Las Euromarchas llegan a Madrid para pedir una Europa más justa
La corrupción política, el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP) que la Unión Europea va a firmar con Estados Unidos, las privatizaciones de los servicios públicos, el recorte de las pensiones o la falta de democracia fueron algunos de los temas en los que se centró la protesta de las Euromarchas que empezaba a las seis y media de la tarde y se prolongó hasta pasadas las ocho de la noche ayer 3 de octubre.
Entre gritos de “sí se puede” llegaban las diferentes columnas de manifestantes y se daba paso a la lectura del manifiesto de las Euromarchas 2015, que posteriormente sería entregado a una concejala del Ayuntamiento de Madrid.
Un manifiesto en el que se pedía el fin de los paraísos fiscales en Europa, una política medioambiental adecuada y efectiva, el bloqueo de las negociaciones del TTIP; el fin de la Europa racista y xenófoba; y que cerraba con el llamamiento a una “rebelión cívica contra la dictadura bancaria”.
Tras la lectura del manifiesto, se vivió uno de los momentos más esperados de la tarde cuando el autobús que traía a los “marchistas” que venían desde Gibraltar en dirección a Bruselas llegaba a la céntrica plaza madrileña. Entre aplausos fueron bajando del autobús y se dirigieron al escenario donde dejaron claro que cuando lleguen a Bruselas el próximo 14 de octubre llevarán un mensaje de dignidad y solidaridad europea
El acto terminó con la actuación de la Ópera Bufu del 15M y con la obra “El crepúsuclo del ladrillo”. En la plaza de Cibeles se reunieron personas de todas las edades y condiciones que tenían un mensaje claro y conciso: cambiar Europa y hacer una Europa más justa, y personas que dejaban claro que si la situación seguía igual, seguirían luchando, porque les han quitado hasta el miedo.