“La situación está condicionada por la agenda electoral de los grandes”
- ROMA. Concentración en la Plaza de España de por la detenciones./Francesco Benetti
LOKARRI,
Red por el acuerdo y la consulta
La red pacifista considera que las
detenciones de dirigentes de Batasuna
“inciden en un recorte de libertades
democráticas básicas. Responden
a una lógica del pasado basada
en el ‘todo vale’, en contra de
la voluntad mayoritaria de la sociedad
vasca, que apuesta por el respeto
a todos los derechos humanos sin
ningún tipo de excepción. Detrás
de estas decisiones se esconde un
intento por responder a la ruptura
del alto el fuego de ETA. Éste es un
camino equivocado. ETA debe obtener
una respuesta de ‘más democracia”.
Para Lokarri, “la sociedad
vasca se halla inmersa en un importante
debate sobre el diálogo, el
acuerdo y la consulta popular. Casan
mal los llamamientos a lograr
acuerdos transversales y al mismo
tiempo dejar fuera a una formación
política”. Por ello proponen que se
dé a la sociedad vasca la oportunidad
“de manifestar su rechazo a esta
política de exclusión de manera
cívica y democrática. Una consulta
integradora en la que la sociedad
tenga la oportunidad de expresar
un mandato claro de diálogo sin exclusiones
es la mejor herramienta”.
JTXO ESTEBARANZ,
Autónomo e historiador militante
Para este activista antiautoritario
bilbaíno, “aparcadas en los cajones
las valentías neorrepublicanas del
comienzo de legislatura (profundización
autonomista, diversidad sexual,
negociación...) se impone al
menos hasta la próxima primavera
la política gubernativa del palo. La
pólvora de oposición también hablará,
jalonando de daños colaterales
su propio devenir”. Considera
que aunque “mediadores internacionales
intentan calmar las aguas,
sus gestiones chocan con un Gobierno
bravucón en los gestos represivos
pero apocado de cara a su
propio proyecto y con una organización
armada desengañada sobre
la capacidad real de gestión política
del Partido Socialista”. Ante esto,
“quienes seguimos apostando por
la profundización y extensión de los
conflictos sociales, en un momento
en que la acción ante los devastadores
proyectos del turbocapitalismo
es ya inaplazable, volveremos a lidiar
con una izquierda independentista
enrocada ahora en su proyecto
de mínimos de ‘autonomía a tres’, y
con la otra izquierda, la ya ‘civilizada’,
enarbolando la defensa de unas
obsoletas garantías democráticas y
aduciendo una ‘desobediencia civil’
que queda siempre en consigna”.
ALEX CARRASCOSA E I. ARZOZ,‘Artivistas’ de ArtamugarriaK y BatzArt
Para los participantes de estas iniciativas
artísticas en apoyo del proceso
de paz, “en Segura emboscaron
a mahaikides de Batasuna inermes
que ejercían su derecho de reunión.
Otra acción autoritaria, propagandista
y unívoca. Audiencia
Nacional y Gobierno han juzgado y
castigado la ruptura del diálogo precisamente cortando las cabezas y,
con ellas, toda posibilidad de interlocución.
Y ETA ha respondido atentando
contra un escolta. Este capítulo
remonta sus heridas más de 71
años atrás. Poco podemos esperar
del Estado español. Pero para nosotros/
as la solución no es la ‘única y
última’ de las armas. En absoluto”.
Por ello afirman que “la solución
consiste en definir con claridad nuestro
contencioso político con el Estado
y ejercer sin complejos nuestro derecho
a ser uno más en el mapa de los
pueblos. El medio: la resistencia noviolenta
y ‘creactiva’. No asistimos a
una guerra entre el Estado y ETA, sino
a una guerra del Estado y ETA
contra el diálogo. Es una política de
la guerra y su afección en el tejido
social es devastadora; mientras, la
gente de a pie se guarda en casa ahora
que graniza. Otra zona cero. Todo
está por hacer”. Proponen dialogar,
“no concentrarnos resignados en silencio,
sino hablar y escuchar, activamente:
cómo podemos reconstruir
las comunicaciones, cómo podemos
transformar el conflicto y cambiar el
clima desde el suelo. Es posible”.
