La Batalla Naval vuelve a empapar Vallecas
- ‘MÓJATE POR SECO’. La
Batalla Naval es un escenario
propicio para la reivindicación.
El lema de este año
recoge la solidaridad con el
Centro Social Seco, que en
el vecino barrio de Adelfas
exige su reubicación en un
nuevo local a salvo de las
excavadoras. // LUA Fotografía
“A unos 300 km. del mar, mi barrio
libra una batalla naval. Con cañones
de cubos y barreños en Vallecas regamos
nuestros sueños”.
Esta batalla a la que hace referencia
El Mecánico del Swing en su canción
Marineros de Secano es una
fiesta popular que reúne en las calles
de este distrito madrileño a los vecinos,
los cuales, ‘armados’ de todo tipo
de recipientes aprovechan la ocasión
para empaparse al grito de “¡seco!”.
Esta divertida e inocua batalla
comenzó oficialmente en 1982 con
la elección del I presidente de la
República de Vallecas; 24 ediciones
después, aquel guiño al inconformismo
y a la búsqueda de la utopía sigue
presente en su grito de guerra:
“¡Vallekas, puerto de mar!”
Desde ese día la Batalla Naval ha
sufrido muchos avatares: años de sequía
en los que los vallecanos llegaron
a mojarse con espuma o kalimotxo
y prohibición por parte del Ayuntamiento
con intervención policial.
Desde hace cinco años esta fiesta se
autogestiona desde la Cofradía Marinera
de Vallecas, una asociación
que surgió para sacarla de la clandestinidad
a la que se veía abocada
por parte del Ayuntamiento. Además
del lado festivo y utópico, la reivindicación
también está presente en este
encuentro popular de piratas y marineros
de agua dulce: este año, el grito
de “¡seco!” va a tener más sentido
que otros, pues el lema elegido es
“Mójate por Seco”. Se denuncia un
hecho concreto: la especulación urbanística
del barrio de Adelfas, próximo
a Vallecas, que va a acabar con
14 años de autogestión del Centro
Social Seco, y se pide el realojo de
este centro social para que pueda seguir
desarrollando sus actividades.
Sufrimos otro tipo de sequías: de espacios
públicos autogestionados, de
equipamientos deportivos, de cooperativas
de vivienda para jóvenes, de
centros culturales con una programación
de calidad, de fiestas populares
gratuitas y en la calle, etc.
Existen muchas fiestas del agua
por todo el Estado español: Vilagarcía
de Arousa (Pontevedra), Galaroza
(Huelva), Molinaseca (León),
Teruel... La Cofradía Marinera ha
contactado con algunas y resultado
de ello es el hermanamiento con
Vilagarcía de Arousa que tiene lugar
desde hace tres años: más de un centenar
de vilagarcianos desembarcarán
en Vallecas para celebrar conjuntamente
la Batalla Naval.
Debido a la sequía, la organización
se plantea reducir el consumo de
agua el domingo 17 de julio: este año
habrá más pasacalles, no se abrirán
bocas de riego y el agua vendrá en
camiones cisterna, además de la que
arrojen los vecinos desde sus balcones.
La presión ejercida desde el
Ayuntamiento con el argumento de
la sequía no va a impedir la celebración
de esta fiesta, a diferencia del
cancelado 16º Palomeras Rock. La
preocupación de las autoridades por
el ahorro de agua es positiva pero piscinas
públicas y privadas, campos de
golf, fugas del 12% en la red de distribución
y falta de conciencia colectiva
en el uso racional del agua constituyen
ejemplos de derroche que se dejan
de lado para, posiblemente, ir
contra una celebración que se sitúa
fuera del programa oficial de fiestas
de la Junta Municipal de Puente de
Vallecas pero que constituye, a la
vez, el momento más esperado por
todos. Como respuesta a esa necesidad
de recuperar las calles han surgido
otras iniciativas como el Fórum
Palomeras que, enmarcada dentro
de las “Fiestas de la Carmela: los veranos
de la silla” celebra su segunda
edición instando a los vecinos a tomar
la calle durante cuatro días de
música, circo y comidas populares.
“A unos 300 km. del mar los tritones
burócratas se asustan si un
pueblo unido se divierte en la ducha.
Hoy cambio el metro por una
piragua: un barrio entero se alza en
pie de agua”.
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