, la
mayoría de los medios de comunicación
privados en Ecuador forman
parte de grupos mediáticos con intereses
políticos conservadores. “A pesar
de que la medida de no informar
a través de las TV privadas puede parecer
que va contra el derecho a la
información, el Gobierno hizo bien”,
cree Catupare.
Ya en la madrugada del 30 de
septiembre, los responsables de
seguridad pudieron constatar
que el alzamiento estuvo planificado
y coordinado en varias ciudades
del país y buscaban también
que las Fuerzas Armadas,
cuya cúpula no controlaban los
golpistas, se posicionara a favor
de los insubordinados.
El levantamiento en los acuartelamientos
de la Policía Nacional se
dio en varias provincias al mismo
tiempo, además en Quito y Guayaquil,
alzamientos de los que sí se informó
desde un principio. En estas
dos ciudades, miembros de las
fuerzas aéreas coordinados con
mandos de la Policía Nacional tomaron
los aeropuertos civiles, bloqueando
cualquier posibilidad de
entrar o salir del país.
En el caso de la capital, el aeropuerto
fue entregado por las fuerzas
aéreas a la policía antinarcóticos,
que mantiene estrechos lazos
con el Departamento Antidroga de
EE UU (DEA) y la USAID (Agencia
de Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional) debido a las importantes
partidas económicas que
reciben desde EE UU para formar y
dotar de tecnología los medios de
lucha contra el narcotráfico.
En Guayaquil también se sublevó
la base naval, lo que implica a miembros
de la Armada en el intento de
golpe. En Quito la policía expulsó a
los asambleístas de Alianza PAIS
–partido de Correa– de la Asamblea
Nacional. Inmediatamente después,
los policías amotinados en la cámara
legislativa nombraron a Gilmar
Gutiérrez, jefe del Partido Sociedad
Patriótica y hermano del ex presidente
y líder de la oposición Lucio
Gutiérrez, como “la máxima autoridad
reconocida en el legislativo”, según
ha declarado a este periódico un
policía miembro de la escolta de esta
cámara. Posteriormente, dicho policía
fue conducido a la fiscalía para
prestar declaración.
Estado de excepción
Mientras, continúa el Estado de excepción
en Ecuador. Aunque el ministro
de Seguridad, Miguel Carvajal,
ha declarado que “la calma está retornando
al país”, y falta poco para
“suspender el Estado de excepción”,
el desfile militar del sábado 9 de octubre,
que se iba a realizar en Guayaquil
en conmemoración de la independencia,
quedó suspendido por
primera vez en 40 años.
Otra información que el Gobierno
no ha hecho pública se refiere
a las tensiones que se produjeron
en el interior de varios organismos
públicos el día de la intentona golpista.
Según informaciones recabadas
por DIAGONAL, asociaciones
de trabajadores de algunos ministerios
animaron a los trabajadores a
abandonar sus puestos de trabajo el
día del golpe. Incluso se llegaron a
cerrar ministerios y a llamar al motín
contra el Gobierno. Mientras, la
Fiscalía General continúa tomando
declaraciones a decenas de policías
y algunos están en prisión mientras
se aclara su implicación en los hechos
del 30 de septiembre.
La implicación de Gutiérrez
Uno de los datos más relevantes,
hasta ahora, son las grabaciones
de las conversaciones por radio
entre los policías sublevados, en
las que los insurrectos dejan claro
que querían asesinar al presidente
Correa y abortar la operación de
rescate de las unidades militares
de élite.
La investigación cuenta también
con imágenes del cuartel
Regimiento número 1 de Quito en
las que aparecen dirigentes miembros
de la oposición, del Partido
Sociedad Patriótica, en el lugar de
los amotinamientos. Algunos de
ellos ya han sido detenidos. El hecho
de que el grupo Sociedad
Patriótica tenga como líder al ex
coronel Lucio Gutiérrez, y entre
sus cuadros a militares retirados
del Ejército, ha permitido la conexión
entre rebeldes y opositores
políticos.
