Un menor asesinado por el ejército marroquí en los nuevos campamentos saharuis
- Cuatro jóvenes saharauis que han llegado a Tifariti, tras saltar el muro minado contruido por Marruecos para dividir el Sáhara Occidental. Habían huido de la policía marroquí tras intentar montar, junto a un grupo de 20 personas, un nuevo "Campamento de la Justicia", similar al de El Aaiún, en Smara.
Las balas alcanzaron a El Garhi Nayem e hirieron de gravedad a su hermano Garhi Zubeir, se desconoce el estado de gravedad de los demás ocupantes. Según informa la oficina del Ministerio de Territorios Ocupados de la RASD. Este asesinato supone una violación de el alto el fuego firmado entre Marruecos y el Frente Polisario en 1991. El acto debería suponer la intervención inmediata de la misión de las Naciones Unidas para el Sahara Occidental, la MINURSO..
Las protestas coinciden con el viaje del emisario de la ONU Cristopher Ross, que anunció recientemente una nueva tanda de negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario a principios de noviembre bajo la protección de Naciones Unidas. Las anteriores negociaciones siempre fueron rotas por Marruecos debido a que éstos solamente contemplan como posible la opción del Sahara Occidental como una autonomía bajo soberanía marroquí, según la agencia Sahara Press Service.
Familias enteras se establecieron desde el 9 de octubre a unos 15 kilómetros de El Aaiún en un campamento de jaimas a modo de protesta contra la política marroquí de “exclusión y marginación”, según declaraciones del Ministerio saharaui de los Territorios Ocupados y las Comunidades en el Exterior recogidas en la agencia Sahara Press Service.
El ejército marroquí y la Gendarmería Real mantienen cercado el campamento e impiden que entre toda clase alimentos, medicamentos e incluso bidones de agua. Pese a que el bloqueo es absoluto se han conseguido introducir algunas provisiones, aunque siguen siendo insuficientes. Además el camino que tienen que recorrer los que transportan los bidones es muy largo y siempre bajo la persecución de la policía marroquí.
Cuando llega la noche, los helicópteros que sobrevuelan la zona durante el día, apagan las luces volando muy cerca del suelo dando la sensación de tocar tierra para asustar a los saharauis allí instalados. Además, la policía marroquí deja pasar a colones marroquíes con la intención de que entren en las jaimas y asusten a la gente provocando escándalos con gritos y amenazas, según informa la oficina del ministerio de territorios ocupados y comité organizador del campamento de protesta.
Unas 20 personas se encuentran heridas de gravedad después de ser golpeadas por la policía marroquí cuando intentaban unirse a la protesta llevando víveres. Fueron golpeados brutalmente usando las metralletas para este fin. Pese a esto la moral de los saharauis en el campamento sigue siendo alta.
Actualmente representantes designados por la administración del Campamento negocian con representantes del gobierno marroquí para lograr algo de comida y agua, pese a que el cerco policial-militar se hace más duro cada día que pasa.
Mientras la Organización Marroquí de Derechos Humanos insiste en que la protesta es espontánea y que no tiene ninguna relación con una reivindicación política. El presidente de la RASD Mohamed Abdelaziz explicó que esta es una “protesta popular y pacífica en contra de las pésimas condiciones de vida en que vive la población saharaui bajo la ocupación marroquí durante 35 años, es una clara expresión de su rechazo a la ocupación marroquí y confirma su compromiso con el derecho legítimo del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia en virtud de la Carta y las resoluciones de la ONU" en declaraciones a la agencia Sahara Press Service.
Así mismo los manifestantes denuncian el robo de recursos del Sahara Occidental por el Estado marroquí. Como también el tratado de pesca entre la Unión Europea y Marruecos que incluye aguas saharauis.
Otros campamentos similares se intentaron levantar en otras zonas como Cabeza Playa, pero fueron desmantelados brutalmente. Pese a ello, los saharauis no decaen en su protesta.