“Hacemos de todo por ver a nuestros seres queridos”
- Imagen: Ekinklik
DIAGONAL: ¿Cómo es la rutina de
las visitas?
ARAITZ HIDALGO: Los primeros
meses, e incluso años, cuando estaban
ambos presos en Madrid sí que
recuerdo salir de madrugada para
llegar a las visitas el sábado por la
mañana. Ahora mismo no me veo
haciéndolo porque me cansa sólo el
pensarlo. Tienes que hacer esfuerzos
por estar al 100% y aprovechar
al máximo la visita pese a no dormir.
Pero mucha gente sigue viajando
de noche, al final hacemos lo
que nos echen. Esa es la realidad.
Hacemos lo que haga falta con tal
de ver a nuestro ser querido y que
no se quede sin visita.
Ahora, para ir a ver a mi pareja,
salgo el sábado al mediodía, duermo
en un hotel, tengo la comunicación
el domingo por la mañana y de
vuelta. Aunque suponga más tiempo
y dinero, considero importante
hacer el viaje con más seguridad.
Con mi hermano tenemos que improvisar
más, porque hasta finales
del mes anterior no sabemos la fecha
del vis a vis. En esa cárcel están
alrededor de unos 20 presos vascos
y ninguno de ellos puede coincidir
haciendo el vis a vis. A veces son a
las 8h. de la mañana de un día entre
semana, otras al mediodía de un
sábado. El mes que vienen nos lo han
puesto un domingo por la tarde, lo
que supone que estaremos de vuelta
a casa a las 3 de la madrugada, si
no hacemos ninguna parada para
descansar. Y después al trabajo.
D.: Según tu experiencia, ¿en la cárcel
le aplican un trato especial a los
presos políticos vascos?
A. H.: Eso está claro. Desde el momento
en que entran en la cárcel
tanto en modo preventivo como en
cumplimiento, son presos FIES
[Ficheros de Internos de Especial
Seguimiento]. También la inmensa
mayoría de las personas que están
cumpliendo la condena (también
de forma preventiva) lo hacen en
primer grado, por lo que sólo pueden
estar cuatro horas al día en el
patio. Mi hermano sólo puede bajar
con otro preso al patio. Las 20 horas
restantes están en la celda. Hay
cárceles que no tienen, digamos,
módulos de primer grado y están
en los módulos de aislamiento.
Yo, como familiar lo he podido
notar en algunas cárceles más que
en otras. Pero por lo general, puedo
decir que sólo en una de las cárceles
a las que me ha tocado ir he visto
intención manifiesta de putear,
incluso con bebé de por medio.
D.: A los familiares, ¿os someten
a un trato especial ?
A. H.: El del cacheo es el más evidente.
Yo he llegado a ver cachear
a familiares de presos sociales pero
después de pasar varias veces el arco
detector de metales y seguir pitando.
Aun así, normalmente sacan
la “raqueta” (un detector de metales
de mano) sin llegar a cachear.
Pues bueno, a nosotros nos querían
cachear aunque el detector no pitara.
Evidentemente, son cacheos
con una intención: humillar. Saben
que nosotros no metemos droga,
pero aunque el verdadero objetivo
fuera que no se meta droga, todos
sabemos, también ellos, que esos
tocamientos no sirven de nada.
D.: ¿Crees que la declaración de
ETA va a afectar la situación de los
presos y presas vascos?
A. H.: De verdad que quiero ser optimista,
lo intento. Mi opinión es
que debe influir en su situación.
Tanto que hablan de no hacer ninguna
concesión, pues por lo pronto
que empiecen a cumplir su ley: los
enfermos graves a la calle, los que
tengan tres cuartas partes de la condena
cumplida a la calle y ni qué de
decir de los que padecen la doctrina
Parot que se sacaron de la chistera,
a la calle. ¡Tienen la condena
cumplida!