Muchas prisas y poco debate para una ley que llega tarde
La gestación de la Ley Audiovisual
dista mucho de la realizada en otros
países que desde hace décadas
cuentan con una normativa de este
tipo o de procesos como el argentino,
que generó intensos debates y
expectación, donde se modificó una
legislación proveniente de la dictadura
ver DIAGONAL nº117.
En el Estado español la tramitación
de la Ley en el Congreso ha
seguido la pauta marcada desde
Moncloa: sin posibilidades prácticas
para el debate. El PSOE, que
tenía la ley pactada con CiU y CC,
ha forzado los plazos para su aprobación
y ha eludido su votación en
el pleno del Congreso. Apenas se
han recogido propuestas de calado
del resto de grupos que han sido
muy críticos con la forma de tramitación
de la Ley. Estos grupos consiguieron,
tras amenazar con un
insólito plante, retrasar la fecha de
la votación de la Comisión al 7 de
enero, ya que ni habían tenido
tiempo para analizar las 600 enmiendas
presentadas.
En unas semanas el Congreso ha
finiquitado una normativa esperada
durante décadas [ver DIAGONAL
nº24]. La Ley ha pasado casi desapercibida
entre la aprobación de
los presupuestos generales y la polémica
con el Anteproyecto de Ley
que propone el cierre de webs.
El portavoz del PSOE, Oscar López,
justificaba las prisas por la proximidad
del apagón analógico. Pero
la Ley no hace referencias al apagón
del 3 de abril, fecha en la que caducan
las concesiones a las televisiones
privadas de cobertura estatal, y
verdadero motivo de las prisas.
El Gobierno socialista está en plena
sintonía con las patronales de radio
(AERC) y televisión (UTECA), al
igual que en otros cambios legislativos
de 2009: retirada de la publicidad
de RTVE, autorización para la
TDT de pago y fusión de televisiones,
medidas también tramitadas
con prisas y sin debate. Así, parte
del contenido de la Ley Audiovisual
ya estaba definido previamente.
Otros temas clave que recoge la
Ley son la liberalización de la radio
y televisión para vender o alquilar
licencias. Se apuesta por la autorregulación
de los medios, apenas
se recogen obligaciones para los
operadores privados, salvo la inversión
del 5% en cine y los mínimos
exigidos por la Directiva Europea
de Servicios Audiovisuales. Se crea
un Consejo Audiovisual, meramente
consultivo, y se reconoce a las
emisoras comunitarias aunque de
forma deficiente.
Sin grandes cambios en el Parlamento,
las modificaciones más significativas
han sido medidas para
evitar la privatización de las televisiones
públicas autonómicas y la
reducción de 29 a 19 minutos de
publicidad permitidos por hora.
También se han retomado viejos
temas como el cierre de las emisoras
“piratas” o la posibilidad de que
TV3 emita en la Comunidad Valenciana.
La Ley debe seguir su
curso ahora hasta el Senado donde
no se esperan grandes cambios,
mientras diversas organizaciones
preparan movilizaciones.
Más información:
[La Ley Audiovisual ya está en el Congreso->https://www.diagonalperiodico.net/La-Ley-Audiovisual-ya-esta-en-el.html]