JOXE IRIARTE ‘BIKILA’, JOAN
RAMÁN GARAI Y NATALYE PELAGE,
Del partido político vasco Zutik
Estos militantes de la ‘izquierda alternativa
vasca’ valoran que “del llamado
proceso de paz queda como
positivo la convicción de que cuando
se quiere algo se puede hacer, y los
textos escritos que en próximos intentos
pueden servir de referencia
(por ejemplo los discutidos en los encuentros
de Loyola entre PSOE, PNV
y Batasuna); como negativo, la absoluta
falta de autocrítica de las partes
y el lamentable espectáculo de las diferentes
partes, apuntando las pajas
del ojo ajeno sin ver las vigas del propio”.
Valoran que “de nuevo entramos
en la espiral atentado-represión
que es difícil saber hasta cuándo durará.
La detención de la Mesa Nacional
de Batasuna y el atentado de
ETA contra un escolta, son dos botones
de muestra. El tejido social vasco
es nacional, ideológica y políticamente
plural, y según el cristal con
que se mire se echará la culpa a una
u otra parte. Pero la tónica general
es de hastío, de sentirse empantanados
y de que los políticos prestan más
atención a sus intereses partidistas
que a la búsqueda de soluciones”.
Y remachan: “Cuando se dice que
‘no hay nada que hacer’ significa
‘que todo está por hacer’. Al final será
inevitable el consenso entre las
partes y para ello la fórmula de las
dos mesas (una para el tema de la
violencia y otra para el contencioso)
puede servir. Pero, en la actualidad
prima salir del bloqueo existente.
Nuestra fórmula es: ‘Ni con el Estado
ni con ETA’. O dicho de otra forma,
como lo hace ELA, ‘no estamos de
acuerdo’ manifestándose en la calle
contra la detención de la Mesa
Nacional y contra el atentado de
ETA”.
JULEN ARZUAGA,
De Behatokia, observatorio vasco de los
derechos sociales y humanos
Sostiene Arzuaga que las detenciones
han “mostrado la línea que diseña
el Gobierno. No creo que Zapatero
haga un cálculo de los efectos, insospechados,
que esta operación
puede tener en la sociedad vasca y
española. Porque improvisa. Demuestra
no tener un proyecto para
Euskal Herria, no sabe cuál es su
proyecto para erradicar la tortura,
no sabe cómo enfrentar la profunda
crisis institucional que enfrenta el
Estado español. Y cuando no se sabe
qué hacer, es más sencillo declarar
la guerra y golpear a quienes sí hacen
público su proyecto y marcan un
camino, divergente, pero expresado
con claridad”. Sobre la situación del
proceso de paz se pregunta: “¿Es la
misma responsabilidad la de una organización
clandestina y la de un Gobierno
que se dice portavoz de un estado
de derecho, con todos los compromisos
asumidos en materia de
derechos humanos? Aparece con total
nitidez un estado de excepción no
declarado dotado de total impunidad
ante una vulneración evidente y obscena
de derechos civiles y políticos”.
Y añade: “Tras la acción contra un
escolta en Bilbao, pedían a Batasuna
‘que responda qué sitio le queda a la
política’. Les responderán desde la
cárcel. Se vislumbra un año, al menos,
muy duro”.
JOXERRA BUSTILLO KASTREXANA,
Periodista
“La redada policial de Segura nos
retrotrae a los estados de excepción
de tiempos de Franco”, afirma
este veterano analista donostiarra.
“Se trata de anular la dirección
de una organización política”.
Tras ello, “el llamado ‘proceso
de paz’, tal y como lo hemos
conocido, está finiquitado. Eso no
quiere decir que no se pueda abrir
otro proceso en un próximo futuro,
aún por determinar. Debe quedar
claro que la única vía para solucionar
el conflicto existente entre
EH y los Estados español y
francés pasa por la apertura de un
escenario de distensión mutua -la
anterior sólo lo fue por parte de
ETA-, que abra de nuevo el diálogo
y la negociación entre todos los
agentes implicados, incluida la izquierda
independentista”. Y añade:
“Un escenario de ‘normalización’
favorecería automáticamente
la calidad de vida de los ciudadanos
vascos. Los últimos acontecimientos,
incluido el atentado de
Bilbo, no ayudan nada. Es necesario
poner en marcha todos los esfuerzos
posibles para superar los
parámetros actuales de enfrentamiento”.
