Archivado el caso Zapata tras declarar ante el juez
La Audiencia Nacional ha archivado hoy la causa contra el concejal del Ayuntamiento de Madrid Guillermo Zapata después de que éste prestara declaración como imputado ante el juez Santiago Pedraz.
Es la segunda vez que Pedraz archiva la causa contra Zapata, denunciado por la asociación Dignidad y Justicia de delitos de ofensa a las víctimas del terrorismo, penados con hasta dos años de cárcel en el anterior Código Penal -el que se le aplicaría por la fecha de publicación de los tuits- y hasta tres años según la última reforma. La denuncia se produjo a raíz de unos tuits publicados por Zapata en la red social Twitter a principios de 2011 en tono de humor negro en los que hacía referencia a víctimas del terrorismo y del holocausto judío. Los tuits fueron hechos públicos en los principales medios de comunicación pocas horas después de la investidura del nuevo equipo de Gobierno local en Madrid y le llevaron a su dimisión como concejal de Cultura.
La primera vez que el magistrado decidió archivar la causa fue en julio, después de que Irene Villa, una de las víctimas mencionada en los tuits de Zapata, declarara ante la Audiencia Nacional no haberse sentido humillada por las publicaciones del concejal. Antes de mandar el escrito al alto tribunal, Villa había ya escrito en su columna en La Razón que "lo que de verdad me duele en el alma son los insultos, amenazas que están sufriendo los propios políticos que, sin haber empezado apenas su labor, son ultrajados de una forma antihumanitaria, injusto e incluso demente".
El pasado 1 de octubre, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional obligó, mediante un auto, al juez Pedraz ha reabrir la causa y citar a declarar como imputado a Zapata. Hoy, tras la declaración, en la que Zapata ha recalcado su "nulo" ánimo de ofender a la víctimas del terrorismo, el juez ha vuelto a archivar la denuncia al no encontrar indicios de delito en los tuits. En el auto, Pedraz señala que el delito de ofensa a las víctimas requiere "un dolo específico o ánimo directo de desprestigiar o rebajar la dignidad de las víctimas", lo que afirma que no se dio en las publicaciones de Zapata.