Ataque ultra contra la recogida de material escolar
El martes 21 de agosto varios miembros de la Asamblea de Estudiantes de Logroño realizaban una recogida solidaria de material escolar cuando sufrieron un ataque por parte de otro grupo. La agresión se produjo en la plaza Primero de Mayo. Los agresores, ocho personas, iban vestidos de negro y cubiertos con pasamontañas. Algunos de ellos llevaban tatuajes de los ultras del Logroñés, o símbolos ultraderechistas como una cruz céltica.
El grupo de encapuchados aparecióde forma imprevista tras, segúnpalabras de un testigo, “haberse ocultado en un pasaje cercano hasta estar preparados”. Entonces, se abalanzaron sobre el puesto de la asamblea, destrozaron el puesto y elmaterial recogido y agredieron a los estudiantes.Cinco de los jóvenes, cuatro de ellos menores, sufrieron múltiplescontusiones al intentar salvar el puesto y elmaterial. Según palabras de la Policía Nacional, la “falta de efectivos policiales” pudo ser una de las causas por las que se produjo esta agresión. Tras varias llamadas alas diferentes líneas de emergencia, ningún coche policial u oficial se presentó, dejando la situación en manosde los estudiantes, sus familias y los testigos del ataque.
En una asamblea realizada el día posterior al ataque, el grupo de estudiantes decidió denunciar tanto la agresión como la actuaciónde la Policía, que tardó mas de dos horas en llegar al lugar del ataque y no dio, hasta ese momento, ninguna atención a los estudiantes alegando falta de efectivos.
La iniciativa llevada a cabo por esta Asamblea de Estudiantes tiene como objetivo promover la educación solidaria a través del intercambio de libros entre familias o la donación de material para familias sin recursos. Desde la asamblea dicen que este tipo de ataques no van a “mermar ni hacer mella en su lucha por una educación pública de calidad para todos y todas”.
Además, la Asamblea de Estudiantes de Logroño pide a las autoridades una investigación profunda de este suceso y que este tipo de actos no queden impunes pues no es el primero. En mayo, unos jóvenes de la Asamblea de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid sufrieron una agresión parecida mientras celebraban una fiesta para recoger fondos en el jardín de la facultad.