Motín en el CIE de Zona Franca de Barcelona
Segundo episodio de tensión en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona desde que reabrió el pasado mes de julio.
Si hace diez días fue una huelga de hambre protagonizada por una treintena de internos, que se saldó con la deportación de tres de los que participaron, este martes por la noche ha sido una protesta masiva, con intento de amotinamiento. La Delegación del Gobierno ha enviado un refuerzo de un mínimo de cuatro furgonetas de antidisturbios de la Policía Nacional.
Según un interno del centro con quien Directa ha podido hablar, el motín se inició sobre las 19:30 en la zona del comedor, con una protesta masiva con lanzamiento de objetos y tablas por parte de un numeroso grupo de internos, principalmente compuesto por personas de origen argelino, que se quejaban de la mala calidad de la comida y del trato que reciben, una situación que se repite desde hace días en el CIE. Este grupo de internos habría tomado el patio, y algunos se habrían subido al muro que separa los dos patios del recinto y habrían intentado romper cámaras de seguridad, siempre según este testigo.
Fuentes de la Policía Nacional, cuerpo encargado de custodiar la instalación, dan una versión bastante diferente del suceso. Según el cuerpo, hacia las 20:30 de la noche, un grupo de internos han intentado forzar una de las puertas del área de la cocina para intentar abandonar el CIE, pero no lo han conseguido.
El personal del CIE les habría disuadido, pero poco después un grupo de unas 70 personas, en su mayoría de origen argelino, han salido al patio y se han plantado, pero sin violencia ni objetos que pudieran ser utilizados como armas. El director del centro habría negociado con estos internos, que reclaman ser liberados, según la policía.
Según el interno con quien ha podido contactar Directa, alrededor de las once el dispositivo de antidisturbios de la Policía Nacional ha entrado en los patios, reduciendo a los internos que estaban amotinados y arrinconándolos contra uno de los muros. Los internos amotinados fueron retirados del patio uno a uno. Hacia las 12 de la noche, ya se habrían llevado a una treintena.
Los antidisturbios han obligado a los amotinados a subir a las celdas. El interno, antes de perder la conexión telefónica, confirmó que la policía se había llevado a 35, seleccionados por su grado de participación en el motín. Fuentes policiales aseguran que la protesta ha finalizado antes de medianoche, pero ninguna fuente independiente lo ha podido corroborar. Una parte del dispositivo de antidisturbios ha abandonado el CIE pasadas las 00:30.
Poco después hemos podido recuperar el contacto con uno de los internos, quien ha confirmado telefónicamente que la situación se ha normalizado en el patio, pero que un grupo de unos 45 internos siguen retenidos en la planta baja, algunos de ellos en la biblioteca, y que un pequeño grupo se mantiene sobre un muro que separa dos áreas del patio.
Poco antes de la una, una treintena de manifestantes ha empezado a hacer ruido con cacerolas y petardos, y ha lanzado cohetes a la entrada del centro, con el objetivo de que los internos escuchen la protesta. A la una y media, algunas manifestantes arrancaron rejas de la puerta principal.
Entonces los mandos de Mossos y siete agentes de la Unidad de Intervención Policial se han desplegado detrás de la puerta equipados con material antidisturbios. A las tres de la mañana, las manifestantes han abandonado la zona en medio de los últimos repiques de cazuelas y cuando aún se escuchaba algún grito proveniente del interior del edificio. Los Mossos han identificado a dos de los concentrados y han tomado nota de la matrícula de varios vehículos.
Artículo publicado originalmente en Directa.