Los servicios de inteligencia
también han interceptado correos
y panfletos repartidos en los cuarteles
amotinados en los cuales el
partido de Gutiérrez llama al levantamiento
militar y policial, solicitando
a la policía que se rebele
contra “este Gobierno corrupto
que recibe órdenes de Chávez” en
un “acto de patriotismo para salvar
al país del comunismo”.
Grabados dos opositores implicados
El 6 de octubre fue detenido
el mayor del ejército en la
reserva, Fidel Araujo, miembro
del Partido Sociedad Patriótica,
formación que lidera el ex
presidente Lucio Gutiérrez.
Araujo aparece en la grabación
de varias cámaras situadas
en el interior del cuartel
de la policía nacional donde
fue secuestrado el presidente
Rafael Correa. Araujo aparece
hablando por un teléfono
móvil desde el que se supone
daba instrucciones a los policías
amotinados. También hay
imágenes de Pablo Guerrero,
abogado del jefe de la oposición
Lucio Gutiérrez, que también
estuvo en el acuartelamiento
sublevado y
posteriormente comandó el
intento frustrado de ocupación
de la televisión pública ecuatoriana.
Guerrero también
aparece en otras grabaciones
quemando neumáticos en
diversos puntos de la ciudad.
La inteligencia de EE UU en Ecuador
Un informe elaborado por el
Ministerio de Defensa de
Ecuador en diciembre del año
2008 alertaba entonces de
los niveles de penetración y
supeditación llevados a cabo
por los servicios de inteligencia
estadounidenses en la
Policía Nacional ecuatoriana
y, sobre todo, dentro de los
grupos especializados la
lucha contra el narcotráfico
en este país.
En la actualidad, según los
últimos datos, a través del llamado
Plan Ecuador, el diseño
integral de actuación en la
zona de la frontera norte por
parte del Gobierno ecuatoriano
está sostenido prácticamente
en su totalidad con
fondos que llegan desde la
USAID, la Agencia de los
Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional) lo
que ha significado la implicación
de Ecuador en el conflicto
interno colombiano.
PERSONAJES HORRIBLES
LUCIO GUTIÉRREZ
Un alumno ejemplar de la Escuela de las Américas
_ D.M.
Lucio Gutiérrez es un ex militar y líder del conservador Partido Sociedad Patriótica.
Fue presidente de Ecuador entre el 15 de enero de 2003 y el 20 de abril de 2005.
Como militar, recibió adiestramiento en las Fuerzas Especiales, y entre sus diplomas destacan los conseguidos en Estados Unidos, a donde viajó de la mano de la Escuela de las Américas. El 21 de enero de 2000, Gutiérrez participó en su primer golpe de Estado, fruto del cual fue depuesto el presidente Jamil Mahuad, otro nefasto primer mandatario responsable de la dolarización que se llevó a cabo en Ecuador y el llamado salvataje
bancario (el corralito ecuatoriano).
Como presidente, Lucio Gutiérrez comenzó su mandato estableciendo una falsa alianza con los partidos progresistas como el indígena Pachakutik y el Movimiento Popular Democrático (de orientación maoísta), pero a los tres meses pactó con la derecha al tiempo que reforzó sus vínculos con Estados Unidos. Fruto de esta relación consiguió ser reconocido como «el mejor aliado los gringos en el continente». Salió de la presidencia al exilió, cuando en abril de 2005, como consecuencia de la llamada Rebelión de los forajidos, que durante una semana dio lugar a grandes movilizaciones en la capital,
Quito, en Cuenca y Guayaquil, que hicieron huir a Gutiérrez del palacio presidencial. Desde allí tuvo que dejar Ecuador para pasar a un exilio dorado.
Es en EE UU donde decide (o le aconsejan) volver a Ecuador, aprovechando las lagunas legales que permitieron que no fuese procesado tras su bochornosa gestión como presidente de la república. Su implicación en el golpe del 30 de septiembre parece clara, aunque la lentitud y corrupción de la Justicia ecuatoriana deja en vilo su capacidad de sanción.