Nigeria quiere prohibir las relaciones homosexuales
El Gobierno de Nigeria anunció a
finales de enero la preparación de
una ley para prohibir las relaciones
y los matrimonios homosexuales.
Según explicó el ministro
de Justicia, Bayo Ojo, se trata de
una forma de evitar que dichas
prácticas, percibidas como una
influencia occidental, se extiendan
en el país. Ojo afirmó que “si
se tienen en cuenta las escrituras
sagradas, la Biblia y el Corán, las
relaciones homosexuales están
prohibidas”.
El texto propuesto considera las
relaciones y el matrimonio entre
homosexuales como delitos punibles
con hasta cinco años de prisión.
Según el titular de Justicia
nigeriano, la propuesta también
prohíbe los movimientos y organizaciones
que promuevan los derechos
de los gays.
La oposición a las relaciones homosexuales
en Nigeria está muy
desarrollada entre los musulmanes
en el norte y los cristianos en el sur.
Desde 2000, cuando doce estados
del norte de Nigeria comenzaron
a aplicar la sharia (ley islámica),
las relaciones homosexuales
están condenadas con la lapidación
hasta la muerte, si bien las
sentencias no se llevan a la práctica
dado que la Constitución nigeriana
prohíbe la pena de muerte.
Por su parte, la Iglesia Anglicana
de Inglaterra muestra una oposición
férrea a la ordenación de clérigos
homosexuales en Occidente.
Y los 17 millones de fieles anglicanos
en Nigeria dependen de la
Iglesia de Inglaterra.
Según Amnistía Internacional, ya
a mediados del pasado octubre, en
el Estado nigeriano de Bayelsa (al
sur del país), seis chicas adolescentes
fueron castigadas por una supuesta
relación no detallada entre
personas del mismo sexo, relación
que fue descrita como un “acto abominable”.
Un grupo local de vigilancia
acusó a las jóvenes, de entre
12 y 17 años, ante un comité de acción
local especial. La sentencia
conllevó condenas de 90 bastonazos
para cada una de ellas.
Ni el fútbol se salva
Los antecedentes de discriminación
por opción sexual en Nigeria
son amplios. A finales de 2004, las
autoridades del fútbol nacional ordenaron
que se excluyera del campeonato
juvenil a cualquier jugador
“inaceptable”. Según ellos, el
hecho de que varios futbolistas nigerianos
llevasen trenzas no era
aceptable culturalmente y promovía
la homosexualidad.
Según Otunba Olusegun, alto
funcionario del Ministerio de
Información: “Nuestros jóvenes
están imitando a nuestras grandes
estrellas del fútbol; no olviden
que, en el mundo en desarrollo, el
uso de trenzas y aretes ofrece una
idea de homosexualidad”. Añadió
también que si un jugador llega a
una cancha con un peinado raro
no se le debería dejar jugar.
“Lo deberían suspender durante
algunos años o incluso prohibirle
jugar de por vida”, declaró a
su vez Ahmed Lawan, otro alto
responsable del Deporte.