Un vuelo de deportación lleva a Juan Gabriel esposado a México
La salida del vuelo IB6403 de Iberia del aeropuerto Madrid Barajas estaba programada para hoy, viernes 19 de febrero, a las 13:05. Finalmente, el despegue se ha producido a las 14:20. En su interior viaja, con destino al aeropuerto Benito Juárez de México D.F., una persona que no ha pagado billete. Vuela contra su voluntad y esposado.
Se trata de Juan Gabriel, un ciudadano mexicano que vivía en España desde 2007, en el barrio de Tetuán (Madrid) desde 2014. Es una de las últimas víctimas de los vuelos de deportación con los que se expulsa del país a
Juan Gabriel fue detenido el martes 16 de febrero tras saltarse un semáforo cuando iba en bicicleta. Al ser identificado por dos policías y comprobar que se encontraba en situación administrativa irregular, con una orden de expulsión pendiente, le trasladaron a la Brigada Policial de Extranjería, en la comisaría de Aluche, donde ha permanecido detenido hasta esta mañana, cuando le han llevado a Barajas para la deportación.
"El vuelo se ha retrasado porque una de las pasajeras ha querido preguntar al piloto por la situación y comentarle si su código de circulación le permitía despegar con un pasajero esposado y contra su voluntad", explican a Diagonal desde Stop Deportación, el grupo de Trabajo de la Campaña Estatal por el Cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros. Este grupo, junto a algunos amigos de Juan Gabriel, ha querido informar al pasaje acerca de la situación que se estaba viviendo en el avión.
Tras recibir la respuesta del piloto de que él trabaja para una empresa privada y no puede hacer nada, la pasajera ha querido comentar lo que pasaba con el resto del pasaje y ha intentado localizar a Juan Gabriel. "No le ha visto, por lo que suponemos que le han metido en una sala o en el baño para que los demás pasajeros no le viesen", denuncian desde Stop Deportación.
Desde el martes, algunos amigos y vecinos de Juan Gabriel han intentado detener la deportación. Se reunieron con el cónsul mexicano y le presentaron un precontrato de trabajo y un centenar de firmas que reunieron en esas horas. El diplomático les aseguró que no podía hacer nada y que la única solución sería que Juan Gabriel se casase.
La deportación de Juan Gabriel "rompe con todas sus ilusiones, dejando atrás amigos y relaciones de más de ocho años, y todo en menos de 72 horas", expresaba una de sus amigas esta mañana.
Desde Stop Deportación recuerdan que cada vez que el gobierno fleta un vuelo de deportación masiva se suceden historias como la de Juan Gabriel. "Hace unos meses eran Moudou, Eljhadi o Sandra y hoy es Juan Gabriel, en unos días pasas de estar viviendo con tu familia y realizando su proyecto vital a ser deportado de manera forzosa a un país que dejaste hace años", indican.