Y apuesta por “no perder
la calma. Ésta es una lucha de largo
aliento. La movilización y la
defensa de los derechos que asisten
al pueblo vasco es la única receta.
La solidaridad desde otras
geografías sería muy positiva”.
IÑAKI QUERALT,
Activista de EHGAM, Movimiento de
Liberación Gay-les-trans del País Vasco
Este concejal de ANV en Errentería
considera que, tras las detenciones,
“el sobresalto, indignación y temor
inicial ha dado paso a una reacción
más reflexiva. Estas detenciones de
alguna manera estaban anunciadas
y no deberían pillarnos por sorpresa”.
Y aclara: “El contexto no deja de
ser conocido. Por estos caminos ya
hemos pasado. La experiencia acumulada
nos puede ayudar a salir del
bache”. Valora que es clave analizar
la naturaleza del proceso iniciado:
“No se trataría de un proceso de paz
si no de un proceso político. En un
proceso de paz, los fenómenos violentos
que provienen de las partes en
litigio no tienen cabida, anulan el
proceso mismo. En cambio un proceso
político, como el que se da en
Irlanda del Norte, puede ser compatible
con esos fenómenos. Un proceso
político puede conducirnos a un
marco democrático y de paz, un proceso
de paz no nos garantiza esa solución”.
Queralt propone “no dejarnos
llevar por el desánimo. La situación
actual está condicionada básicamente
por la agenda electoral de los
grandes partidos, así que nos quedan
cinco meses de incertidumbre durante
los cuales la cuerda puede llegar a
tensarse hasta el límite... Si somos
capaces de acumular fuerzas dentro
del campo soberanista no será baldío.
Las bases para la superación del
conflicto están claras y es mayoría la
gente que las comparte: respeto a todos
los derechos, diálogo, territorialidad
y consulta popular”.
EUTSI.ORG,
Página de Izquierda Antiautoritaria
Para el consejo editorial de esta publicación
electrónica, las detenciones
de la dirección de Batasuna son
“una constatación de que el Estado
de derecho está siendo conculcado
de forma flagrante”. Añaden que “el
más que posible aumento cuantitativo
de estas acciones, ilegítimas desde
un punto de vista democrático,
responde claramente a motivos políticos:
la ruptura del proceso de paz y
el interés electoral del PSOE. Es probable
que hasta pasadas las elecciones
asistamos a una espiral de acción-
reacción entre ETA y el Estado
Español”. Por ello consideran “preocupante
el aparente desinterés de la
sociedad vasca ante la situación, que
responde por un lado al Estado de
excepción impuesto y por otro al progresivo
alejamiento de la sociedad
vasca de la política”. Alejamiento entre
cuyos motivos “podemos apuntar
al vanguardismo de ETA, además,
claro, de la inercia conservadora y
disgregadora del sistema imperante.
También hay que decir que el desinterés
se da también en el campo del
nacionalismo español y sus variantes
partidarias principales”.
Respecto al proceso de paz valoran
que “ésta es la vez en que más se
ha avanzado en un proceso negociador.
Ahora mismo, sin embargo, la
coyuntura política hace difícil continuar
ese proceso. En todo caso, nos
parece importante que se alcen voces
que sigan apoyando una solución
negociada al conflicto. También habría
que preguntarse qué tipo de proceso
se podría reabrir; nosotras impulsamos
poner el centro del debate
en la calle y no en los despachos, para
construir un proceso desde abajo
y a la izquierda que conduzca, no a
un reparto de cromos entre poderes
contrapuestos, sino a un proceso de
liberación social e identitario en clave
popular”. Para ello, los “movimientos
o colectivos sociales
deben tratar de reconstruir-deconstruir-
trasformar las redes comunitarias
de resistencia y vida
autónoma. Incidir en temas como
la lucha contra las grandes infraestructuras,
contra la precariedad,
por la creación de espacios de comunicación
propios... desde la autonomía
de los movimientos. Sólo
un pueblo autoorganizado y consciente
podrá liberarse de las cadenas
que le impiden desarrollarse
como comunidad de iguales”.