¿Y para qué tanta soja?
Texto de A. Porro, redactor de la revista Opcions y F. García, miembro de Veterinarios sin Fronteras
En los supermercados han irrumpido desde hace poco,pero de manera decidida,los productos de soja (leche, tofu, leticina...). Sin embargoel 92% de la soja importada por elEstado español se dedica a los piensosindustriales. Hablar del modelode la soja en Europa y el Estado españolsignifica hablar de ganaderíay, por tanto, del consumo de huevos,carne y leche. El Estado representaun papel importante a nivel mundialpor su volumen de importación, 5,5millones de toneladas en 2004.La expansión de la soja en el Surha sido paralela a la intensificaciónde la ganadería y la evolución de ladieta en el Norte. El manejo ganaderoadquiere una dimensión globalen la que un pack tecnológico,normalmente de importación, asícomo la producción por animal ytrabajador, aumentan mucho. Eneste pack se incluyen el semen corporativode las pocas razas seleccionadas;antibióticos y demás fármacosque mantengan productivosa los animales pese a su ‘enfermedadcrónica subclínica’ debida a lascondiciones de vida y producción;maquinaria que maximiza las posibilidadesproductivas y reduce drásticamentela necesidad de mano deobra; y una alimentación basada enla compra de piensos industrialescon fórmulas complejas que contienenaditivos de síntesis y diversasmaterias primas agrícolas, entre lasque destaca la soja transgénica.Este modelo desliga la ganaderíadel territorio. Las necesidades de importaciónde insumos y de exportaciónde la gran producción generanregiones especializadas en una actividaddonde encontramos una altadensidad de animales. Así, esta actividadse vuelve altamente contaminante(los purines contaminan acuíferosy tierra) e insostenible.
En el plano económico supone una
necesidad de crecimiento y capitalización
de las explotaciones por los
altos costes de inversión y los gastos
de compra de insumos a las multinacionales.
La explotación familiar no
resulta ‘viable’ y va siendo expulsada
en favor de lo que podíamos llamar
el ‘ganadero global’. En la ganadería
de leche, que es la menos intensificada
e integrada, tenemos el cierre del
73% de las explotaciones en tan sólo
12 años (en cuatro años la explotación
media ha crecido un 40%).
Esta ganadería tiende así a funcionar
bajo un modelo de integración
vertical. El caso del pollo es ilustrativo:
la integración llega al 98%. Los
ganaderos que quedan, funcionan
como asalariados en sus propias
granjas, sin ningún control sobre su
forma de producción y sin posibilidades
de comercialización. Más allá
de las ganaderías familiares supervivientes,
la producción procede de
empresas integradas, por ejemplo, el
grupo SADA produce el 30% de los
pollos en el país. Esta empresa utiliza
en sus granjas la genética de
HYBRO y el pienso de NANTA, cuyos
aditivos son de TROW, cuatro
empresas que pertenecen a una multinacional
agroalimentaria holandesa
líder en producción, alimentación,
genética y comercialización de pollo
y salmón: NUTRECO. Pero la integración
o las alianzas verticales no
se dan sólo en el eslabón productivo.
Por ejemplo, una gran empresa productora
de carne de pollo va seguida
de una empresa que filetea y prepara
la carne en bandejas o fabrica un plato
precocinado y una gran superficie
que las vende al consumidor.
Y es que las condiciones de producción
vienen muy marcados por
los canales de transformación que a
su vez vienen muy marcadas por los
canales de distribución-comercialización.
Éste es uno de los últimos eslabones
en creciente concentración:
cuatro empresas de distribución se
reparten el 51,5% de los productos
españoles de gran consumo, algo inimaginable
hace unos años. Su expansión
les convierte en la principal
puerta al consumidor, otorgándoles
un poder creciente de negociación
frente a cualquier proveedor y, por
tanto, un poder global para definir el
modelo agrario y ganadero hegemónico
que excluye al resto.
¿Y yo qué?
Como consumidores, ingerimos
un número de derivados
de animales muy
alto que instala en nuestra
dieta un alto porcentaje
de transgénicos. Sin
embargo, más allá de las
dinámicas de culpabilidad
o victimismo podemos
tener un papel como sujetos
de transformación a
través del consumo crítico.
Cada vez son más los que
tratan de salir de este
modelo articulándose en
cooperativas de consumo
agroecológico. Además,
replantearse la dieta minimizando
el sobreconsumo
de carne y lácteos implica
un modelo de alimentación
más sano, más justo,
más económico y más
sostenible.
Más información alternativa:
Especial Agroecología
DIAGONAL nº30; Revista
de información para el
consumo crítico nº 11, 12
y 16. www.opcions.org
Soja y ganadería:
notecomaselmundo.org;
www.grr.ar.org.
Tribunal Popular sobre soja
_ F.G.
El 26 de abril se celebró
el Tribunal Popular
sobre la Soja en Barcelona
para denunciar el
modelo actual de producción
de soja, asociado
a la vulneración de
los derechos humanos y
a un modelo socieconómico
insostenible. Los
testimonios de Fréi Sergio
G__rgen (Brasil),
Javiera Rulli (Argentina)
y Jorge Galeano (Paraguay)
ilustraron los efectos
en sus respectivos
países. Se señaló al
modelo intensivo y coorporativo
de la ganadería
europea como motor de
una importación innecesaria
(sentencia en
[www.veterinariossinfronteras.
org->http://www.veterinariossinfronteras.
org]).
Por otro lado, entre los
días 10 y 13 se celebró
en Viena el encuentro
«Enlazando Alternativas»
([www.alternativas.at->http://www.alternativas.at])
coincidiendo con la IV
Cumbre de Jefes de
Estado y Gobierno de la
UE-América Latina y el
Caribe (ver página 5 de
DIAGONAL). A colación
del encuentro, se celebró
un macrotribunal
contra más de 30
empresas transnacionales
que operan en América
Latina, por ejemplo,
se juzgó y condenó a
Bunge y Cargill por su
modelo de producción
de soja. También se
realizó un taller monográfico
sobre la soja
para poner en común
los trabajos de diversas
entidades y movimientos
que están trabajando
en torno a
este tema, tanto en
Europa como en América
Latina, y se buscó
la forma de construir
redes y articular alternativas
que entronquen
desde y para el
Norte y el Sur.