Marie Sklodowska-Curie
Pero detrás de todos sus logros,
siempre hubo un denominador
común, el esfuerzo. En su infancia
se formó tanto en el curriculum
oficial, como en el clandestino,
tomaba clases sobre cultura polaca
(en plena ocupación Rusa).
Para poder ir a estudiar a París
junto a su hermana Bronia, pactaron
una estrategia. Primero iría
ésta, mientras que María trabajaría
y le enviaba dinero, una vez
terminados los estudios de Bronia,
ella se encargaría de María.
De esta forma, María, que desde
entonces se hizo llamar Marie,
se matricula en la Sorbona en
1891 y en 1903, tras dos licenciaturas
y una investigación,
publica una tesis sobre la
radioactividad que le valdrá el
doctorado y el premio Nobel de
Física. Con su humildad caracteristica
prefirió no patentar el proceso
de aislamiento del radio.
Los estudios sobre radioactividad,
y también los descubrimientos
del polonio y el radio (que le otorgarían
el segundo Nobel, esta vez
en Química), se produjeron en un
descampado que Marie y su marido
Pierre pidieron prestado y con
las herramientas que ellos mismos
podían manejar y manipular,
así como con los medios económicos
que obtenían del trabajo
de ambos.
Esta sobriedad acompañó
a Marie durante toda su
vida, desde sus primeros años en
una buhardilla de París hasta su
matrimonio civil, que por no
tener, no tuvo ni notario.
Marie asume la cátedra de Pierre,
tras la desafortunada muerte de
éste, cuando rechaza una pensión
vitalicia y comienza a dar clases
en la Sorbona. Su primera
sesión creó una gran expectación,
ya que, a los eruditos que llevaban
haciendo funcionar esta universidad
650 años, todavía no se
les había ocurrido que una mujer
pudiera impartir una materia.