"Crecemos con La Casika"
“Crecemos con La Casika”, decía la pancarta que abría en Móstoles la manifestación en defensa de este mítico espacio okupado. Eran apenas una treintena de revolucionarios, todos menores de diez años, pero su entusiasmo y alegría se trasmitían a las cerca de tres mil personas que les seguían al grito de “Apoya, Defiende, Ama La Casika”.
Una maraña humana -que hacía imposible ver tanto el final como el principio de la mani- recorrió durante casi tres horas el centro del pueblo reivindicándose a sí mismas y a sus espacios sociales. Todo tipo de colectivos sociales de Móstoles, nuestros numerosos hermanos de Alcorcón, gentes de todo el extrarradio madrileño y tod@s nuestros compis de Madrid, así como representantes de Centros Sociales Okupados solidarios llegados desde Salamanca, Granada, Zaragoza, Bilbao y otros puntos de la geografía estatal, todos juntos hemos marchado para decirle al ayuntamiento que no, que no lo van conseguir, que no nos van echar de nuestra casa, que defendemos nuestras herramientas con uñas y dientes, con argumentos y sentimientos, con cabeza y corazón.
Ha sido una gozada ver a la chavalería abriendo la mani, seguidos por una batukada que ponía ritmo a todo tipo de reivindicaciones. Y detrás… bueno, detrás la marea multicolor era impresionante: desde los irredentos okupas ochenteros –también con sus críos- hasta las nuevas hornadas del 15M y Democracia Real Ya, tan variopintos en su composición como curtidos ya en mil batallas… Desde maestros a sus propios alumnos… Y, por supuesto, codo con codo, todos los centros sociales madrileños diciéndonos a la cara lo que nos suelen susurrar al oído: que no estamos solos, que todos estamos en la misma lucha, en el mismo bando, y que juntos, además, jamás podrán con nosotros.
Ha sido un día emocionante. Queríamos hacer una demostración de fuerza. Queríamos decirle al ayuntamiento con hechos que nunca podrá con nosotros. Que su represión solo deviene más fuerza. Que su camino es erróneo y su actitud, prepotente. Y lo hemos hecho. Hemos cumplido objetivos. Con creces. Nuevamente, las mayores manifestaciones que hay en Móstoles son las que convoca La Casika. Muchas gracias a todos y a todas por asistir, por existir y por resistir.
El centro social más veterano de la periferia madrileña se enfrenta a su posible desalojo