El Banco de Sabadell quiere desalojar el centro social La Dispersa
La Dispersa ha frustrado lo que tenía que ser un negocio especulativo fundamentado en los pisos turísticos. Ahora, el Banco Sabadell, mediante la denuncia interpuesta en los juzgados de Barcelona, quiere frustrar la trayectoria de un centro social que se ha convertido en el epicentro de actividades culturales y reivindicativas, a la vez que ha dado solución al problema de vivienda de unas 40 personas. Cuando las más de 300 habitantes de las naves de la calle Puigcerdà de Poblenou fueron desalojadas a petición de la multimillonaria familia Iglesias Baciana --propietaria y titular de la empresa Fincas Riana SL--, una cuarentena de habitantes de las naves que no fueron realojadas por el Ayuntamiento de Barcelona encontraron las puertas abiertas de la Dispersa para ir a vivir. "Sin papeles, sin contrato de trabajo, no pudiendo pagar fianza, no pudiendo alquilar, no tenemos derecho a la vivienda", así es como explican la situación de desamparo que sufre la gente que ahora vive en La Dispersa.
El edificio está ubicado en el número 14 de la calle del Príncipe de Viana de Barcelona, justo detrás del restaurante Los Tres Tombs del barrio de Sant Antoni. El 21 de mayo de 2011 la Red Vecinal de Ciutat Vella había señalado el inmueble como uno de los puntos negros del negocio turístico ilegal, que funcionaba sin licencia municipal. Varias personas que habían participado activamente de las movilizaciones del 15M entraron hace dieciocho meses, un año después de que fuera precintado por el Ayuntamiento de Barcelona. Poco después la titularidad pasó al Banco de Santander y, unos meses más tarde, fue adquirido por el Banco de Sabadell.
El 26 de septiembre los juzgados notificaron la orden de lanzamiento, que debería hacerse efectiva el próximo martes 4 de noviembre a las nueve de la mañana. Los integrantes de La Dispersa han convocado una concentración de resistencia a las puertas de la finca y ya han anunciado que no piensan abandonar voluntariamente las viviendas. Será el último acto convocado hasta ahora dentro de la campaña puesta en marcha contra el desalojo, que contó también con una rueda de prensa celebrada el 23 de octubre y una cacerolada que hicieron el 27 de octubre a las puertas de la sede del distrito de Ciutat Vella, en la que se sumaron activistas de la Asamblea de Barrio del Raval y del Ateneo la Base.