¿Te bajas?
Texto de Escuela del Afuera
Entre abril y mayo de 2015 la Escuela de Afuera organizó el taller '¿Te bajas?' sobre cómo se hace y se vive la calle con el fin de aprender, investigar y pensar colectivamente, desde el saber experiencial, acerca de la calle de hoy. Partimos de un lugar común: el tránsito de la calle política a la calle del mercado y la seguridad. Derivando por barrios, experimentando con los cuerpos y tejiendo ideas, esto nos preguntamos y esto nos respondimos.
¿Qué esperamos de la calle? Estar sin miedo entre diferentes. Para convertir una calle hostil en habitable es necesario estar ahí, pasar tiempo: bajarse a la calle sin objetivos, a lo que ofrezca.
¿Sin conflictos? Pues no. Cada vez más los conflictos están mediados por la policía y, a la vez, cuando ésta aparece hay cuerpos que se tensionan. Nos preguntamos cómo habitar el conflicto de otra forma, por modos de gestión no policial del conflicto.
¿Qué fuerzas contribuyen al encuentro y cuáles al choque? Perdón, encontrarse es también chocar y a veces merece la pena.
¿Qué fuerzas contribuyen al encuentro y cuáles a la distancia? Las vallas, el tráfico, la policía o las prisas generan distancia, mientras que para que haya encuentro hace falta un lugar (mi madre me decía “súbete, súbete”, y yo le decía “pero si estoy en el banco”, y ella “es verdad”), un hábito (nos colábamos en el descampado), compartir cosas sencillas (la vida la hacíamos en la calle: comer, lavar...), un gesto (me senté al lado y enseguida se pusieron a hablarme).
Y por último, ¿qué es la calle política hoy? Pasan mil cosas en la calle. Se suelen codificar en datos para que las gestionen la policía, las empresas, las instituciones. Pero la política es transformar un dato en un problema. La calle política es aquella en la que hacemos algo con problemas, dando lugar a comunidades –azarosas– de concernidos.